300.000 euros

Un refugio antiaéreo de Barcelona dañado por obras, en jaque por el coste de rehabilitación

Historiadores y vecinos de Sants atribuyen el mal estado actual a unos trabajos de la parroquia vecina en 2016 y piden al Arzobispado que financie el rescate de las galerías subterráneas

Así estaba el refugio de Sants hace ocho años: sin humedades ni derrumbes

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Interior del refugio 819 de la plaza Bonet i Muixí de Sants, tomada en 2019

Interior del refugio 819 de la plaza Bonet i Muixí de Sants, tomada en 2019 / Distrito de Sants-Montjuïc

Pol Langa Sebastià

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El futuro de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil en Barcelona está en el aire por dos obras. Por un lado, las que presuntamente lo dañaron en 2019, tres años después de su hallazgo en muy buenas condiciones. Y, por otro, el coste de los trabajos necesarios para rehabilitarlo y abrirlo a visitas. Se trata del refugio 819 situado en la plaza Bonet i Muixí y bajo la iglesia de Santa Maria, en el corazón histórico del barrio de Sants.

El colectivo Patrimonis Invisibles, formado por historiadores locales y vecinos, reclama al Ayuntamiento de Barcelona que rescate este espacio subterráneo para que el público pueda acceder a él y descubrirlo, como se ha logrado en otros puntos de la ciudad, como Gràcia, la Sagrera o el Poble Sec. El consistorio, consultado por EL PERIÓDICO, cuestiona la viabilidad económica del posible acondicionamiento y asegura que falta por conocer la valoración de un experto ingeniero en minas, al que ha pedido diagnosticar si el estado actual puede revertirse con un proyecto de rehabilitación.

En caso de que fuera posible, la rehabilitación podría costar unos 300.000 euros. Se trata de una cifra orientativa que el gobierno barcelonés indicó en la última sesión de la Taula de Memòria de Sants la semana pasada. Se basa en la inversión que fue necesaria para la restauración del refugio de La Sagrera, reabierto en 2023.

Los activistas patrimoniales ponen sobre la mesa que el Arzobispado de Barcelona contribuya a financiar este importe, dado que atribuyen el mal estado actual del interior a unas obras que la Parroquia de Santa Maria efectuó justo encima en 2016. El consistorio las paralizó tras denunciarse en las redes sociales.

Agus Giralt, miembro del colectivo e historiador especialista en Sants, sostiene que de confirmarse la relación entre los trabajos efectuados en el exterior y el malogramiento del interior del refugio “sería exigible" que la Iglesia "se hiciese cargo” de la rehabilitación, una negociación que considera que debe quedar en manos del consistorio y el Arzobispado. También muestra ciertas “dudas” sobre la estimación municipal del coste: "En la Taula de Memoria nos dijeron que no tenían ningún informe y parece que han establecido la cifra a grandes rasgos porque no tienen un proyecto para el refugio de Sants”.

Mal estado del interior y una salida bloqueada

El búnker está compuesto por 80 metros de galerías y tenía capacidad para albergar a unas 200 personas. Contaba con dos salidas al exterior: una que daba a la plaza de Málaga (actual plaza Bonet i Muixí) y otra a la calle del Sant Crist. Hace ocho años agentes de la unidad de subsuelo de los Mossos d'Esquadra reabrieron el refugio, que llevaba años tapiado. Según informó entonces la policía catalana, estaba en muy buen estado, sin presentar filtraciones de agua ni zonas afectadas por derrumbes. También visitaron el espacio en 2016 miembros de Patrimonis Invisibles, que valoraron su estado positivamente pese a advertir falta de luz y ventilación. El distrito de Sants-Montjuïc anunció que lo documentaría con la voluntad de conservarlo.

La única entrada al Refugio 819 que queda operativa tras las obras en la Parroquia de Santa maria de Satns.

La única entrada al Refugio 819 que queda operativa tras las obras en la Parroquia de Santa maria de Satns. / Patrimonis Invisibles

La sorpresa llegó tras una segunda visita, posterior a los trabajos en la superficie. “Vimos que la segunda salida estaba demolida y llena de barro”, explica Giralt. “Sospechamos que fue responsabilidad de las obras de la iglesia”, subraya.

Para disipar suspicacias, ahora el ayuntamiento propone una nueva visita con todas las partes implicadas para valorar conjuntamente el estado del refugio y que las entidades "constaten lo que los expertos han trasladado al distrito". La postura del consistorio es que el lugar "está inacabado como refugio" y "no se encuentra en buen estado". Así, considera que hoy las galerías "no son estables" y que es necesario “un medidor de gases” para adentrarse en ellas, aunque reconoce que hay un buen nivel de oxígeno.

Un atril antes que rehabilitar

El distrito pone sobre la mesa la posibilidad de localizar y visibilizar el refugio con la colocación de un atril que explique su historia y la sustitución de la actual puerta de metal por otra de metacrilato transparente con iluminación que permita ver el interior.

El objetivo de Patrimonis Invisibles es más ambicioso. Este febrero entregaron al registro más de mil firmas de vecinos y la adhesión de medio centenar de colectivos de Sants en favor de la recuperación del búnker. En octubre celebraron una jornada de divulgación y reivindicación sobre este testigo de la defensa de Barcelona durante la guerra, con una charla en la plaza Bonet i Muixí.

El colectivo no se cierra a aceptar la propuesta municipal de instalar un atril, aunque preferirían un rescate completo. Propone incluso tejer un proyecto conjunto entre el refugio y la Casa del Rellotge, el edificio más antiguo del barrio, para dinamizarlos conjuntamente y ofrecer una experiencia cultural completa. El Ayuntamiento no descarta nada, pero recuerda que “en Barcelona hay 1.400 refugios y no todos se pueden rehabilitar por diferentes motivos”.

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