Ciclismo

El Tour femenino desató la fiebre televisiva

La etapa reina que acabó en el Tourmalet superó los 4 millones de audiencia en Francia, casi fue seguida por la mitad de los telespectadores neerlandeses y en España rebasó a todas las carreras masculinas excepto la ronda francesa.

Vollering gana el Tour convertida en nueva estrella del ciclismo femenino.

Demi Vollering, Tourmalet

Demi Vollering, Tourmalet / ASO

Sergi López-Egea

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Las dos niñas no tenían más de 12 años y andaban como locas buscando a las estrellas del pedal. Estaban en Pau, donde acababa el Tour Femmes. Era el último domingo de julio, día gris y casi más otoñal que primaveral. Se llamaban Nora y Haizea. Habían viajado con sus padres desde Pamplona, a dos horas y media en coche de Pau, y consiguieron entrar en la zona acotada de los autobuses de los equipos con sus bicis, con sus uniformes ciclistas, felices y contentas porque ellas, según iban contando, de mayores también querían disputar la ronda francesa.

No se veían reflejadas ni en Jonas Vingegaard, ni en Tadej Pogacar. Los padres se sentían orgullosos como navarros de que las chicas estuvieran creciendo, recogiendo los frutos de Miguel Induráin. “Quieren ser ciclistas, nosotros las animamos y lo único que hacemos es protegerlas del tráfico cuando salimos con ellas en bici”.

Desde el Tourmalet

Conocían los nombres de Demy Vollering o Annemiek van Vleuten y se entristecían porque estaban junto al autocar de Mavi García, la principal figura española, que no tomó la salida en la última etapa del Tour, porque se sintió agotada y enferma tras la batalla del Tourmalet, en el día en el que más mujeres, y no sólo por las corredoras profesionales, se citaron en la principal montaña ciclista del planeta.

El Tour femenino, disputado la última semana de julio, fue un éxito sin precedentes y superó con creces a la primera edición de la carrera organizada en 2022 por ASO, la empresa que gestiona la ronda francesa y las principales pruebas ciclistas del calendario internacional como la Vuelta -carrera que también estrenó en mayo la versión femenina con notable aceptación-. Se batieron récords de audiencia televisiva, de visitas a redes sociales, a la web oficial del Tour y con un seguimiento de espectadores al borde de la carretera muy superior a otras pruebas ciclistas, si se exceptúa la ronda francesa masculina.

La marca Tour

En Francia, entienden, que la marca Tour es una especie de sambenito en positivo que convierte en oro todo lo que toca, como símbolo no sólo deportivo sino cultural del país, por lo que al francés le importa un comino el sexo de la persona que monta sobre la bici, porque lo que destaca, lo importante sin ir más lejos, es que se está corriendo la ronda francesa, por las carreteras habituales de la Grande Boucle, con los mismos uniformes, acompañadas por los coches que tres semanas antes han prestado auxilio a los varones y que, en fin, exhiben la magia de la carrera.

Por esta razón, se batieron récords de audiencia televisiva. La prueba femenina fue ofrecida en Francia a través de los mismos canales de la televisión pública, la 2 y la 3, que programa el Tour masculino. Se disputó del domingo a domingo, del 23 al 30 de julio, y tuvo en la etapa que ascendió al Tourmalet (sábado, 29 de julio) el zénit de la carrera. Decidieron retrasar la llegada a las 19 horas para que tuviera un horario televisivo de máxima audiencia y lograron reunir nada menos que a 4,3 millones de franceses con una cota de pantalla del 34,6 por ciento.

A lo largo de la semana de competición 20 millones de telespectadores vieron en algún momento una imagen de la carrera. Se ofrecieron dos horas mínimas de carrera con un promedio de dos millones de personas enchufadas frente al televisor cada día con el 24,8% de la audiencia televisiva del país. Y lo hicieron después de tres semanas de sobredosis ciclista con el Tour y todavía, en julio, el mes tradicional de vacaciones, donde se suelen hacer otras cosas que enchufarse ante el televisor.

El seguimiento neerlandés y español

Pero es que en Países Bajos la euforia todavía fue mayor. Vollering y Van Vleuten, neerlandesas ambas, fueron las mujeres que estuvieron peleando principalmente por la victoria con un duelo intensísimo en el Tourmalet. Allí fue donde Vollering dejó sentenciado el Tour, una gesta que acaparó el 47% de la audiencia televisiva holandesa.

En España la carrera fue ofrecida en abierto por Teledeporte y mejoró en audiencia a todas las pruebas masculinas televisadas a lo largo del año si se exceptúa el Tour.