Jefas de la Guardia Urbana de Barcelona: "Las mujeres policía lideramos de otra manera"

La Guardia Urbana de Barcelona se creó en el año 1907, pero no fue hasta el 1979 que se permitió el acceso de las primeras mujeres al cuerpo. En aquél entonces, ellas debían llevar falda de tubo y tacones, y no se les permitía llevar arma. Ahora, 45 años después, representan el 17,6% de la plantilla -el porcentaje más alto hasta la fecha- y no solo han dejado atrás aquella vestimenta de “mujer florero”, sino que han ido ascendiendo y ocupando cargos directivos. Es el caso de Mercedes Carballo, Noelia López y Begoña García; dos intendentas y una inspectora con dos décadas de trayectoria dentro del cuerpo policial, y que ostentan estos puestos desde el pasado mes de enero. EL PERIÓDICO ha conversado con ellas sobre su papel como mujeres en los mandos de esta institución.

“Mi padre y mi hermano eran agentes de la Guardia Urbana, pero yo fui la primera mujer de la familia”, explica Begoña García, inspectora de la Unidad Territorial del Distrito del Eixample. García entró en el cuerpo hace 22 años y recuerda que fue "todo un orgullo" tanto para su familia como para ella. “Entonces la Guardia era un poco diferente. No había tantas mujeres, y menos en cargos directivos. Pero esto ha ido evolucionando en poco tiempo. Hemos pasado de ser una figura más simbólica a ser una policía más, ejerciendo las mismas tareas y funciones que cualquier hombre”, explica.

Mercedes Carballo, intendenta de la Unidad Territorial de Sant Andreu, también echó de menos más referentes femeninos cuando comenzó su andadura como policía, hace 19 años: "Eramos muy pocas mujeres y nos repartían, por lo tanto era complicado coincidir y establecer relaciones entre nosotras. También eché en falta más referentes mujeres en el momento de ascender, puesto que generalmente solo había hombres en puestos altos”, añade.

“Estamos luchando por la igualdad en la organización. Queremos ser un reflejo de la sociedad”, expresa Noelia López, intendenta de la Unidad Territorial de Sants-Montjuïc, quien entró en la Guardia hace 21 años, después de estudiar la carrera de Psicología. "Descubrí que me interesaba la parte más jurídica, así como el comportamiento delictivo y la asistencia a personas que necesitan ayuda. Durante unas prácticas de Psicología, empecé a estar en contacto con cuerpos policiales, vi que me llamaba la atención y decidí opositar. Por mi formación, sabía que podía aportar mi granito de arena a este servicio a la ciudadanía", cuenta.

La creciente presencia de mujeres en posiciones de liderazgo dentro de la Guardia Urbana de Barcelona refleja el progresivo avance hacia la igualdad de género en una profesión tradicionalmente dominada por hombres, si bien todavía queda camino por delante. Carballo, López y García asumen con "orgullo" su papel de referentes femeninos y animan a otras a hacer carrera en un ámbito que todavía está muy masculinizado.

“Nosotras estamos formando parte de este proceso de transformación. Cada una ha tenido su camino, pero nuestro esfuerzo y tesón nos ha hecho llegar donde estamos. Creo que es importante que estemos en cargos directivos, tomando decisiones igual que los hombres. Tenemos que estar ahí para ser un cuerpo paritario", declara la inspectora García.

"Es un orgullo contribuir a romper ese techo de cristal. Poder ser un ejemplo para las chicas más jóvenes, que te vean y digan: ¿Por qué yo no puedo? ¡Pues por supuesto! Valoro mucho el hecho de transmitir a las agentes que acaban de entrar que pueden tener la aspiración de llegar a puestos de dirección", añade la intendenta Carballo, quien reconoce que inicialmente no se había "planteado" la idea de ascender. "Con el tiempo he visto que lo que se busca es la excelencia. Da igual que seas hombre o mujer. Al final, lo importante es tener las competencias para el cargo”, dice.

“No somos ni mejores ni peores: nos complementamos. Las mujeres policía, en general, comunicamos y lideramos de otra manera, que se complementa con la de nuestros compañeros masculinos. Es necesario que haya ese equilibrio, tanto en la base como arriba del cuerpo", expresa la indendenta López.

Si bien las mujeres representan el 17,6% del total de agentes de la Guardia Urbana, en los puestos de mando representan el 15,4%. Ostentan cargos de subinspectoras, inspectoras e intendentas. No obstante, todavía no hay ninguna intendenta mayor -el cargo más alto de la escala superior-. A día de hoy, hay seis intendentes mayores -todos hombres- en la Guardia Urbana de Barcelona.

"Para que estemos en cargos directivos, es imprescindible que haya mujeres en la base de la pirámide, que la forman los agentes. Por eso, es importante que se presenten, y vayan desarrollando su carrera en el cuerpo", sostiene la inspectora García. "Las pocas que estamos arriba tenemos que animar al resto de mujeres, que son capaces y pueden hacer lo que ellas quieran hacer", concluye la intendenta López.