Maragall deja el ayuntamiento y la política entre agradecimientos y con un recuerdo a su hermano Pasqual

Ernest Maragall ha participado este viernes en su último pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona. Se ha despedido al final de la sesión, 53 años después de empezar a trabajar, como técnico, en el consistorio. Por el camino ha tenido papeles destacados en la Generalitat, el Parlament y el Parlamento europeo. “¡Visca Barcelona!”, ha proclamado al final de su intervención.

“Este adiós tiene un origen reciente, pero también uno lejano, que viene de octubre de 2017, de lo que yo llamo estado de excepción”, ha afirmado Maragall en alusión al referéndum del Procés y sus consecuencias judiciales. Sin aquello, ha dicho, como ha hecho otras veces, probablemente no hubiera dado los pasos que le llevaron de vuelta al consistorio con ERC tras haber sido funcionario 25 años y luego concejal del PSC durante dos mandatos (1995-2003).

"Dos intentos frustrados"

 “Me voy de la política activa cuando estamos a punto de recuperar los derechos de participación mediante una amnistía ganada mediante negociación y a fuerza de votos”, ha subrayado. También ha recordado los “dos intentos frustrados de llegar al objetivo soñado”, cuando en 2019 se quedó sin ser alcalde pese a ganar las elecciones municipales, por el apoyo de Manuel Valls a Ada Colau, y cuando en 2023 tampoco logró ser teniente de alcalde en un gobierno Junts-ERC, que ya estaba pactado y que no llegó a materializarse al apoyar el PP y Barcelona en Comú a Jaume Collboni como alcalde“

La ciudad metropolitana y Pasqual Maragall

Maragall ha mostrado su agradecimiento a concejales, funcionarios, periodistas, y ha instado a poner por encima de todo a la ciudadanía. También ha llamado a los que seguirán en el ayuntamiento a elegir: “Decidan si Barcelona es sujeto u objeto, si debe ser escenario o protagonista, capital o segunda ciudad del Estado”. Como pruebas de ese compromiso ha señalado una serie retos: “recuperar” para la ciudad la sede policial de Via Laietana, reducir la desigualdad, mejorar los efectos del cambio climático.

“No quiero acabar sin tener presente a Pasqual Maragall. No tiene sentido celebrar a Pasqual Maragall pública y continuamente como referencia obligada de la mejor Barcelona si a la vez no nos exigimos formalizar el proyecto de la gobernación democrática para la realidad metropolitana, hoy menospreciada o negada”, ha dicho en un recuerdo a su hermano.

Maragall ha querido rendir homenaje a dos personas con los que ha coincidido en el ayuntamiento, la trabajadora del consistorio Rosa Maria Creus y la concejala de ERC Marina Gassol, fallecida en marzo pasado.

Elogio general

Todos los grupos han elogiado al que se va. Xavier Trias ha destacado “el socialismo nacionalista” de Maragall: “Eres un hombre de palabra. Lamento que pactos contra natura no te permitieran ser alcalde. Fue una vergüenza”, ha dicho, y ha recordado que otro pacto impidió que gobernaran juntos este mandato.

Por el PSC, antiguo partido de Maragall, la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha repasado la trayectoria del hoy miembro de ERC: “Has dejado una huella fuerte en el ayuntamiento y en la Generalitat. Siempre has defendido tus posiciones, también cuando no eran mayoritarias, en el PSC y en ERC”. Bonet ha recordado que le sucedió en un cargo, ya que ella fue secretaria del Gobierno catalán en 2006, responsabilidad que Ernest Maragall desempeñó de 2003 a 2006.

Colau: “No pudimos gobernar juntos”

La exalcaldesa Ada Colau, que resultó decisiva para que Maragall no fuera alcalde en 2019 -de nuevo es necesaria la alusión a Manuel Valls- ni teniente de alcalde en el mandato actual, al apoyar como alcalde a Collboni, le ha dicho: “No pudimos gobernar juntos. Me hubiera gustado”.

Su sucesora al frente del grupo de ERC, Elisenda Alamany, ha asegurado que de Maragall ha aprendido a elegir ciudad entre la ciudad y el partido, lo que no deja de tener su aquel, porque la concejala advirtió en noviembre que los republicanos habían regalado su apoyo al gobierno en el mandato anterior al pensar demasiado en al ciudad.

Abrazo con Alamany

Fue el 10 de noviembre, día en el que Alamany declaró que Maragall debía dejarle paso al frente del grupo e irse del consistorio. Aquellas frases resultaron sorprendentes y hostiles, aunque ella negó que ese fuera su propósito. Al final, los dos se han abrazado.

“No nos conocemos mucho. Te descubrí en la campaña electoral. La izquierda suele hablar de respeto pero no respeta mucho, y en tu caso no ha sido así”, ha afirmado Daniel Sirera, jefe de filas del PP, el otro grupo, junto con Barcelona en Comú, quien al votar a Collboni impidió a Maragall ser teniente de alcalde de Trias. El concejal de Vox Gonzalo de Oro Pulido ha deseado “lo mejor desde las antípodas ideológicas” al concejal saliente.

Collboni, el último

El último en hablar en la despedida ha sido el alcalde, Jaume Collboni, que ha recordado que compartieron militancia en el PSC, en el que él participaba de la generación posterior a la de Maragall: “Hay un legado de vuestra generación ligado a ti y al apellido que representas”.