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Núria Picas vence al dolor en la Ultra Pirineu: "He estado en la miseria durante más de 7 horas"

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Núria Picas: "No todo es tan bonito como parece, pero al final el camino es la recompensa"

Núria Picas durante la Ultra Pirineu

Núria Picas durante la Ultra Pirineu / Sergi Colome

Laia Bonals

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Núria Picas se sinceraba en EL PERIÓDICO antes de la Ultra Pirineu. Estaba preparada, se sentía mejor que nunca. Venía, el año pasado, de proclamarse campeona. Tocaba rematar la faena, repetir la gesta, y se veía perfectamente capacitada. Aunque, sin embargo, hacía falta "tener el día". Y Núria Picas, este sábado, no lo tuvo.

Fue una carrera muy loca, sobretodo en la categoria femenina. Las posiciones no quedaron claras hasta los últimos kilómetros, donde Marta Molist se impuso de forma categórica. La catalana hizo un tercio final de carrera excepcional, que le valió para coronarse como campeona de la ultra distancia en su debut en la prueba.

Mientras Molist fue la cara, la cruz se la llevo Núria Picas. La leyenda de la ultradistancia vivió "uno de los peores días de su carrera". "Me encuentro muy mal. Pero quiero acabar por respeto a este deporte, a la gente y la organización. Tengo dolor. Pero lo abrazaré y acabaré, aunque sea a las 4 de la madrugada", dijo a dos tercios del final de la carrera.

Dolor insoportable

Y llegó, claro que llegó. Pasadas las 20 h de la noche atravesaba la linia de meta al ritmo de 'Ai mama' de Rigoberta Bandini. Como ella equería. El dolor fue insoportable casi la mitad del trayecto, pero tenía clara una cosa: tenía que llegar a la línia de meta. "Ha habido un momento que me han fallado las piernas. No podía dar una paso, no podía andar, literalmente. Intentaba correr, no podía. El dolor era mucho, muy intenso a ambos lados. No sé qué ha pasado, lo tenemos que mirar, no sabemos si es falta de magnesio. Ha habido un momento que... que cuando pensaba que no podría llegar, pero lo tenía que hacer como fuera. Aunque fuera de madrugada. Hay mucha gente que ha venido a animar, por mi gente, por estas montañas, por esta carrera... No me lo habría perdonado nunca y ha valido mucho de pena. Para mí ha sido una de las victorias más importantes de mi vida", contaba a EL PERIÓDICO instantes después de llegar a Bagá y abrazarse con sus hijos.

"La gente me decía: si vuelves, tienes más a perder que ganar. Y claro, ha habido un momento que he pensado que tenían razón, pero después he pensado que no. No tiene razón esta gente, porque no todo es ganar. Ganar al final es luchar, luchar, luchar al máximo, dar el mejor de un mismo y yo hoy lo he hecho. He estado en la miseria durante más de 7 horas. Lo he pasado muy mal. Me han acompañado mis hijos. No podía correr las bajadas pero se tiene que luchar. Y pienso que ha sido una lección de vida". Una lección para todos.