Barcelona pide prohibir el uso de los móviles en los centros de primaria y secundaria

El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este martes una proposición que insta a la Generalitat a prohibir el uso del móvil dentro de los centros educativos por parte de los alumnos de los cursos de educación primaria y secundaria. Barcelona en Comú ha defendido la propuesta en la comisión municipal de derechos sociales, que ha sumado los apoyos de PSC, Junts, ERC y Vox, mientras el PP se ha abstenido. Asimismo, se ha ratificado por unanimidad otra petición, esta promovida por ERC, que plantea que el consistorio debata sobre el acceso de los menores a los dispositivos y, entre otras ideas, sugiere crear espacios libres de móvil para niños y adolescentes en Barcelona.

El gobierno del alcalde Jaume Collboni ha compartido la preocupación por el abuso de la tecnología. La teniente de alcalde Eugènia Gay ha destacado que, en una reciente sesión del consejo escolar de Barcelona, la “reflexión unánime” que el consistorio comparte es que se requiere regular el uso de los dispositivos en escuelas e institutos. “La tecnología ha aportado beneficios, peor no es irrelevante que hay riesgos que hay que abordar y que, conforme la revolución digital se va implementando, vamos percibiendo. Algunos son alarmantes”, ha expresado. 

La proposición de los comunes insta a los departamentos de Educació y de Salut de la Generalitat a “garantizar el no uso de los teléfonos móviles por parte de los adolescentes y jóvenes en los centros educativos”. Propone promoverlo implantando “una normativa general para todos los centros” y “comenzando por la prohibición del uso de los móviles en primaria y secundaria obligatoria”.

Barcelona en Comú ha modificado el texto con una transacción que ha pactado con Junts, para incluir que la regulación se tramite “con un proceso dialogado con la comunidad educativa”. El ejecutivo de los socialistas ha coincidido que resulta imprescindible que las pautas sean unificadas para todos los colegios.

"No es una cruzada"

“No es una cruzada contra la tecnología, sino cómo aprendemos a hacer servir estas herramientas en edades en que el cerebro aún se está formando”, ha esgrimido la concejal Gemma Tarafa (Bcomú). La edil -que fue responsable de la cartera de Salud en el gobierno de la exalcaldesa Ada Colau- ha citado estudios que advierten que el uso excesivo de los móviles provoca “muchos impactos en la salud física y mental” de los menores. Ha citado el “sedentarismo, el deterioramiento de la visión, la dependencia, el déficit de la atención o los trastornos depresivos”, entre otros.

A su vez, Tarafa ha recordado que grupos de padres de Barcelona se están organizando para retrasar la entrega de dispositivos a sus hijos adolescentes. También ha rogado que, antes de que acabe el mes, se convoque a la red de expertos sobre bienestar digital, organizada por el consistorio el mandato pasado.

Más allá de las escuelas

A su vez, ERC ha alegado que la inquietud por la adicción juvenil al móvil debe extenderse más allá los centros educativos. “Me preocupa mucho más el uso que hacen del móvil fuera de la escuela que dentro. Se debe abordar la cuestión escolar, pero sobre todo fuera”, ha blandido la republicana Eva Baró.

Además de programar actividades y habilitar lugares donde se evite el uso del móvil, la propuesta de ERC exhorta al Ayuntamiento a elaborar una guía de recomendaciones para familias y espacios comunitarios sobre buenas prácticas del uso de los dispositivos por parte de los menores. También aboga por difundir una campaña para prevenir riesgos dirigida a los más jóvenes.

“El Ayuntamiento debe ser capaz de generar espacios alternativos a esos ratos que pasan con el móvil y promover actividades que les permitan desligarse de esta adicción”, ha respondido Gay. La teniente de alcalde ha añadido que el consistorio prepara una medida de gobierno “para proteger a menores y adolescentes en el entorno digital”.