Max Palm mantiene el idilio con Baqueira y repite victoria en el Freeride World Tour

El 'rider' Max Palm mantiene un idilio con el Tuc de Bacivèr de Baqueira Beret más fuerte e intenso que el que tienen los esquiadores locales, Aymar Navarro, Abel Moga y Elisabet Martina. El sueco de 20 años escogió la cara oeste de la montaña para ganar este domingo la primera prueba del Freeride World Tour 2023, en la que Moga no pudo repetir el podio del año pasado y fue séptimo, a pesar de marcarse un atrevido 'flontflip'. Navarro, que optó por una línea más osada y técnica, terminó décimo. En categoría femenina, Marina se cayó en la sección de rocas, pero debutó en el mundial con una novena posición.

Como ya sucedió el pasado año, el Baqueira Beret Pro abrió el FTW23. Como también ocurrió, Palm se volvió a sentar en el trono de esquís. El 'rider' no solo buscó y encontró una línea estrecha y arriesgada, sino que la completó con tres figuras bien definidas. Eso sí, en lugar de repetir la proeza del 2022, cuando realizó un doble mortal hacia atrás, una maniobra nunca vista antes en el mundial, esta vez se conformó con hacer una vuelta de 360 grados de espaldas. Fue suficiente para recibir 86.33 puntos por parte del jurado y una efusiva aclamación del público aranés.

Locos por el 'freeride'

Los aficionados se volcaron con el evento. En este sentido, Navarro aseguró que "desde arriba parecía un estado de fútbol". Iban con un equipo, el de los esquiadores locales, para los que reservaron las mayores ovaciones. Desde los 2.644 metros de altitud del Bacivèr, Moga optó por tirarse por una de las zonas más escarpadas de la cara oeste y rubricarla con una voltereta hacia delante con las piernas medio abiertas.

Eso confundió al jurado. ¿Fue una dosis más de dificultad o una mera pérdida de control? Revisaron las imágenes durante más de cinco minutos, algo que impacientó a todos. Con resignación, Moga aceptó los 72.67 otorgados, ya que el tribunal se decantó por afirmar que se trataba de un error. "La nieve estaba complicada y he cometido fallos", comentó sobre la avalancha que hubo en la zona de competición antes de que comenzaran las pruebas de esquí y snowboard. Y es que la cara oeste es muy versátil, con más saltos y ventisqueros, pero tiene el hándicap de que le toca e el sol desde primera hora de la mañana.

La nieve, un rival más

Navarro, que horas antes había anunciado que este será su último año en el FWT, era consciente de que "el resultado era secundario" y optó por "disfrutar" del Bacivèr por última vez como profesional. Por ello, prefirió meterse por la cara norte de la montaña, donde no da el sol y la nieve se mantiene más polvo, y donde hay más desnivel.

Eli Marina terminó "contenta" su primera participación en el FWT. "Tenía clara la línea y he atacado", explicó. Sin embargo, no deleitó con ninguna acrobacia majestuosa con orígenes en la gimnasia artística. Además, esa bravura le costó una leve caída y, por ende, puntos, pero se repuso. "He sabido mantener la calma", añadió, a la vez que también apuntó al mal estado de la nieve. En su categoría, la victoria fue para Addison Rafford, mientras que Michael Mawn repitió éxito en este cita y Kaitie Anderson debutó con victoria en snowboard.

La siguiente parada del FWT es el Ordino Arcalís Pro, en Andorra a partir del 4 de febrero, donde Navarro, Moga y Marina tendrán una nueva oportunidad para mostrar porque el 'freeride' patrio vive su apogeo y se ha ganado un lugar en la élite del esquí extremo.