Investigación abierta

Tercer saqueo en un mes a un suntuoso panteón modernista del cementerio de Montjuïc

Los Mossos d'Esquadra tratan de identificar a los ladrones con las imágenes de las cámaras recién instaladas en torno al panteón Coromina, foco de robos en las últimas semanas para expoliar la virtuosa barandilla exterior

El cementerio de Montjuïc instala cámaras de seguridad para frenar los saqueos a un lujoso panteón modernista

El propietario del panteón Coromina, Albert Sáenz, observa los daños tras uno de los saqueos en el cementerio de Montjuïc.

El propietario del panteón Coromina, Albert Sáenz, observa los daños tras uno de los saqueos en el cementerio de Montjuïc. / FERRAN NADEU

Jordi Ribalaygue

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Los Mossos d’Esquadra investigan el tercer acto de pillaje que una suntuosa tumba modernista sufre en pocas semanas en el cementerio de Montjuïc, en Barcelona. Los policías tratan de identificar a través de las imágenes de unas cámaras de seguridad a los expoliadores que están despojando el panteón Coromina, construido en 1907 e incluido en las rutas guiadas por la necrópolis. 

Buena parte de la barandilla de bronce que cubría el ala derecha del sepulcro ha volado en apenas un mes. El propietario, Albert Sáenz, calcula que se han desvalijado al menos 15 metros de la balaustrada que, al modo de una enredadera de ramas, envuelve el monumento funerario, coronado por la estatua de un ángel. 

El dueño cree que se trata de un “expolio por encargo”. Sospecha que, tras la sustracción, se oculta alguien con el suficiente dinero como para encapricharse de un forjado soberbio y más que centenario, una auténtica pieza única. “Lo cierto es que hace semanas que están robando solo en este panteón, seguro que por intereses que van mucho más allá de vender el material como chatarra”, declara convencido.

Tras los dos saqueos encadenados con pocas semanas de diferencia, los ladrones se colaron este martes en torno a las 07.00 horas de la mañana, fuera del horario de apertura del camposanto. Los Mossos confirman que lograron llevarse otro pedazo más de baranda. 

Un vídeo como prueba

A diferencia de las ocasiones anteriores, el delito quedó registrado esta vez por el sistema de videovigilancia que Cementiris de Barcelona ha instalado en torno al panteón tras los recientes sucesos. “Ha enganchado a dos, mientras un tercero controlaba si venía un vigilante. No contaban con las cámaras. Cuando los de seguridad han ido allí, ya no estaban”, relata Sáenz. 

El propietario del panteón Coromina, Albert Sáenz, en la cripta de la tumba situada en el cementerio de Montjuïc, en Barcelona.

El propietario del panteón Coromina, Albert Sáenz, en la cripta de la tumba situada en el cementerio de Montjuïc, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Los Mossos informan de que este martes por la tarde, horas después de que se arrancara otro tramo de barandilla, recibieron una denuncia y la grabación que acredita el crimen. La policía examina el vídeo para descubrir la identidad de los asaltantes. No ha trascendido que se hayan producido detenciones por el momento.

En el sepulcro están enterrados los familiares del dueño, incluida su madre, un hermano y varios antepasados. La tumba no ha sido profanada en ningún momento, como pasó con 162 nichos el verano pasado, supuestamente para despojar de oro, joyas y relojes a los cadáveres.

Vigilancia permanente

Los hurtos a la joya modernista han forzado a Cementiris de Barcelona a extremar las medidas de seguridad alrededor del panteón Coromina. La compañía asegura que ha implantado "medidas adicionales específicas" en la tumba monumental "y el conjunto de panteones de la zona con elementos decorativos de carácter similar".

En las últimas semanas, la empresa dependiente del Ayuntamiento ha comunicado al titular que ha camuflado varias cámaras en torno al sepulcro. Ya puso un visor tras el primer robo, pero se reveló que estaba mal enfocado, porque no captó el segundo asalto. Tras redirigir el objetivo, se colocaron dos más.

La empresa también anunció a Sáenz que intensificaría las rondas de vigilancia. Además se ha levantado una valla de obra alrededor del sepulcro. No obstante, la cerca no ha resultado suficiente para frenar a los delincuentes. Cementiris de Barcelona comenta que las cámaras grabaron a dos personas forzando la barrera. 

“Son ágiles, porque no es un cerramiento fácil de saltar. Por las imágenes, parecen un señor de unos 40 años y otro más joven, de unos 25”, explica el propietario. Añade que Cementiris de Barcelona le ha transmitido que ha ordenado que, desde este martes, un guarda jurado se aposte durante las “24 horas” en las inmediaciones de la lujosa tumba. 

Al mismo tiempo, el dueño y la compañía mantienen conversaciones para rehacer la barandilla. Cementiris de Barcelona afirma que el contacto "ha sido constante desde finales de enero". Se estudia reemplazar el trecho que ha desaparecido por otro nuevo que lo imite. El titular dice que podría estar construido y puesto en unos cuatro meses.