Núria Picas: "No todo es tan bonito como parece, pero al final el camino es la recompensa"

Núria Picas (Manresa, 1976) lo quiere tener todo controlado. No es para menos, la vigente campeona de la Ultra Pirineo saldrá este sábado a las 5:30 horas a por todas. Con el '1' en el dorsal, le esperan más de 100 km y 6.600 metros de desnivel positivo por delante hasta volver a Bagà, donde quiere hacerlo la primera y que vuelva a sonar Rigoberta Bandini. Hasta entonces, sin embargo, el dolor no es negociable.

Llega como vigente campeona. ¿Cómo lleva la presión?

Llego a la carrera tranquila y nerviosa a la vez. Nerviosa porque es una carrera, pero tranquila porque he hecho el trabajo muy bien hecho. Es una carrera que me conozco mucho. Ya será la octava vez que la hago. En este sentido no hay que sufrir. He hecho los deberes, he hecho el entrenamiento, la nutrición la llevamos muy bien trabajada, hay confianza máxima. Pero se tiene que tener el día y estos nervios que tengo... A ver si puedo dormir esta noche, si mañana tendré el día, que todo vaya bien, el calor...

¿Cómo de importante es la preparación y cómo de importante es tener el día? ¿Cuál es el porcentaje real?

Yo pienso que si te has preparado correctamente, tienes el día. Muy difícilmente no tendrás el día, si no te has preparado de la manera que más me he preparado yo. Por lo tanto, tendré el día.

¿Cómo se prepara una carrera así?

Al final tienes que acabar, en cierto modo, obsesionándote un poco. Es como el trabajo. Tú tienes unos deberes cada día, abres tu libreta y te dice hoy que te toca esto y aquello otro. Y lo tienes que hacer. Este entrenamiento, que es salir a la montaña a correr o el que toque aquel día. Pero si tú no lo acompañas de una buena nutrición, de un buen descanso, de una buena calidad de vida... no sirve de nada. Por lo tanto, esto ya te lleva a cuidar todo un entorno que es como un tablero de ajedrez, donde hay todas las fichas muy puestas, y una es el trabajo físico, la otra también el trabajo mental, además de la alimentación, el entorno familiar, los amigos, la recuperación y la genética.

Focalizar tanto puede llegar a nublarte.

Es difícil. Tengo mis pilares: el trabajo, la familia, las carreras de montaña... Pero hay muchas renuncias, y esto es delicado. Ahora iba a decir a los amigos. A los amigos no los hemos cuidado mucho durando toda esta temporada, porque a dormir se tiene que ir a dormir a las 10, porque si el día siguiente quieres ir a las 7 de la mañana a entrenar, desaparecen, como quien dice, durante una temporada, los amigos. Por lo tanto, no es tan bonito como parece, hay muchas renuncias.

¿Es duro tomar esas decisiones?

Es el precio que tienes que pagar. Y si tú estás dispuesto a pagar este precio, paga. Pero después, imagina la recompensa, ¿no? En la Ultra Pirineo miraré atrás y diré que ha merecido la pena todo este esfuerzo. Pero también te la juegas con una carta. Al final es un día.

Todo el entrenamiento se reduce a esas horas de carrera.

Pero si tienes las cartas y decides apostar ya sabes que tienes una oportunidad de ganar. Hay gente que los coge y gente que no. Yo he escogido cogerla. De aquí a cinco años ya no lo podré hacer.

Es arriesgada la apuesta.

Hay mucha gente que me ha dicho: '¿Por qué lo haces? Con lo bien que lo hiciste el año pasado y ahora será muy difícil mejorar este tiempo. Tienes mucho que perder'. Yo pienso que al final el camino es la recompensa y es gratificante. Tú estás entrenando, te estás exigiendo, estás trabajando. A mí me gusta todo esto y el objetivo es ganar, no nos engañaremos. Pero si no se gana, no pasa nada. Es decir, si te ha ganado otro que es mejor que tú, chapó por el otro, ¿no? Y si gano, pues bienvenido sea.

¿La familia te acompañará?

¡Sí! Tengo toda mi familia en pie. Toda. Tengo un niño que juega a baloncesto a las 12 h en Mataró. Y lo tiene que jugar este partido, porque para él también es muy importante. Es el derbi, lo hemos hablado mucho, y él tiene que estar. Tan importante para mí es esta carrera como para él aquel partido, y al final montamos una estrategia que el niño a las 4 de la tarde podrá estar al menos en la línea de llegada. En cambio, el otro niño no tiene partido y él sí que estará.

¿Son un chute de energia en ciertos momentos de la carrera?

Sí, aunque se tiene que ser muy fuerte mentalmente. El "no poder más" seguro que se puede más. Se tiene que estar preparado para sufrir. Si quiero ganar esta carrera, tendré que sufrir muchísimo. Es estar mentalizada y querer pagar este precio.

El dolor siempre está presente. ¿Le preocupa, después de las lesiones tan dolorosas en el pie?

No te engañaré, el dolor está. Está presente en la vida de cualquier corredor de larga distancia. En mi caso, quizá más, porque tengo un pie que no chuta muy fino. Por lo tanto, el dolor hay que saberlo gestionar, hay que saberlo llevar. Yo pienso que se tiene que escuchar el cuerpo, se tiene que saber encontrar el límite de este dolor. Si el dolor sobrepasa el límite, pues tienes que parar. Pero mientras no sobrepase este límite y te deje "ir haciendo" pues se tiene que ir.

¿Qué es lo primero que va ha hacer tras cruzar la línea de meta?

Tengo muchas ganas de cruzarla y abrazar a los míos.

Pensaba que iba a decir que ponerse la medalla de primera.

También, pero me gustaría mucho que me pusieran Rigoberta Bandini a bailar "Ai mama" como el año pasado. Sacaré fuerzas de donde no me queden para bailar con todo el mundo.