'El Principito' es el líder del Atlético de Simeone

Griezmann resucita el 'cholismo'

Después de ser repudiado por la afición atlética tras su marcha al Barcelona, el francés ha recuperado el cariño de los colchoneros a base de goles. Cuatro de los siete tantos del Atlético en Champions llevan su firma. Pero todo pudo ser diferente sin la intervención de Sevan Karian.

Griezmann, durante un partido de esta temporada con el Atlético.

Griezmann, durante un partido de esta temporada con el Atlético. / @antogriezmann

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Sábado 31 de agosto de 2021. Antoine Griezmann, concentrado con Francia en Clairefontaine para medirse a Bosnia, firma unos documentos que escanea y envía a su abogado. Quedan pocos minutos para la medianoche y tanto en las oficinas del Barcelona como en su casa dan por hecho que no habrá tiempo de inscribir la documentación para sellar su regreso al Atlético. Pero la pericia digital de Sevan Karian, abogado del jugador, logra completar el proceso en tiempo récord y cerrar su vuelta al Metropolitano. Hoy se puede afirmar que Karian es el gran culpable de que el Atlético esté en octavos de la Champions, con cuatro de los siete goles rojiblancos firmados por Antoine, y quién sabe si de que el Barça juegue la Europa League sin un delantero de referencia.

Nada ha sido fácil en la carrera de Antoine. En sus inicios fue descartado por muchos clubes. El Auxerre lo hizo tras realizarle una radiografía de muñeca y confirmar que no superaría el metro ochenta. Antes recibió el no del Olympique Lyon, Sochaux, Saint Etienne, Metz... Decían que no daba la talla de Henry, Zidane o Vieria, campeones del mundo en el 1998 con Francia

Erika, más que una pareja

Pero con 13 años Philippe Montanier, entrenador de la Real Sociedad, se fijó en él y se lo llevó a Donosti. Allí se convirtió en mito txuri-urdin, para marchar luego al Atlético. No fue solo, a su lado estaba Erika Choperena, su pareja. Una navarra de Bera que tampoco se lo puso fácil, ya que el futbolista la cortejó durante un año antes de que aceptase salir con él. Hoy no se entendería la vida de Antoine sin Erika. Sin ella y sus tres hijos: Mia, Amaro y Alba. “Más que una familia, forman un equipo”. 

Los tres hijos de Antoine nacieron el mismo día: el 8 de abril. Pese a ser nacimientos programados, hay mucho de casualidad. Mia nació en 2016. En 2019 repitieron porque la fecha del nacimiento de Amaro fue obligada al ser la única en la que Antoine podía estar presente por sus compromisos futbolísticos. Y el nacimiento de Alba, en 2021, coincidió porque los médicos solo ofrecieron esa fecha a la pareja en los días que Antoine podía acompañarlos.

Amaro luce orgulloso el nombre de su abuelo materno, Amaro Lopes, exfutbolista del Paços Ferreira portugués que escapó de la dictadura de Salazar en 1956. Lopes, central áspero, huyó a Francia y comenzó a trabajar de albañil. Aterrizó en Marsella, donde se casó y formó una familia con la que se mudó a Cassis y luego a Macon. Los Lopes tuvieron cinco hijos, entre ellos a Isabelle. El 21 de marzo de 1991, Isabelle, empleada de limpieza, y su marido Alain, consejero político, dieron la bienvenida en el hospital de Macon a Antoine. 

Cómplice de Simeone

Griezmann idolatra a Simeone, con quien conectó y ha mantenido contacto más allá del fútbol. De hecho, los Griezmann, en su regreso a Madrid, han vuelto a su casa en La Finca, donde son vecinos de los Simeone. Y donde Erika y Carla Pereyra, esposa del Cholo, han recuperado una amistad que nunca perdieron. Antoine siempre explica que “Simeone me ha enseñado a disfrutar haciendo un tackle o cuando robo un balón. A disfrutar sufriendo en el campo”, como demostró en Oporto. 

Grizzy se fue a Barcelona, donde coincidió con su amigo Mirotic, al que conoció un verano en Chicago cuando aún era atlético y el alero militaba en los Bulls. Antoine marcó 35 goles y repartió 16 asistencias, generando 51 goles en dos temporadas. Pero la sombra de Messi y el caos directivo enturbiaron todo. El francés, que está orgulloso de su etapa en el Barça, mantiene contacto con Messi, al que le une además la amistad de ambos con Suárez y Mbappé. Cuando el Barça le brindó la posibilidad de regresar al Atlético, no se lo pensó. Ni él ni Simeone. Es su lugar en el mundo. 

El pasado martes Antoine, autor de un gol y una asistencia en Oporto, terminó la 'flash-interview' y caminó lentamente a la zona de Do Dragao donde se ubicaba la hinchada rojiblanca para festejar con ellos el triunfo. Entre los aficionados estaban sus padres, sus tíos y su mujer. Todos a su lado el día que muchos daban por hecho el adiós colchonero a la Champions, pero Antoine y los suyos sí creían. El Atlético ha recuperado a una estrella, y Simeone, al mayor de los 'cholistas'.

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