200 partidos 'messiánicos'

Sí, ciertamente Leo Messi está en crisis. ¡Bendita crisis! Bendita debe pensar Pep Guardiola y, por supuesto, el barcelonismo cuando vio galopar a la estrella argentina por la pradera del Camp Nou, cual espíritu libre, más allá de sus cuatro goles al Valencia, el primero en la Liga. Con ser importante, que lo fue y mucho, tal vez todos, desde el técnico a sus compañeros, se quedarían con esa desesperada carrera, campo atrás del Barça, para defender un ataque del Valencia.

En cada gol, hubo un detalle messiánico, esos que el Camp Nou han podido disfrutar desde octubre del 2004 cuando Frank Rijkaard lo hizo debutar. En el primer tanto, cuando el Valencia creía tener alguna esperanza, descubrió un hueco entre el cuerpo de Diego Alves y el palo derecho. Aguardó con astucia y la pausa necesaria, milésima de segundo quizá, y la pelota, guiada con un mando a distancia reposó en la red. El inicio de un festival que le llevó a acabar el partido con el balón en la mano derecha, camino de su casa, feliz como un niño.

Nuevos retos

«El equipo hizo un partidazo, nos costó arrancar, pero reaccionamos muy bien. ¿Mis cuatro goles? Lo importante es que el equipo se reencontró con el buen juego, como en Alemania», dijo después la estrella sin dar apenas importancia a su partidazo. ¡Bendita crisis de Messi! Cuatro goles en 90 minutos, dos paradones de Diego Alves, un balón al travesaño y la sensación de que, transcurridos ya 200 partidos de Liga, lo mejor de Messi aún está por verse. Parece mentira. Pero es cierto. Ayer, por ejemplo, fue el primer futbolista en conseguir cuatro goles en esta Liga. «Está hecho para la historia, no para de inventarse nuevos retos», proclamó luego Josep María Bartomeu, el vicepresidente deportivo del Barça.

En el primer gol, la pausa. En el segundo, llegó un toro desde no se sabe donde para batir a Alves. En el tercero, asistencia al supersónico Tello, dispara este, rechaza Alves y Messi, ¿quién si no?, lleva la locura al Camp Nou. En el cuarto, Messi se repitió a sí mismo. Cambió de portero (Almunia, del Arsenal, se disfrazó anoche de Alves) y una deliciosa vaselina para una noche increíble: 27 goles en la Liga, 42 en 40 partidos oficiales, 222 en toda su carrera azulgrana (a 13 de César), y un mensaje final: «Queremos que siga el míster, sabe que significa mucho para este equipo».