La Audiencia de Barcelona suspende el juicio por unos disturbios durante un desalojo en Sants

La Audiencia de Barcelona ha suspendido la celebración del juicio contra dos activistas de Sants por los disturbios durante el desalojo de un bloque de pisos en febrero de 2020. El tribunal ha considerado que las acusaciones contra los dos, que suman 6 años de prisión para cada uno, pueden vulnerar el derecho de defensa, ya que durante la instrucción no se habían concretado los hechos y delitos por los cuales serían juzgados. Antes del juicio, un centenar de personas se han concentrado frente al Palau de Justícia, donde han realizado un desayuno popular y se han pronunciado algunos discursos de apoyo por parte de otros grupos de apoyo a casos similares.

El tribunal considera que debe deliberar a fondo el asunto, que incluso podría volver al juzgado de instrucción. Cuando haya decidido, emitirá una interlocutoria que devolverá el caso a instrucción o fijará nueva fecha de juicio.

Los hechos se remontan a la fiesta de Carnaval de 2020 convocada por la Escola Popular de Sants y el Grup d'Habitatge de Sants  con el objetivo de señalar a los responsables de la "destrucción, la gentrificación y el encarecimiento" de las viviendas en el mismo barrio. Durante la fiesta, en la que participaron vecinos, familias y varios colectivos del barrio de Sants, se hizo público que se había ocupado un bloque en la calle Olzinelles, donde se habían realojado familias que habían sido desahuciadas. Según el grupo de apoyo, "en un ambiente festivo, con niños, y en medio de un refrigerio popular, la policía cargó contra las personas que estaban alrededor de la puerta del bloque": unas 70 fueron identificadas y multadas y a dos "al azar" se les acusó de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad.

Hacia las 22:20 horas del 22 de febrero de 2020, empezaron a producirse disturbios en la zona para obstaculizar la acción policial, colocando vallas de obra en la calzada, una mesa de unos dos metros de largo y otros objetos. Algunos de los concentrados lanzaron carros de supermercado llenos de basura contra las furgonetas policiales, una de las cuales fue golpeada, pero no consta ningún desperfecto de consideración. Cuando los agentes bajaron de los vehículos recibieron lanzamientos de piedras, botellas y otros objetos.

Uno de los dos acusados, con la ayuda de otro manifestante no identificado, levantó una puerta de madera y se disponía a lanzarla contra los agentes, pero un agente lo impidió. El otro acusado lanzó al menos una botella de vidrio contra los agentes.

Por todo ello, la fiscalía los acusa de un delito de desórdenes públicos y dos delitos de atentado contra agentes de la autoridad, y les pide seis años de prisión a cada uno.