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Pau Arenós

Pau Arenós

Coordinador del canal Cata Mayor

No creas nada de nadie: es el negocio (y, sin embargo, este artículo pide confianza)

A veces, los agricultores, los ganaderos, los tenderos, los cocineros son el motor, son el impulso. Son el cambio

La Boscana: exterior

La Boscana: exterior / Jordi V. Pou

Desconfía. Desconfía del agricultor, desconfía del ganadero, desconfía del tendero, desconfía del cocinero. No creas nada de nadie: es el negocio, amigo. Y, sin embargo, este artículo pide confianza.

Seamos confiados. Seamos constructivos.

A vuelo de cigüeña, aterrizamos en La Boscana, la finca de Joel Castanyé y María Ángeles Chiriboga, en el Pla d’Urgell (Lleida), una comarca con poco 'turisteo'.

Así, La Boscana, cuyas instalaciones acogen un restaurante con estrella y un salón de banquetes, ambos locales con paredes de cristal para que el espectáculo sea la naturaleza, se convierten en la razón del viaje al Pla d’Urgell y en el centro de difusión de las excelencias del entorno. La fruta, claro, la fruta, pletórica, la fruta de Lleida.

En principio, no sería la misión de un negocio privado poner sobre la mesa la promoción de los productos de la colectividad, y yo creo que sí, aunque un empresario con sentido común dirá que lo primero es ganar dinero, que el establecimiento sea sostenible (porque la auténtica sostenibilidad sobrepasa la usual y deslustrada aplicación del término).

La Boscana, pues, es un reclamo para Lleida porque sitúa la fruta en el centro y no en una periferia ornamental o postrera. Compran y cultivan, estudian, investigan. ¿Embutido de caqui? Sí, embutido de caqui.

Las cabras de raza murciano-granadino de Muntanyola.

Las cabras de raza murciano-granadino de Muntanyola. / Pau Arenós

Coincide la publicación de la visita con otro pequeño viaje, cerca de Manresa, a la quesería Muntanyola, propiedad de la fundación Ampans; de nuevo, el fomento del entorno, del Bages.

Un rebaño de cabras propias, quesos campeonísimos y compromiso social con el empleo de personas con discapacidades. No es solo una quesería (y qué gran quesería), sino un proyecto que trasciende la gastronomía pero que parte de la gastronomía.

A veces, los agricultores, los ganaderos, los tenderos, los cocineros son el motor, son el impulso. Son el cambio.

Sí, confiemos.

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