Etoo vuelve para jugar

El delantero reaparecerá el domingo ante el Deportivo, aunque en enero se irá a la Copa África

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la misma semana en que Thierry Henry entraba en la enfermería para curarse, aunque sea por unos días, su dolorida y "crónica" lesión de espalda, salía Samuel Etoo. Un simbólico cambio de delanteros. El francés, fatigado y exhausto, se aparta durante dos semanas del campo para dejarle así hueco al camerunés, mientras Bojan, el niño, disfruta de sus días más felices. Vuelve Etoo al Barça. Por pocos días. En enero debe irse a la Copa de África. Tan solo seis partidos podrá jugar con el equipo de Rijkaard porque Camerún se lo llevará dentro de mes y medio.

Mientras tanto, Frank Rijkaard respira aliviado porque recupera a su delantero más fiable. Hace ya demasiado tiempo que Etoo vive más fuera del campo que dentro. Si a Ronaldinho se le acabó la magia en mayo del 2006, en París, en la final de la Champions, y después nunca volvió a ser quien era, el camerunés ha sufrido un camino similar. En su caso es algo puramente físico. Dos graves lesiones han alejado a Etoo del gol. Primero fue una rotura del menisco de la rodilla derecha en Bremen (septiembre del 2006). Cinco meses de baja. Luego, sufrió otra rotura en la misma pierna (agosto del 2007). Esta rotura parcial del tendón del recto anterior, el llamado músculo del chut, le envió al quirófano y le ha tenido tres meses de baja.

Muy a su pesar, el camerunés ha estado más cerca de Ramon Cugat, el doctor que le ha operado en ambas ocasiones, que de Rijkaard. Ayer, sin embargo, era uno más. Corrió con Edmilson por La Masia. Curiosa pareja esta. Uno, el africano, denunció el cisma del vestuario en Vilafranca; otro, el brasileño, descubrió que no solo había cisma sino también "ovejas negras". Después, ambos participaron en el partidillo con toda normalidad. Etoo, que llevaba una semana trabajando con el grupo, recibió ayer el alta médica; Edmilson, no. "Quiero ayudar a los compañeros. He trabajado bien y tengo ganas de sentirme futbolista otra vez", dijo el camerunés el pasado martes en El Larguero, de la cadena Ser. "Etoo es un jugador muy importante para nosotros, ahora nos ayudará a conseguir nuestros objetivos", añadió ayer Abidal.

HENRY TROTA

En La Masia coincidieron ayer, curiosamente, los cuatro fantásticos, algo que solo ha sucedido una vez en toda la temporada. Fue en agosto, en Santander. En la primera jornada. Desde entonces, nunca más se han visto en un partido oficial. Ayer cada uno era un mundo. Messi seguía regateando. Ronaldinho se marchó el último del campo de entrenamiento. En el test físico, que duró casi una hora, el brasileño sufrió, después se relajó. Etoo corría como si fuera la primera sesión de la pretemporada. Para él lo era. No ha jugado nada. Y quiere jugarlo todo. ¿Y Henry? De forma inesperada, apareció por La Masia, escoltado por Juanjo Brau, uno de los recuperadores. Trotó durante 20 minutos y se recluyó en el vestuario.

SIN PRISAS

Etoo está ansioso. Si de él dependiese, jugaría el domingo los 90 minutos ante el Deportivo. Pero ese asunto corresponde a Rijkaard, quien aprovecha la llegada del camerunés para evitar echar más responsabilidad sobre Bojan. Ayer, este no se entrenó al padecer una gastroenteritis. Valdés, con anginas, tampoco trabajó. Etoo, sí. A diferencia de la última lesión, cuando las prisas y la presión que se impuso le jugaron una mala pasada --estalló en Vilafranca--, Etoo se lo ha tomado con calma. Y ya se ve a punto.