Fútbol

Las dos horas más tensas del Bélgica - Suecia tras el atentado

Suspendido el Bélgica-Suecia por el asesinato de dos suecos en Bruselas

La policía belga mata de un disparo al presunto autor del atentado de Bruselas

Yannick Carrasco trata de hablar con sus familiares en el estadio Rey Balduino de Bélgica.

Yannick Carrasco trata de hablar con sus familiares en el estadio Rey Balduino de Bélgica. / Europa Press

Jordi Grífol

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

«Todos juntos, todos juntos». Belgas y suecos gritaron al unísono en el estadio Rey Balduino de Bruselas tras conocer que dos hinchas de la selección sueca habían sido asesinados en un atentado terrorista en la capital belga. El partido Bélgica – Suecia, correspondiente a la fase de clasificación de la Eurocopa 2024 se jugó hasta el descanso, cuándo los jugadores de ambas selecciones se plantaron y, junto a las autoridades policiales, acordaron suspender el encuentro. 

A partir de ese momento, pasadas las 21:30, los equipos y los 35.000 asistentes al encuentro vivieron más de dos horas de tensión dentro del estadio, donde por motivos de seguridad se consideró que debían permanecer hasta medianoche, cuando se empezó a proceder a la evacuación del estadio. 

Pese a que en un primer momento se decidió que el partido se disputara con total normalidad, e incluso se guardó un minuto de silencio antes del pitido inicial, fue en el descanso cuando se acordó no reanudar el partido. En el vestuario, miembros de ambas selecciones conocieron los detalles del atentado terrorista y, los futbolistas suecos capitaneados por Victor Lindelöf, consideraron que no podían seguir jugando al conocer que las víctimas eran del país nórdico e iban con la camiseta amarilla de la selección. "Cuando me enteré de la noticia, hablé con mis compañeros y con los belgas. Hubo mucha solidaridad en el vestuario belga. Emocionalmente era imposible jugar. Es terrible que te maten por la calle…", declaró Lindelöf en rueda de prensa.

Familiares en la grada

De acuerdo con el estado máximo de alerta antiterrorista, las autoridades policiales determinaron cerrar el estadio y no desalojarlo hasta que fuera seguro proceder. Los jugadores belgas salieron de nuevo al terreno de juego y empezaron a buscar a sus familiares en la grada para que les acompañaran al vestuario. Yannick Carrasco, igual que miles de aficionados, estaba pegado al teléfono para informar a sus seres queridos y aclarar que estaba a salvo. Algunos de los 700 hinchas suecos se resguardaron en la sala de prensa del estadio esperando nuevas instrucciones. 

Hacia la medianoche, se procedió a la evacuación, primero de los aficionados belgas, una vez la policía despejó la zona para que los aficionados pudieran llegar al párking de forma segura. Posteriormente, los aficionados suecos volvieron a sus hoteles escoltados por la policía, cuando se consideró que era suficientemente seguro hacerlo. 

La expedición sueca fue escoltada al aeropuerto, donde tomó un vuelo de madrugada. La reanudación del encuentro no se prevé inminente. Manu Leroy, presidente interino de la federación belga, explicó la situación: "Los jugadores se han ido a casa. Cómo proceder con el partido es la menor de nuestras preocupaciones. Quince minutos antes del arranque, no había elementos suficientes para cancelar el partido y, además, el estadio era el lugar más seguro para todos los aficionados. Los suecos se dirigieron al aeropuerto con escolta policial. A nuestros jugadores se les permitió salir según lo previsto antes del partido. Algunos regresaron a Tubize, otros a casa o al extranjero".

Los gritos de "todos juntos" y el "Suecia, Suecia" que entonaron los aficionados belgas con las linternas de los móviles encendidas iluminó y unió al estadio Rey Balduino contra el terrorismo en una noche para el olvido en Bruselas.