La OCU recuerda que los restaurantes no pueden imponer menús cerrados en las cenas de Navidad

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado que algunos establecimientos están cometiendo abusos en la reserva de comidas y cenas de Navidad y advierte de que algunos imponen restricciones injustas en la elección de los platos que pueden encarecer el precio final. La entidad ha recordado el derecho del comensal a elegir libremente entre los platos que se ofrecen habitualmente en la carta, que no deberían ser más caros que durante el resto del año.

La OCU denuncia, entre otras prácticas, que se imponga la obligatoriedad de escoger un menú en vez de elegir de la carta, la imposición de un menú común para todos ignorando posibles alergias o intolerancias de algún comensal o el cobro de elevados suplementos entre las alternativas propuestas dentro del menú. La organización explica que no es obligatorio elegir un determinado menú, ya que el establecimiento debería estar preparado para ofrecer los platos que recoge la carta, igual que cualquier otro día del año y al mismo precio. Y si finalmente el comensal se decanta por un menú, aconseja que conviene pedir la carta para comparar precios, además de comprobar el tipo y número de bebidas incluidas.

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Tampoco cree que esté de más contrastar por escrito con el establecimiento si existe penalización por si algún comensal no pueda finalmente acudir a la comida y precisarse a cuánto ascendería, ya que cobrar todo el importe de un menú sería "abusivo, al resultar desproporcionada a los costes asumidos por el empresario y supone un enriquecimiento injusto", denuncia.

Cobrar por las reservas

La entidad denuncia también que han detectado casos en los que se cobra un plus por reserva y precisa que sí se puede exigir una cantidad por adelantado como reserva, pero debe descontarse del importe total. Otros abusos que, según la OCU, conviene conocer es no ofrecer una carta física del menú (aunque los códigos QR son una forma cómoda de consulta, además debe ofrecerse la carta en papel) o que falte una referencia en los precios "según mercado" (como el precio por kilo) o que no se avise del precio de un producto fuera de carta.

También se considera abusivo que el precio en carta no incluya el IVA y se quiera cobrar luego (en caso de no incluirlo, debe avisarse expresamente) y cobrar por el servicio de mesa o por el cubierto, que es ilegal al estar implícito en el servicio de hostelería. Además, es abusivo cobrar el agua del grifo (su dispensación es gratuita y obligatoria si el cliente la solicita, incluso aunque el sabor no sea bueno).

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Recuerdan que la decisión de dejar propina es voluntaria (no hay norma que obligue a hacerlo), que no puede rechazarse el pago en efectivo, aunque sí con tarjeta si se advierte claramente antes de consumir, y que es contrario a la normativa que el tiquet o factura de compra no detalle cada producto consumido.

Si se sufre algún abuso, el cliente puede pedir la hoja de reclamaciones y en el establecimiento se niegan a ello, se puede avisar a la Policía Local para que levante acta y la OCU recomienda además guardar el tiquet, que es de obligada emisión.