El discreto encanto de la marcha

Miguel Ángel López persigue la triple corona en los 20 kilometros sin alzar la voz pero apoyado en una técnica perfecta y entrenamiento a destajo

JOAN CARLES ARMENGOL / RÍO DE JANEIRO (enviado especial)

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Es la discrecion personificada, empezando por su nombre. Miguel Ángel López. Nada especial, nada destacable. Pero en su cuerpo anida la opción española de medalla más clara en el atletismo, que comienza este viernes en los Juegos.

Desde que fue quinto en los 20 kilómetros marcha de los Juegos anteriores, los de Londres 2012, en este chico discreto, pero que no engaña a nadie por su ambición a prueba de bomba, comenzó a crecer la seguridad de que podía lograr grandes cosas. Y en esta Olimpiada entre dos Juegos, efectivamente fue bronce en el Mundial de Moscú 2013, oro en el Europeo de Zúrich 2014 y, finalmente, campeón del mundo en Pekín 2015. La ecuación es sencilla: ¿quién será el campeón olímpico 2016?

Una presion, esa del favoritismo, que, como a los grandes campeones, apenas afecta a este chico de Llano de Brujas (Murcia) que acaba de cumplir 28 años. "Parece que ganar aquí en Río se ha convertido en una obligación, pero el primero que quiere luchar por el oro soy yo, y he llegado como quería, con buenas sensaciones, en unas condiciones en que voy a poner muy difícil las cosas a quien quiera ganarme", asegura el marchador murciano, que en Río se ha puesto deberes extras. Además de intentar ese oro en los 20 kilómetros de este próximo viernes, una semana después doblará en los 50 kilómetros, una prueba de futuro que, de momento, solo ha disputado una vez. Desde Valentí Massana en Atlanta-96 ningun marchador español había afrontado las dos pruebas de la marcha, en las que solo el polaco Robert Korzeniowski, en Sídney 2000, logró los dos títulos.

MOLINA, SU INSPIRACIÓN

Miguel Ángel López no se interesó por el atletismo hasta el 2002, en que vio por la tele los Europeos de Múnich con una amplia cosecha de medallas españolas, entre ellas el bronce de Juanma Molina en los 20 kilómetros. Fue su inspiración. Molina es de Cieza, a media hora de su pueblo, y ahí empezó a entrenar con José Antonio Carrillo, un currante de los de verdad. Gracias al técnico, Cieza tiene un pequeño centro de tecnificación de las especialidad donde, entre otras cosas, graba a menudo vídeos de López marchando. Con él ha llegado a conseguir, dicen, el marchador perfecto. Jamás le han descalificado, pese a ir a más de 15 kilómetros por hora...¡caminando! El marchador murciano tiene fama de poseer la marcha más limpia, segura y económica de todos, lo que le ha llevado a todos sus éxitos sin tropiezos incómodos con los jueces.

A la técnica une Miguel Ángel López un crecimiento mental fulgurante y una confianza sin límites ("Nunca pensé que no sería capaz de todo", ha llegado a asegurar), aunque siempre basado en un trabajo previo impecable. A sus largas caminatas en la vega del Segura une indefectiblemente cada temporada dos meses de preparación en altura, uno en Sierra Nevada y otro en Font Romeu ("Este año, por cierto, me ha ido mejor que el año pasado", asegura). En total, su entrenador calcula que esta temporada llega a Río con 5.200 kilómetros en las piernas, a razón de 130 kilómetros a la semana, por 40 semanas. Y eso que llega con 200 kilómetros menos que el año pasado al Mundial de Pekín, por una lesión en rodilla en enero que retrasó su planificación.

Todo a punto, pues para la 'triple corona'. "Yo también sueño con ella, pero sé lo que cuesta, es una tarea complicada. Pero si este viernes me sale un buen día, estará en puestos de medalla", dice el campeón. Y así se hará realidad la ecuación que no debe fallar.