Homenaje callejero
Una lápida en versión grafiti recordará la lucha vecinal de la Abaceria en Gràcia
“La mala gestión –anunciará la placa activista- hizo que se destruyera una joya modernista catalogada”
El grafitero de baldosas de Barcelona
Ana Sánchez
Periodista
En vez de “¿cómo estás?”, a ella le preguntan “¿que has hecho qué?”. No sabe cocinar, pero sí tirar hachas. Si le haces una pregunta retórica, lo más probable es que la responda. Autora de ‘Barcelona increíble’ (Ediciones B).
Es una placa con forma de lápida. Tiene tono funerario, colorido grafitero y deje activista. “En memoria de los vecinos y vecinas de Gràcia”, recordará este lapidario callejero frente al mercado de la Abaceria. “La mala gestión –pretende mantener en la memoria colectiva- hizo que se destruyera una joya modernista catalogada”.
La placa grafitera se refiere a la mítica estructura de hierro del antiguo mercado, que el Ayuntamiento derribó hace apenas dos meses ante la indignación vecinal. “Una estructura de hierro catalogada, del año 1892 –apunta el autor de la placa, el artista urbano Joan Juncosa- y una de las pocas obras que se conservaban del arquitecto Joan Torras Guardiola, considerado el Eiffel catalán”. La Plataforma Abaceria Respira había recogido más de 8.600 firmas para reclamar que se conservara la mítica cubierta y se aprovechara la reforma del mercado para crear una zona verde que ejerciera de “pulmón del barrio”.
Será el homenaje callejero a una larga batalla vecinal. “Han sido 8 años de lucha –apuntan los vecinos-. Nos hemos sentido engañados y menospreciados porque el Distrito manifiesta verbalmente que ha existido un proceso participativo, pero no ha sido así”. No se cruzarán de brazos, anuncian. “La lucha de Abaceria Respira no se detiene porque entendemos que es una lucha necesaria en estos tiempos de emergencia climática".
“Han defendido un patrimonio que es de todos –justifica Juncosa-. Cuando las futuras generaciones miren atrás, que vean que otra forma de hacer las cosas era posible”. Joan Juncosa es #elchicodelasbaldosas de Instagram. Lleva tres años colgando por las calles ‘panots’ en versión grafitera. El año pasado llenó Barcelona de coloridos urinarios activistas. Collejas en versión artística junto a rastros corrosivos de meadas. “Se ha normalizado que la ciudad huela mal”, puso entonces el dedo en la llaga.
La placa se descubrirá el 3 de febrero (12 h) en un acto vecinal, con discursos y pica-pica, a lo inauguración municipal. La pieza activista se colgará en Travessera de Gràcia, 189, con vistas a las polémicas obras.
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