Nuevos controles

Casi el 10% de inspecciones a barcos por basuras deriva en expediente sancionador

Los residuos pueden ser tan perjudiciales para la biodiversidad marina como los hidrocarburos o productos químicos

El 37% de las basuras en las playas proviene de la actividad humana en el mar

Contaminación de plásticos en el mar, puerto de Banda Aceh

Contaminación de plásticos en el mar, puerto de Banda Aceh / CHAIDEER MAHYUDDIN / AFP

Glòria Ayuso

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Las basuras que los barcos arrojan al mar pueden ser tan perjudiciales para la flora y fauna marinas como los hidrocarburos y los productos químicos, según indica la Organización Marítima Internacional (OMI). Es por ello que se han incorporado nuevas inspecciones para el control de las entregas de desechos de los buques en los puertos. Los resultados arrojan a la luz que hay mucho trabajo por hacer: de las 729 inspecciones de este tipo realizadas en los puertos españoles en 2023, 67 (el 9,2%) derivaron en la apertura de un expediente sancionador, según revelan los datos del Ministerio de Transportes

Las Capitanías Marítimas se encargan de estas nuevas inspecciones, reguladas por la Directiva Europea sobre entrega de desechos de buques que entró en vigor en 2022 con el fin de proteger el medio ambiente marino de los efectos negativos de las descargas de desechos. El pasado diciembre, los países de la Unión Europea (UE) acordaron además que tirar basura desde un buque sea considerado un vertido ilegal, entre otras medidas destinadas a endurecer la normativa que regula a nivel comunitario la contaminación emitida por los barcos dedicados al transporte marítimo.

Plásticos en el mar

Plásticos en el mar / Pixabay

El mayor peligro, el plástico

Según la OMI, el mayor peligro lo constituye el plástico, que puede flotar durante años. "Los peces y mamíferos marinos a veces confunden los plásticos con alimentos y pueden quedar atrapados en cuerdas, redes, bolsas y otros artículos". Además de los plásticos, se prohíbe tirar al mar cualquier tipo de residuo, como son las aguas sucias (procedentes de desagües, WC, lavabos y cocinas), basuras sólidas, sobras de alimentos (excepto pescado fresco), residuos de tareas domésticas, papel, cables de amarre, los restos de embalajes y maderas, las aguas con hidrocarburos procedentes de la sentina, lodos del depurador, aceites, aguas de lavado de tanques que han contenido sustancias nocivas, etc.

Junto con los residuos de los combustibles, también figuran los gases contaminantes y partículas procedentes de los motores. La normativa se recoge de forma específica en el Anexo V del Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques (MARPOL) de la OMI. 

Educación necesaria

En algunas zonas del mar se ha detectado que "la mayor parte de la basura proviene de los buques que pasan por las cercanías para los que es más conveniente tirar la basura por la borda en lugar de eliminarla en los puertos", indica la OMI, que considera necesario "educar" para persuadir de la utilización del océano "como basurero". 

Plásticos en el mar

Residuos vertidos que se acumulan en el mar. / EP

La norma sobre desechos afecta a cualquier tipo de embarcación, desde la recreativa a los grandes pesqueros y barcos mercantes. La regulación también indica que los puertos deben garantizar la habilitación de instalaciones adecuadas para la recepción de basuras que respondan a las necesidades de los buques que las utilicen y sin que la descarga de desechos les implique sufrir demoras innecesarias.

Cumplimiento del azufre

Por otra parte, las Capitanías Marítimas también realizaron un total de 1.164 inspecciones el año pasado para comprobar que se cumplen los límites de contenido de azufre en el combustible consumido por los buques, tanto en puerto como en navegación, establecidos por el Convenio MARPOL. En este caso, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible indica que “solo se detectaron diez incumplimientos en todo el año 2023, lo que demuestra la efectividad de las medidas puestas en marcha para la lucha contra las emisiones contaminantes”.

La variación del contenido de azufre en el combustible utilizado por los buques ha sido un tema de creciente importancia en el ámbito de la regulación marítima internacional, principalmente debido a las preocupaciones ambientales relacionadas con la contaminación atmosférica y sus efectos adversos tanto en la salud humana como en el medio ambiente. La quema de combustibles con alto contenido de azufre produce óxidos de azufre (SOx), que son contaminantes perjudiciales que pueden causar problemas respiratorios en las personas, lluvia ácida y contribuir a la formación de niebla tóxica, afectando negativamente la agricultura, los ecosistemas acuáticos y terrestres, y la infraestructura.

Las emisiones de azufre de los buques provocan contaminación atmosférica y tienen efectos sobre la salud.

Las emisiones de azufre de los buques provocan contaminación atmosférica y tienen efectos sobre la salud. / MITMA

Contenido a la baja

El contenido de azufre en el combustible marino ha disminuido significativamente en los últimos años, especialmente después de la implementación de las últimas enmiendas al Anexo VI del Convenio MARPOL, que entraron en vigor en enero de 2020. Estas enmiendas redujeron el límite máximo de contenido de azufre en el combustible utilizado por los buques fuera de las Áreas de Control de Emisiones designadas (ECA) del 3,50% en masa a un 0,50% en masa. En las ECA, el límite se había establecido previamente en 0,10% en masa, en vigor desde 2015.