Shiffrin se corona en el gigante de Kronplatz como plusmarquista del esquí alpino

Mikaela Shiffrin es dueña de la lógica de la razón. La moldea a su antojo con el preciosismo de su esquí y la sella a golpe de victorias. La estadounidense ganó este martes el gigante de Kronplatz (Italia) y logró su triunfo 83 en la Copa del Mundo en categoría femenina. Al deshacer el empate de victorias con su compatriota Lindsey Vonn, se coronó, literalmente como así lo atestiguó el trofeo, como la mejor esquiadora de todos los tiempos. Ahora, el hito absoluto del sueco Ingemar Stenmark, que logró 86 victorias en el circuito blanco, se deshiela precipitadamente ante el poderío de la reina universal de las nieves.

La deportista de Colorado se impuso con solvencia en las dos mangas del primer eslalon gigante de Kronplatz. En la primera bajada derrochó sensibilidad sobre la capa de nieve recién caída, mientras que en la segunda convirtió el trazado ya magullado en un delicado tapiz gracias a la fluidez de sus movimientos. La suiza Lara Gut-Behrami fue segunda a 0,45 segundos y la italiana Federica Brignone completó el podio, ya a 1,43 segundos.

Un enero largo, pero gratificante

Aunque parezca mentira, a Shiffrin se le ha hecho largo el mes de enero. Pudo igualar a Vonn el pasado día 4 en el eslalon de Zagreb, pero sus rivales no le allanaron la pista hasta el domingo 8, en Kranjska Gora, donde calcó dos bajadas soberbias en el segundo gigante de la competición. Entonces, dijo que era "indescriptible" sumar 82 triunfos.

Convertirse en la plusmarquista del esquí femenino tenía que ser más temprano que tarde. Sin embargo, se hizo de rogar otras cinco carreras, cuatro de las cuales de velocidad, que no domina pese a su inusual versatilidad. De hecho, no disputó los dos supergigantes de St Anton porque el cuerpo le pedía descansar. Pero la espera ha valido la pena y lo ha hecho en su terreno, el de las disciplinas técnicas.

"No hay ninguna palabra para explicar esto"

Las 83 victorias se adornan con otros 131 podios desde que debutó en la élite en 2011, pero Shiffrin sigue sin encontrar un calificativo que defina su gesta. "No hay una sola palabra para explicar esto", afirmó después la carrera, a la vez que admitió que lidia con "nervios, intranquilidad, tensión y cansancio" desde hace semanas.

En cambio, la que reaccionó fue Vonn, relegada ya al segundo cajón de la historia. "Sabía desde el principio que ella sería la que rompería todos los récords. Pero hacerlo a una edad tan temprana es realmente impresionante", dijo a medios de comunicación estadounidenses.

No le falta razón. Con 27 años, las posibilidades de Shiffrin se prevén infinitas. Ella lo sabe y ambiciona con superar a Stenmark antes de que acabe la temporada. El calendario le es muy favorable. Por eso, el festejo de este martes fue tan escueto como sus palabras y manifestó que está centrada en las próximas carreras. Este miércoles participará en el segundo gigante de Kronplatz, para luego disputar los dos eslalons de Spindleruv (República Checa), los próximos 28 y 29 de enero.

14 carreras para conseguir cuatro victorias

Desde el 6 de febrero hasta el 19 de febrero, se celebrará el Mundial en Courchevel-Méribel, y luego la temporada seguirá con otras 11 competiciones hasta mediados de marzo. La de Colorado solo necesita cuatro para ser más que una leyenda. Es más que viable después de que este martes lograse la novena victoria de la temporada tras 21 carreras disputadas. Será mejor que comience a buscar un adjetivo que califique tal proeza.