La oposición tumbará la hoja de ruta del mandato de Collboni en Barcelona

El alcalde Jaume Collboni afronta una nueva votación este miércoles en que, salvo un giro de guion de última hora, volverá a topar con la minoría con que se maneja al frente del Ayuntamiento de Barcelona. El gobierno monocolor del PSC parte sin aliados suficientes para empezar a tramitar el Plan de Actuación Municipal (PAM), el documento que condensa las inversiones, las obras y las políticas que se pretenden acometer de aquí a 2027.

Junts, PP y Vox prevén votar en contra de la hoja de ruta en que los socialistas trazan el camino que se comprometen a seguir hasta el final del mandato y que someterán a debate en la comisión municipal. Los comunes han anunciado que se abstendrán, con lo que un eventual apoyo de ERC al PSC resultaría insuficiente para Collboni, como ya pasó con el proyecto de presupuestos de 2024.   

Junts y el PP han avanzado que se pronunciarán contra el PAM en la comisión del Ayuntamiento. Asimismo, fuentes de Vox han informado de que se opondrán a la planificación del gobierno municipal. Las tres formaciones suman 17 votos.

"Grandes ausencias"

Barcelona en Comú no prevé sumar sus nueve votos a los de los nacionalistas, los populares y la extrema derecha. En todo caso, serán decisivos para que el plan no supere el corte de la aprobación inicial. 

El concejal Marc Serra ha opinado que el documento presentado por los socialistas acusa “ausencias” y “se olvida de las grandes prioridades de la ciudad”. El edil ha afeado que el PAM relegue los ejes verdes -se prevé extender uno-, ha reprochado que no amplíe los servicios del dentista municipal y ha dicho ver carencias en la construcción de vivienda pública. Son todas banderas habituales de la exalcaldesa Ada Colau. A su vez, Serra ha interpretado que el documento demuestra que Collboni “renuncia a acabar la conexión del tranvía” este cuatrienio.

En todo caso, el concejal ha justificado la abstención de los comunes porque, según ha afirmado, el PSC se ha comprometido a que el proceso participativo del PAM se alargue de algo menos de dos meses previstos a tres. No obstante, el veto al plan hará que decaiga el debate abierto a los vecinos, sin que llegue ni siquiera a convocarse.

Colau se encontró en la misma situación en 2016, un año después de asumir el mando. Se repitió en 2021, cuando los rivales desestimaron su plan en un punto más avanzado. El PAM no llegó a implantarse en el primer mandato ni tampoco en el segundo de la alcaldesa, si bien fue la guía oficiosa que le marcó la senda.

Alianza estéril

Los votos en contra de Junts, PP y Vox, unidos a la abstención de Bcomú, bastan para tumbar el plan de actuaciones a Collboni. Además, hacen inservible que el PSC y ERC vuelvan a entenderse, como ya ocurrió con las cuentas municipales, que acabarán entrando en vigor a principios de mayo, tras recurrirse al comodín de la cuestión de confianza.

Los republicanos -señalados como próximos integrantes del gobieno de Collboni- no han revelado qué postura tomarán en la comisión. Sí han expresado que las líneas maestras del PAM “no coinciden con las prioridades” de ERC para Barcelona. Aun así, aseguran que han logrado “mover” al PSC para acercar posturas.

La previsible derrota que los socialistas encajarán este miércoles no implica que los proyectos incluidos en la hoja de ruta se desechen ni que acaben en la basura. En todo caso, constatará que Collboni sigue falto de socios para apuntalar un gobierno que, por ahora, sigue contando con solo 10 de los 41 miembros del pleno municipal.