Proteínas a la carta

Restaurante La Madurada: así deberían ser los asadores modernos de barrio

Este establecimiento triunfa en Horta con su apuesta por las carnes maduradas y un ambiente informal

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Una de las carnes del restaurante La Madurada.

Una de las carnes del restaurante La Madurada. / El Periódico

Ferran Imedio

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Serán tiempos de veganismo y vegetarianismo, pero desde luego que no lo parece cuando entras en La Madurada, un restaurante que registra un lleno tras otro desde abrió a la vuelta de las vacaciones de verano. Su apuesta por las carnes maduradas, mucho más sabrosas y tiernas, el servicio jovial, ágil y atento, y una atmósfera informal ha convencido a todo tipo de comensales, sean parejas o grupos de amigos o familias, que quieren hincar el diente a los platos de una carta de lo más proteínica. Una magnífica muestra de lo que puede ser un asador moderno de barrio.

La Madurada

Paseo de Maragall, 408. Barcelona

Teléfono: 93.565.18.80 

Precio medio (sin vino): 35-40 €

lamadurada.com

Quienes conozcan Carnal, en el corazón del Eixample (Enric Granados, 52), descubrirán que son dos locales primos hermanos. La decoración (esos asientos colgantes, esa 'vegetación', esas maderas) es muy parecida, y la carta tiene muchos puntos en común, como ese 'hit' que son las croquetas de carrillera de black angus con emulsión de cebollino.

Pero aquí arriba la selección no es tan extensa ni tan extrema (hay piezas que se han dejado madurar hasta 180 días) pero sí más popular y asequible en la que se incluye, por ejemplo, muslo y pechuga de pollo.

Por ejemplo, solo en Horta puedes atacar una empanada de carne de vacas de las razas frisona y simmental de tamaño más que considerable (casi parece un bocadillo cuando la coges con las manos) y aderezarla con la salsa de chimichurri casero.

Todo eso, tras haber comenzado con un 'edamame' pringadito de grasa de chuletón, la mejor manera de introducirse en el mundo vacuno desde el vegetal. Y antes de seguir con un carpacho de picaña cortada tan finamente que parecen lonchas de jamón, aunque en el paladar resulten mucho más grasas. Y de rematar la faena con un entrecot de simmental de 500 gramos que ha sido madurado durante 45 días y un postre casero.

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