Batalla en Sevilla

El Barça de los niños crece bajo la lluvia

La panda de Gavi, Araujo, Abde y compañía vivió en Sevilla una intensa noche en la que demostró su capacidad para competir. Solo faltó la victoria.

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barça / Marcelo Del Pozo / Reuters

Raúl Paniagua

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El Barça de los niños vivió en Sevilla una de esas noches en las que se crece de golpe. Bajo el diluvio del Pizjuán y ante tipos como Diego Carlos, Koundé, Fernando o Jordán, el equipo de Xavi se sometió a una prueba de la que salió airoso. Faltó la puntilla de un triunfo que mereció claramente, pero la imagen fue notable. Con Gavi a la cabeza de los gladiadores, los chavales sobrevivieron en una jornada intensa de aprendizaje y compitieron contra un rival que ahora mismo es la principal amenaza del Madrid para conquistar la Liga. 

Finalizaba el año el Barça en un escenario motivante, un Sánchez Pizjuán que siempre intimida, aunque las condiciones de este martes no fueran las ideales: un martes con frío, lluvia y en un horario nada atractivo. No importó. Solo con escuchar el Himno del Centenario de El Arrebato, una de las composiciones más estelares que existen, se aceleran las revoluciones, sobre el césped y en la grada. 

Toca ser optimistas

Necesitaba el Barça juvenil que intenta reanimar Xavi un partido para aumentar la autoestima. El técnico se había mostrado satisfecho por su balance de 10 de 15 puntos desde su estreno contra el Espanyol (1-0) de hace un mes. Desde entonces, había pasado por todo tipo de situaciones sin acabar de convencer del todo a los culés. La batalla en Sevilla era una prueba importante para encarar las Navidades con el gesto torcido o con un aire de esperanza. Toca ser optimistas. El Barça sigue fuera de Europa, pero si prolonga lo mostrado este martes pronto estará más arriba.

Los precedentes no eran negativos, ya que el Barça había sumado tres victorias y dos empates en sus cinco últimas visitas al Pizjuán, donde no cae desde octubre de 2015 (2-1). Eran otros tiempos. El gol de aquel encuentro, por ejemplo, lo marcó Neymar, cuatro meses después de conquistar la Champions ante la Juventus. Ahora el objetivo realista ya no es ganar la máxima competición europea, de la que ya está eliminado, sino disputarla la próxima temporada. La cuarta plaza que ocupa el Rayo Vallecano ya se acaricia.

El momentazo Alba-Koundé

Los ánimos sufrieron un bajón con el gol del Papu en una jugada de estrategia. No era justa la derrota y Araujo devolvió el golpe con un cabezazo magistral en otro córner. En tiempos de debate sobre el juego de posición y otros conceptos más modernos, la pizarra brindó dos tantos de los de toda la vida, a la vieja usanza.

Ya en la primera parte el Barça había rematado como nunca en este curso. Faltaba completar la faena y el pulso encontró un momentazo en la expulsión de Koundé por un balonazo a Jordi Alba. En el Barça de los niños también hay pillos veteranos, como el lateral de L’Hospitalet, capaz de arruinar un partido con alguna tontería, pero también de provocar la roja de uno de los mejores defensas del planeta. No fue suficiente para ganar al Sevilla más cholista, pero el Barça sigue mejorando y creciendo.  

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