Alimentación

El precio del azúcar llega al nivel más alto desde 2010 en el mercado mundial

El calentamiento global disparará el precio del café y el azúcar

El calentamiento global disparará el precio del café y el azúcar

María Jesús Ibáñez

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¿Podría ser el azúcar el próximo aceite de oliva y disparar aún más el coste de la cesta de la compra? La FAO, el organismo de la ONU dedicado a la agricultura y a la alimentación, así lo teme. Los precios de este producto obtenido de la caña crecieron el pasado septiembre casi un 50% respecto al mismo mes del año pasado, según ha alertado esta semana la organización internacional, que subraya que ha alcanzado así su nivel más alto desde noviembre de 2010. Lo atribuye al fenómeno meteorológico de El Niño, que ha afectado a los principales países productores, y también al incremento de los costes de producción.

En concreto, en los mercados mundiales, este ingrediente clave en la industria alimentaria se situó en septiembre en un promedio de 162,7 puntos, esto es 14,5 puntos (un 9,8%) más que el mes anterior y 53 más que en septiembre de 2022 (un 48,3%). La FAO explica, en su resumen mensual del índice de precios de productos agrícolas internacionales, que la situación es consecuencia "principalmente del aumento de la preocupación por las perspectivas mundiales de una oferta más limitada en la próxima campaña de 2023-2024".

También el mercado español está notándolo ya. Aquí, el precio del azúcar ha subido en el último año un 40,5% según el último dato del IPC, que, no obstante, sitúa el aumento entre agosto y septiembre en un 0,4%, de lo que se concluye que las subidas que se están viendo en el ámbito internacional todavía no habrían tenido traslado a España. En la actualidad, el kilo de azúcar blanco tiene un precio de venta al público en los supermercados más populares de 1,45 euros, cuando hace dos años el promedio era de 0,97.

El impacto climático

Los expertos que elaboran el informe de la FAO llevan ya meses advirtiendo de que los principales países azucareros, Tailandia y la India, se enfrentan a unas condiciones meteorológicas más secas de lo normal relacionadas con el fenómeno El Niño. El aumento de los precios del petróleo también ha tenido su impacto en el incremento del azúcar. De hecho, este se habría disparado aún mucho más si Brasil no hubiera amortiguado el efecto.

El país sudamericano se encuentra ahora en plena cosecha de la caña de azúcar y allí la meteorología ha sido favorable, a diferencia de lo ocurrido en el sudeste asiático. Eso, sumado al debilitamiento de la moneda brasileña (el real) frente al dólar de los Estados Unidos, ha conseguido contener el aumento intermensual de los precios mundiales del azúcar.

El fenómeno de El Niño, que se repite en el planeta con una frecuencia variable de entre dos y siete años, ha traído este año más lluvias a América del Norte y del Sur. Eso provoca que el sur de Asia y Australia, normalmente lluviosos, se hayan vuelto anormalmente secos y estén experimentando sequías.

Los aceites vegetales bajan

En el otro lado de la balanza, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO ha constatado una bajada en los de origen vegetal (salvo el de oliva). Estos productos registraron en septiembre un promedio de 120,9 puntos, lo que representa un 3,9% menos que en agosto, en la que es su segunda disminución mensual consecutiva. Desde septiembre de 2022, los aceites de palma, girasol, soja y colza han bajado un 20,77% en los mercados internacionales.

Los precios del de palma siguieron disminuyendo en septiembre, principalmente por el aumento estacional de la producción en los principales países productores asiáticos. La cotización mundial del aceite de girasol descendió notablemente, debido a la incidencia de la cosecha de semillas de este cereal en la región del Mar Negro, en el marco de las intensas actividades de comercialización de los agricultores. Y en lo referente a la colza, los precios internacionales se redujeron gracias al mantenimiento de los abundantes suministros para la exportación en todo el mundo. El aceite de soja también siguió la misma tendencia, a pesar de las perspectivas de aumento de la demanda del sector del biodiésel.

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