El sitio al que iría Al Capone

Vibra Speakeasy: platillos y cócteles clandestinos

El restaurante en el sótano del Hotel Room Mate Anna sirve tapas y combinados clásicos pero rebosantes de personalidad en una atmósfera que recuerda a los años 20 del siglo pasado

Placeres clandestinos

Algunos de los platos del restaurante Vibra Speakeasy

Algunos de los platos del restaurante Vibra Speakeasy

Ferran Imedio

Ferran Imedio

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Un local que se las quiere dar de clandestino lo es de verdad si el cliente que nunca ha estado allí no sabe dónde diablos está entrando. Y eso sucede en el -aún demasiado- desconocido Vibra Speakeasy, con un discreto y oscuro acceso contiguo al del Hotel Room Mate Anna. Solo tiene un número, 1920, de neón y un botoncito para llamar y esperar a que te abran...

Si das la contraseña y el nombre con el que has reservado mesa, bajarás unas estrechas y frías escaleras que parecen llevarte a un parking pero que en realidad te dirigen a una sala que retrotrae a los años 20 del siglo pasado y la época de Al Capone y compañía.

Vibra Speakeasy

Aragó, 271. Barcelona

Teléfono: 603.35.26.98

Precio medio (sin vino): 30 €

Allí te espera el equipo de Giacomo Colibono, que fue una de las manos derechas de Romain Fornell, con sus trabajadas tapas y sus deliciosos platos para compartir, y esos sensacionales cócteles, tan clásicos como rebosantes de personalidad propia porque los infusionan y envejecen en barricas.

En este 'speakeasy' "que vende comida", en palabras del chef, y que tiene una luminosa prolongación en la azotea del hotel, hay que mojar la crujiente y muy pizzera 'puccia' (pan típico de la región italiana de Puglia) en un divertido paté de calamares, el tartar de atún que demuestra su apuesta por el buen producto, el clásico salmorejo cordobés que sirven en una coctelera por aquello de que has viajado a los años 20 y la ley seca, el pulpo a la plancha y la presa de vaca, un corte tan poco habitual como este local.

Y maridar todo esto con alguno de los vinos de su bodega, en la que destacan pequeños elaboradores catalanes.

Y, si es viernes o sábado por la noche, disfrutar de estos maravillosos años 20 mientras suena la música en directo.

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