Paulí y Parker se lucen con el Barça en el discreto rencuentro de los Hernangómez

El Barça se reencontró con el triunfo en la Euroliga, después de dos derrotas (frente al Madrid en Europa y al Valencia en la Liga), que habían dejando cierta inquietud. Y lo hizo enviando señales muy positivas frente al Panathinaikos, un equipo construido para pelear por una de las plazas de la Final Four, que llegó al Palau con bajas de peso (Sloukas, Vildoza...) y del que apenas hubo noticias. En una noche especial para Willy y Juancho Hernangómez en su primer cara a cara en la Euroliga, el protagonismo fue para Oriol Paulí (12 puntos) y Jabari Parker (17), que les robaron los focos y, contra pronóstico, se lucieron en una victoria mucho más clara de lo que reflejó el marcador final (80-72).

Los 28 puntos que amasó el cuadro azulgrana dando una gran imagen colectiva se diluyeron en el último cuarto, cuando todo estaba decidido, y el equipo de Grimau se desconectó con muchas rotaciones e incluso el debut del joven alero Dame Sarr. No era un partido fácil por las ausencias de Laprovittola y Jokubaitis, dos de los directores del equipo. Pero Satoransky y un sorprendente Paulí consiguieron que las bajas apenas se acusaran, aunque la forma de cerrar el partido, dejó regusto amargo.

"Me alegro mucho por Paulí, estuvo increíble, esperaba su oportunidad y no ha tenido miedo. El equipo necesitaba este triunfo después de dos derrotas", explicó Satoransky.

El reencuentro de los hermanos Hernangómez fue emotivo a nivel familiar –los padres y Andrea,  la hermana estuvieron en la grada – pero apenas tuvo incidencia en el encuentro. Juancho salió como titular, pero ni se estrenó (ningún punto, dos rebotes en 18 minutos). No ha acabado de aclimatarse en su nuevo destino. Willy, por su parte, se miró los primeros minutos desde el banquillo, y cuando saltó a la cancha demostró tanta soltura en ataque como dificultades en defensa, cargándose con rapidez de faltas: 5 puntos y 3 rebotes en 15 minutos, cicras más que discretas.

Apariciones inesperadas

El Barça encontró anotación inesperada de dos jugadores a los que no esperaba. Después de un primer cuarto de intercambio de golpes (21-20), en el que Vesely demostró que sigue a un nivel de forma descomunal, y marcó el camino junto a Satoransky, los azulgranas dieron con el liderazgo de Paulí, que no quiso desaprovechar la oportunidad.

Las acciones de Paulí, su determinación y también su acierto (10 puntos en el cuarto), concentrados en apenas ocho minutos, dieron un plus al Barça, que buscó sin suerte la aportacíon de Brizuela y de un Abrines sacrificado en defensa. A un inspiradísimo Paulí se unió, además, una racha espléndida de Parker, un jugador imprevisible, que a veces no encuentra la forma de entrar en los partidos, pero que fue capaz de encadenar varias acciones ofensivas espectaculares. Eso unido al avasallador dominio en el rebote bajo los dos aros, permitió al Barça abrir una brecha que llegó a los 14 puntos.

Ese margen se sostuvo al descanso (45-33) y creció, de forma exponencial, en un tercer período en el que el Panathinaikos fue incapaz de competir y vio como las diferencias se dispararon hasta los 28 puntos (75-47), antes de que los azulgranas, ya seguros de su triunfo, se dejaran ir y permitieran que el equipo de Ataman acabara por maquillar la derrota.