ENTREVISTA EXCLUSIVA | Luis Rubiales Presidente de la RFEF

Luis Rubiales: "Estas jugadoras son un espejo, vamos a darles todo lo que nos pidan"

El presidente de la RFEF atiende a SPORT y Prensa Ibérica en el hotel de Sídney donde se concentra la 'Roja' a dos días de disputar partido más importante de su historia

"¿Renovación de Vilda? Le queda un año de contrato y él no quiere hablar de esto, ahora tiene por delante el reto más bonito de su vida"

Entrevista con Luis Rubiales: "¿Renovación de Vilda? Le queda un año de contrato"

María Tikas

Maria Tikas (Enviada especial - Australia)

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Luis Rubiales

(Las Palmas de Gran Canaria, 1977) ha estado acompañando a la selección española en Nueva Zelanda y ahora en Australia desde el día de su debut en el Mundial, contra Costa Rica. Llegó un par de días más tarde porque tuvo retrasos en los vuelos y antes de marchar fue a visitar a un buen amigo con problemas de salud. "Llegué aquí y conecté rápidamente, se ha creado un vínculo muy bonito con las jugadoras", confiesa.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol atiende a SPORT y Prensa Ibérica en el hotel de Sídney donde se concentra la 'Roja', a dos días de disputar el partido más importante de su historia, la final del Mundial, en un año en el que ha sufrido su mayor crisis.

España está en la final del Mundial. ¿Qué siente el presidente de la Federación?

Mucha emoción, mucha alegría. Y también nervios y esa incertidumbre, aunque tengo mucha confianza en esta selección.

Aterrizó el día del debut. ¿Se esperaba llegar hasta aquí?

Yo he confiado siempre en ellas y se lo he dicho. Creo que Jorge y su ‘staff’ han hecho un magnífico trabajo, que las jugadoras tienen una gran calidad y una gran confianza en sí mismas. Y creo que en estos últimos partidos se ha visto un aumento de competitividad en la lucha, en la brega, que es algo que quizás antes no caracterizaba a este equipo.

Se ha hecho un trabajo sensacional, también, a nivel táctico contra Suecia, es un equipo que tiene un peligro tremendo a balón parado y quedó prácticamente neutralizado. Creo que se están dando todas las cuestiones que se tienen que dar para que lleguemos a la final en el mejor momento psicológico y físico.

Estuvo en el Mundial de 2019. ¿Qué cambios ha visto a nivel deportivo?

Hay cuestiones que no dependen únicamente de los cambios que uno efectúe sino de que se junten jugadoras muy buenas de dos o tres generaciones, y aquí las hay.

Pero a parte de esto sí que se ha hecho un gran esfuerzo para escuchar al ‘staff’ de Jorge, por todo lo que nos pedían, también a las jugadoras. Creo que nos hemos ido adaptando, hemos sido pioneros, como en este acuerdo de conciliación familiar.

Varias jugadoras destacan su cercanía. ¿Cómo es su implicación en esta concentración?

Salvando las distancias, yo me siento futbolista todavía y va en ese sentido. Bromeando con ellas, también hablando del partido, de las familias, de cómo están. Les pregunto sobre todo en qué podemos mejorar, y ha habido propuestas que hemos tenido en cuenta. Yo también las noto muy cercanas, se ha creado un vínculo muy bonito. Conecté rápidamente.

Decía que la Federación está haciendo un gran esfuerzo. ¿En qué consiste, exactamente, este esfuerzo?

Cuando yo llego hace cinco años, se dedicaban menos de tres millones de euros al fútbol femenino. Ahora estamos en 27. Los cuerpos técnicos no eran profesionales, había contratos por días. Hemos pasado de dos a cuatro fisioterapeutas, tenemos aquí médico y nutricionista. Los hoteles y campos de entrenamiento no eran los mismos. Hemos implementado el plan de conciliación familiar, que es de las cosas que más valoran las jugadoras. Hemos sacado un plan de ahorro para ellas, hemos creado el observatorio de la igualdad...

También tuvimos un problema en la concentración porque el campo de Palmerston no aguantó y decidimos hablar con la FIFA y ha sido una inversión, un coste añadido, que teníamos que asumir, porque sino ese campo embarrado aumentaba el riesgo de lesión. Me quedo con la última reunión que tuvimos que les pregunté qué más podemos hacer y ellas me dijeron que no había nada más.

Ahora, creo que eso es un porcentaje muy pequeño. Eso ayuda, sí, pero el porcentaje elevado es su calidad y su profesionalidad, y están muy cerca de poder ser campeonas del Mundo por méritos propios.

Más allá de la selección, ¿habéis hablado también de competiciones que organiza la Federación?

Ha mejorado mucho, antes participaban pocos equipos y ahora participan muchos más. Creo que no hay más que ver la apuesta por los estadios, cómo nos tomamos en serio todo lo que pasó después de aquel malentendido con la entrega de medallas. Montamos un espectáculo tremendo, con artistas de primer nivel. Y todo esto sí que lo agradecen y lo devuelven con creces. 

¿Cómo explica que España haya llegado a la final con todo lo que ha pasado?

Porque probablemente nosotros somos de los que menos hemos hablado de lo que podía suceder. Están las futbolistas comprometidas con esta camiseta al cien por cien siempre y también las que, después de una reflexión, decidieron hablar con nosotros y las hemos escuchado. Creo que lo hemos gestionado bien, hemos tratado de respetar y de entender, de escuchar críticas para mejorar. Y el resultado de esto es que en esta concentración hemos ido cada día a más.

Aquí tenemos a todas las

futbolistas

de máxima calidad que han querido estar implicadas con la selección, ya sea al cien por cien siempre, como alguna que, después de reflexionarlo, ha querido hablar con nosotros, se la ha escuchado y que están al cien por cien comprometidas. Creo que lo hemos gestionado bien, hemos tratado de respetar y de entender, de escuchar críticas para mejorar.

Creo que lo hemos gestionado bien, hemos tratado de respetar y de entender, de escuchar críticas para mejorar.

Luis Rubiales

— Presidente de la RFEF

Tenemos veintitrés futbolistas de máximo nivel, que entre ellas tienen una magnífica relación, que respetan el cuerpo técnico, que respetan cuál es su papel y cuál es el del cuerpo técnico, el del presidente o el de los utilleros. Quizás lo que se ha querido vender por determinados sectores no era la realidad. Ahora tenemos la mejor selección española de la historia y estamos cerca de poder ganar un Mundial. Y estoy convencido de que lo podemos conseguir.

En un conflicto, cada parte hace cosas bien y también mal. ¿Ha habido autocrítica? ¿Se seguirá escuchando a las jugadoras que pidan mejoras?

Claro que sí, pero las jugadoras son las primeras que saben que antes de llegar yo a la presidencia no había departamento femenino, cobraban cuarenta euros de dieta, no tenían primas, no tenían derechos de imagen. Ahora tienen todo esto y la conciliación de la mejor Federación del mundo, porque la segunda mejor es la inglesa. Han puesto 11.000 euros y nosotros, 15.000. Y hemos vuelto a apostar, para la final vienen más familiares.

Ellas saben que se puede mejorar, nos aprietan al máximo, nos lo hacen saber, pero también saben de donde venimos y ahora mismo no hay ninguna selección en el Mundo que ofrezca un ‘staff’ en mejores condiciones. Es de justicia reconocer que ha habido un cambio importante porque nos creemos el fútbol femenino y apostamos por él. 

Antes de la Eurocopa decidisteis renovar a Vilda. ¿Cree que pudo sentar mal por el momento en el que se hizo?

No, porque nosotros hicimos un plan estratégico donde se trataron todas las áreas, también de lo que queríamos para el fútbol femenino. Veíamos que podíamos ser capaces de ser campeonas del Mundo y de Europa en todas las categorías, también en la absoluta, pero nos pusimos unos plazos. Entonces, para ello era fundamental que Jorge Vilda asumiera el reto de poder ir consiguiendo estos campeonatos en categorías inferiores, por eso asumió la dirección deportiva además de ser seleccionador. Nos pusimos el reto de poder estar en semifinales o final de un Mundial con la absoluta entre 2024 y 2026. Estamos en 2023, hemos llegado antes de lo que nos habíamos planteado, y eso es señal de que las cosas se están haciendo incluso mejor de lo que esperábamos.

Así, ¿la Federación sigue confiando en él para ser el seleccionador de los próximos años?

Le queda un año de contrato, pero él no quiere hablar de eso. Tiene ahora el reto más bonito de su vida. Son 23 jugadoras con el reto más bonito. Esas niñas que no tenían prácticamente derechos cuando empezaban a jugar porque parecía que era un deporte de hombres, ahora están rompiendo este techo de hormigón y hay que darles las gracias. Son un modelo a seguir, un espejo en el que mirarse, así que vamos a darles todo lo que nos pidan.

A partir de ahí, la gente no tiene por qué conocer nuestro plan estratégico, pero cuando preguntan por ello lo explico. Esos eran los plazos y para ello confiábamos en una persona a medio o largo plazo, que era Jorge Vilda. Él ha ido construyendo todo el ‘staff’, a la vista está que ha debido acertar, si de los últimos seis campeonatos de Europa hemos ganado cuatro y de los últimos cuatro mundiales hemos ganado tres. Y en el otro quedamos segundas. Creo que ha hecho un gran trabajo en las categorías inferiores y ahora ha alcanzado una final. Hay que reconocerle, Jorge tiene mucho que ver en los éxitos de las inferiores y en el actual. A ver si somos campeonas y ya será la leche.

A Vilda le queda un año de contrato, pero él no quiere hablar de eso. Tiene ahora el reto más bonito de su vida.

Luis Rubiales

— Presidente de la RFEF

Le pregunto ahora por Alexia. Hace nada que volvió de una grave lesión. Más allá de lo deportivo, ¿qué aporta al grupo?

Mucho. Creo que hay muchas jugadoras y que a lo mejor alguna os sorprendería de lo que aporta, porque igual hacia fuera tiene un mayor anonimato. Pero en el caso de Alexia, no es solo lo que ella aporta al grupo, es que cuando una rival la ve en el campo dice ‘madre mía, que es Alexia’, y eso lo sabemos. Es una jugadora increíble, tiene una calidad y un don bestial, y lo que a mí me ha gustado más de ella es que ha venido a sumar. Es frustrante a veces saber que ha llegado con pocos minutos y recién recuperada de una lesión. Se encuentra bien. Ayuda en todo, es sincera con sus palabras y es un orgullo para nosotros y una tremenda suerte que sea española, al igual que las otras veintidós. Hay jugadoras que están haciendo un Mundial fantástico.

Una de ellas, Aitana Bonmatí. ¿La ve como sucesora de Alexia en el Balón de Oro?

Es que yo no me quiero meter en temas de estos [ríe]. Aitana es una jugadora excepcional, Tere, Ona, Jenni, Cata... Misa también estuvo muy bien en los partidos que jugó. Fíjate el gol de Olga… Pff, qué pepinazo para meternos en la final. Te pones a mirar jugadora por jugadora y tenemos un equipazo. Las centrales están fantásticas, Mariona también está fenomenal, Alba, ya sea de delantera o en banda derecha, Eva Navarro cuando sale…

Y luego hay chavalas que vienen con diecinueve o veinte años, como María, o qué te voy a decir de Salma. La está rompiendo. Vamos por los aeropuertos y todo el mundo quiere verla. El secreto de este equipo es que todas saben que pueden jugar. Todas ellas han jugado menos Enith, que es una tremenda portera y está teniendo un comportamiento ejemplar, y yo estoy muy orgulloso como máximo responsable del fútbol español de que vistan la camiseta de la selección española.

Como exjugador, ¿has hablado estos días de cómo se viven los días previos a un partido así?

Es que yo no jugué una final del Mundial nunca [ríe]. Qué va. Yo he disfrutado mucho y he sentido una emoción especial estos días. Me ha costado conciliar el sueño. Nunca me había pasado, lo he hablado esta mañana con Esther. Estamos muy emocionados, ilusionados, y lo repito, agradecidos. Yo estoy seguro que a ti te habrá pasado como gran aficionada al fútbol que eres, que cuando nos metimos en la final, cuando metió el gol Olga… Yo no me pude contener en el palco. La voz, la tengo fatal porque no paro de animar. Todo lo que te pueda decir de ellas es quedarme corto.

¿Hay promesa del presidente si ganan el Mundial?

Todo lo que nos han pedido para llegar hasta aquí y ha tenido coherencia lo han tenido. Luego, todas las cuestiones económicas y demás están cerradas, sobre todo nos hemos volcado en el tema de conciliación familiar, en la comida, el descanso y los campos de entrenamiento. Y el mayor premio para ellas es llegar a España con una estrella en el pecho y levantando una copa que se merecen más que nadie.

¿Se va a celebrar bien, si se da?

Vamos si se va a celebrar. Ojalá podamos. Tenemos que tener los pies en el suelo y ser humildes. Pero, desde luego, toda España está revolucionada con ellas.