2 PUNTOS SOBRE EL MADRID; 4 AL BARÇA

El Girona se queda solo en la cumbre de la Liga

El Girona deslumbra y remonta en Pamplona (2-4)

El orgullo obrero del Rayo frena al Madrid y deja líder en solitario al Girona (0-0)

Míchel festeja el triunfo del Girona en Pamplona ante la mirada de David Torras, jefe de comunicación del club.

Míchel festeja el triunfo del Girona en Pamplona ante la mirada de David Torras, jefe de comunicación del club. / Efe

Marcos López

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Es el mejor equipo hasta ahora de la Liga. Y quien mejor juega. El empate del Madrid en el Bernabéu ante el Rayo (0-0) ha dejado al Girona solo en la cumbre de la clasificación. Nadie puede seguir el tremendo ritmo que ha imprimido el equipo de Míchel esta temporada y ya se llevan 12 jornadas. No es algo anecdótico. Ni mucho menos.

Remontó y ganó a Osasuna (2-4) en un partido que le colocaba en el primer puesto de forma provisional, pendiente de lo que hiciera el Madrid. Y el Madrid falló en su propio estadio después de haber derrotado al Barça de Xavi en el clásico (1-2). Pero no pudo con el ordenado Rayo de Francisco, quien, curiosamente, había sido el entrenador del Girona.

Máximo goleador de la Liga

Y en Montilivi habita ahora el líder en solitario del campeonato, un equipo que ha roto todas las barreras con un juego tan moderno como alegre. Moderno, alegre y eficaz, transformado como está en el máximo goleador de la Liga. Suma ya el Girona 29 tantos, mientras el Atlético, con un partido menos, alcanza los 26, el Barça de Xavi se queda en 24 y el Madrid de Bellingham en 23.

Míchel se dirige a los aficionados del Girona tras el triunfo en Pamplona sobre Osasuna (2-4).

Míchel se dirige a los aficionados del Girona tras el triunfo en Pamplona sobre Osasuna (2-4). / Afp

El Girona ha trazado una curva ascendente que causa asombro. Suma 31 puntos de 36 posibles y tiene dos de renta sobre el Madrid, que se ha quedado frenado en el Bernabéu, cuatro sobre el Barça, que sobrevivió en el tiempo añadido en San Sebastián gracias al cabezazo de Araujo, que ahora adquiere mucho más valor por el empate blanco. Y tiene el equipo de Míchel seis puntos sobre el Atlético, pendiente de que este juegue su partido aplazado ante el Sevilla.

La obra de Míchel y Quique Cárcel

"Yo no le veo techo a este equipo", proclamó un eufórico Míchel tras el triunfo advirtiendo, eso sí, de que su Girona "no está para la Liga del Madrid, Barça o Atlético sino para la otra Liga, la del cuarto al sexto puesto".

Pues ahora mismo gobierna esa Liga, por delante de los tres grandes, premio a una idea de juego dibujada por Quique Cárcel, el director deportivo que ha construido en el laboratorio de Montilivi una obra que trasciende ya el fútbol español.

No hace tanto estaba el club en posiciones de descenso en Segunda División. Ocurrió en la jornada 12 de la temporada 2021-22. Iba el equipo camino de la Primera RFEF. Pero el ejecutivo no modificó la hoja de ruta. Más bien redobló su apuesta por Míchel, quien terminó llevando al club a Primera División, donde completó una pasada temporada con nota alta.

"Yo no le veo techo a este equipo. Hemos roto todas las expectativas, todas"

Míchel

— Técnico del Girona

No tanto, sin embargo, como en esta. Son 12 jornadas, 10 victorias, un empate (1-1 en la primera jornada en San Sebastián ante la Real Sociedad) y una derrota, la que le inflingió el Madrid en Montilivi (0-3). Pero el Girona se levantó de ese único tropiezo con tanta autoridad que mira orgulloso hacia abajo.

Está tan arriba que nadie lo supera. "Hemos roto todas las expectativas, todas...", ha reconocido el técnico que visita este sábado en Vallecas donde empezó como jugador y luego su carrera como entrenador. Si el Girona derrota al Rayo se irá al parón de selecciones como líder disfrutando de esa condición tan privilegiada durante dos semanas más.

Dovbyk cabecea el 2-2 tras un centro de Miguel desde la banda izquierda en el Osasuna-Girona.

Dovbyk cabecea el 2-2 tras un centro de Miguel desde la banda izquierda en el Osasuna-Girona. / Efe

Es un equipo que, además, ha sabido sobrevivir a ausencias capitales este pasado verano. Perdió a Oriol Romeu, que se fue al Barça. Era el pilar en el centro del campo. Se quedó sin Santi Bueno, que se marchó al Wolverhampton. Era su sostén en el eje de la defensa. Vio como Riquelme volvía al Metropolitano al cobijo de Simeone en el Atlético. Y tampoco pudo hacer nada para que el Taty Castellanos, su nueve, que estaba cedido por el New York City, se marchara traspasado al Lazio.

Sávinho felicita a Tsygankov, que anotó el 2-3 del Girona a Osasuna en Pamplona.

Sávinho felicita a Tsygankov, que anotó el 2-3 del Girona a Osasuna en Pamplona. / @GironaFC

Cuatro piezas esenciales del Girona 22-23. Pero Quique Cárcel encontró a Sávinho, una joya brasileña, apostó luego por Dovbyk, el ‘nueve’ ucraniano para que Tsygankov no se sintiera solo en Montilivi, y al comprobar la pareja que se inventó Míchel en el corazón del equipo –eligió a Aleix García para mezclar con Yangel Herrera en vez de apostar por un único medio centro para suplir a Oriol Romeu- cambió de plan.

El Girona se reconstruyó con sentido común proponiendo, además, un fútbol divertido, coral (ya no vive como durante tantos años de Stuani) y, sobre todo, eficaz. Casi un tercio de Liga se ha completado y nadie tiene tantos puntos como esta prodigiosa obra común levantada por Míchel y Quique Cárcel.