PERFIL

Briatore, el hombre que se hizo rico gracias a los amigos

Flavio Briatore

Flavio Briatore

M. M.
OVIEDO

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Pasó de una relación con Heidi Klum a otra con Naomi Campbell para casarse con la espectacular Elisabetha Gregoraci con la que espera un hijo. Flavio Briatore es el prototipo deplayboy, simpático, multimillonario y algo sinvergüenza. Nació hace 59 años en Verzuolo, pequeña localidad del Piamonte italiano, cercano a los nevados y ricos Alpes. Y pronto supo que no estaba hecho para estudiar para aparejador ni vivir como un modesto asalariado.

Se hizo profesor de esquí para relacionarse con lagente guapa. Así conoció a Attilio Dutto, propietario de la fábrica de pinturas Paramatti, de quien se hizo hombre de confianza con apenas 20 años. Dutto fue asesinado en un atentado en 1979 y la empresa Paramatti acabó misteriosamente en manos del conde Achille Caproni, del que Briatore se convirtió en asesor para sus inversiones en hoteles y casinos. En estos últimos, Briatore, se dice, contribuía a buscar ingenuos que desplumar en partidas ilegales de póquer. Entre esos jugadores, había miembros de la mafia. El nombre de Briatore aparecía en la agenda de varios de ellos en un macrojuicio que finalizó con una condena a Flavio de tres años de prisión.

De Schumacher a Alonso

Nunca la cumplió. Se fue a vivir a las Islas Vírgenes, donde su amigo Luciano Benetton le facilitó la apertura de su franquicia. El éxito le llevó a abrir hasta 800 tiendas en EEUU. En 1989 convenció a Benetton para entrar en la F-1.«Sé que me está engañando, pero es tan simpático», llegó a decir Benetton. Acabó quedándose con el equipo. Fichó a un desconocido Michael Schumacher y sumó dos títulos mundiales. Vendió el equipo a Renault y volvió de nuevo a él como director. Contrató entonces a otro joven talento, Fernando Alonso, y volvió a ganar dos títulos mundiales.