Así es el clon viral del Monstruo Buu de ‘Dragon Ball’

Al verle se te queda la misma cara de pasmo que a la reina Letizia al saludar a Abascal. Hoy por las Ramblas se pasea un monstruo rosa de dos metros 30, cuerno en la cabeza y mirada resabiada de villano anime. Ya está acostumbrado a dejar un reguero de bocas abiertas y móviles disparando a discreción. “¡No me conviertas en chocolate!”, le suelen rogar entre foto y foto. Él sonríe bajo su piel rosa de silicona con ademán pacífico. “Me gusta mucho –susurra- ver la ilusión de la gente”.  

Es Majin Buu, el Monstruo Buu (Majin Boo, en la versión americana), “el mejor villano de ‘Dragon Ball’”, confirma Google. Un malo color Barbie disponible en mil formatos que suele transformar a quien se topa en chocolate antes de comérselo. Hace apenas un año que tiene un clon viral en Barcelona: @buureal, en redes. El primer vídeo que colgó en TikTok no tardó en superar los 12 millones de visualizaciones. “Sí que gusta esto”, pensó.  

Sin el camuflaje rosa, se le ve cara de buena persona. Nadie diría que se pasea de vez en cuando con motosierra y un saco en la cabeza. En su casa tiene la máscara de Jason, el psicópata de ‘Viernes 13’. “Siempre me han gustado los malotes”, se ríe él. Ha arrancado gritos en el scream park ‘Horrorland’ y en el ‘escape room’ que quita el sueño Insomnia Hotel. Este Halloween desempolvó su machete ensangrentado en la coctelería Somnia. Uno de sus mejores amigos es un clon de Freddy Krueger. 

No sabes si presentarte con dos besos o con el grito de “¡Kame Hame Ha!”. Robert tiene toda la evolución de ‘Dragon ball’ tatuada en la espalda.

Robert, sin apellidos (quiere mantener anónima su doble identidad). Es alto y goloso, como su álter ego anime. Sin cuerno rosa, mide 1,95. Cuando no hace de villano ‘cosplayer’, se tiene que acostar a las 9 y media de la noche. Entra a las 5 de la mañana a trabajar en una empresa de reciclaje de papel. Acaba de cumplir 42 años. Tenía 8 cuando TV3 estrenó ‘Bola de drac’. Como el resto de ‘millennials’, aprendió a insultar con Vegeta. Aún circulan por internet listas nostálgicas con sus imaginativos insultos en catalán: de “pelacanyes” a “merdeta seca” o “tros d'imbècil acabat”. 

Es el quinto mejor manga de todos los tiempos, según el ránking de la tele japonesa TV Asahi. La epopeya de Goku, Bulma y compañía ha dado de sí casi 40 años de series, películas, videojuegos, figuritas, cartas coleccionables. A estas alturas, ‘Dragon Ball’ tiene más tramas que la vida de Tamara Falcó.  

Hace semanas que no dejan de publicarse “filtraciones”, como si fueran los pactos de la investidura de Pedro Sánchez. Desde que se anunció el estreno de un nuevo anime en la New York Comic Con: ‘Dragon Ball Daima’ llegará en otoño de 2024, coincidiendo con el 40º aniversario de la saga y con la supervisión del propio creador, Akira Toriyama. Goku y sus amigos ahora volverán a ser niños. No se veía tanta expectación desde lo de Ricky Martin, el perro y la mermelada.

“Lo peor son las manos”, confiesa Robert. “Se pasa mucho calor en las manos”. Suelta un suspiro de alivio al recuperar sus extremidades de carne y hueso. "No sé como aguanta, la paciencia que tiene”, resopla al lado Uri –amigo y asistente- mientras le ayuda a quitarse el cuerpo de látex con abdominales de Ronaldo. Le suelen acompañar él o su novia, Salma. Aun con ayuda, Robert tarda en transformarse en Buu 30-40 minutos. 

¿Lo más curioso que le ha pasado? “A ver –se ríe-, con ese cuerno que tengo en la cabeza, imagínate la de chicas que te dicen cosas súper fuera de lo normal”. ¿Así se liga? “Hay algunas que son muy fanáticas del personaje –cuenta-. Muy divertido. Todo muy sano”.  

Lo que más le preguntan: “¿Por dónde respira?”. El villano rosa no tiene nariz. “Normalmente respiro por la boca”, desvela sin secretismos. Es que la máscara parece de verdad. “Se amolda tanto a tu piel que parece una segunda piel”, te incita a que la toques. Es hiperrealista, sí. “A Europa no ha llegado ninguna de estas”, asegura. La compró en EEUU. Solo la máscara le costó 1.500 euros, dice sin aspavientos. 

Habrá pagado por el traje completo –calcula- casi 3.000 euros. “Un pastizal”, se encoge de hombros con resignación. “Al final es ilusión. Y capricho también un poco. Es un pozo sin fin. Pero cuando ya lo tienes perfecto es cuando dices: ‘Bah, me da igual lo que me haya gastado’. Porque realmente lo vas a disfrutar”. 

¿Podría ganarse la vida como monstruo? “Yo creo que sí –confía-. Van saliendo bolos. Pero esto del frikismo es un no parar”, se ríe. Ya tiene un nuevo ‘cosplay’ hiperrealista de ‘Dragon Ball’ en el armario. Lo presentará el próximo 11 de noviembre en Murcia. No es el único 'dragonballadicto'. Tiene un chat de Whatsapp con una cuarentena de ‘cosplayers’ de la saga solo de Barcelona. Gusta mucho ‘Dragon Ball’, sí. “Cada vez más –asegura Robert-. Están saliendo muchísimos salones”. Ya incluso se pueden comer las bolas de dragón.  

La ruta barcelonesa de ‘Dragon Ball’

Hace cinco años que abrió en las Galerías Maldà la primera tienda de España inspirada en 'Dragon Ball': Kame Hame Shop. Aquí puedes encontrar bolas de drac sin mucha búsqueda y hasta ponchos de Goku.  

A estas alturas de saga, en Barcelona se pueden pedir bolas de drac hasta en formato postre. El Grupo Muten ya ha abierto tres tabernas japonesas inspiradas en ‘Dragon Ball’. “Nosotros éramos muy fans de la serie –recuerda Óscar Morejón, cofundador del grupo junto a Josep Martí- y queríamos abrir un japonés un poquito diferente”. Debutaron en Gràcia hace 7 años con Mutenroshi Ramen (Sant Agustí, 10). “Desde el primer minuto hubo muy buena acogida –cuenta Óscar-. Han venido actores, mucho fan, cosplayers… Viene gente de todos los sitios”. La segunda tasca para fans de Goku la abrieron en Sabadell: Kame House Kitchen (Sant Vicenç, 20). La última, en Badalona: Muten Town (Lleó, 55). La nostalgia ‘millenial’ se mitiga a sorbos. La bebida de la casa se sirve en la cabeza del Monstruo Buu. 

Suscríbete para seguir leyendo