Movilidad sostenible

Marea ciclista en Barcelona para defender el carril bici de la Via Augusta

Los defensores del carril bici de Via Augusta buscarán amparo en la UE por los fondos europeos que lo financiaron

Así fue la inauguración 'pirata' del carril bici de la Via Augusta

40 años de lucha ciclista: ¿por qué Barcelona no es Ámsterdam?

El carril bici de Via Augusta estrangula la entrada de coches a Barcelona desde el Vallès

Manifestación en defensa del carril bici de la Via Augusta / C. M. D.

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cerca de 400 personas se han manifestado este sábado en defensa del carril bici de Via Augusta, un vial con tres meses de vida sobre el que penden serias dudas sobre su continuidad. Convocados por distintas entidades -Bici Augusta, Bicibús Sarrià, Bicicleta Club de Catalunya y BikeVidrera-, los convocados, casi todos en bici, han marchado desde la plaza de Molina hasta la entrada del túnel de Vallvidrera. Sin coches, si no se cuentan las patrullas de la Guardia Urbana que custodiaban el pelotón.

Dos generaciones de ciclistas urbanos, en la entrada del túnel de Vallvidrera, al término de la protesta

Dos generaciones de ciclistas urbanos, en la entrada del túnel de Vallvidrera, al término de la protesta / Carlos Márquez Daniel

El carril bici de la Via Augusta ya se proyectó en la primera década del presente siglo. Sin suerte. Fue en el mandato anterior cuando, con presupuesto municipal y con fondos europeos, finalmente se llevó a cabo la obra, con lo que ya se puede pedalear por vial segregado y en calzada desde la Diagonal hasta la calle de Dolors Monserdà, justo por encima del paseo de la Bonanova. El corredor, sin embargo, coincide con la salida y entrada del Túnel de Vallvidrera, embudo por el que entran muchos vehículos procedentes del Vallès. Como todo no cabe, la nueva infraestructura ciclista obligó a eliminar un pasillo de coches, cosa que ha complicado la circulación por esta arteria. Ahí nace la criatura, o mejor dicho, el conflicto.

Están trabajando en ello

Jaume Collboni aseguró al ganar las elecciones que el carril pasaría por un proceso de revisión que incluiría un análisis de la afectación sobre el tráfico y sobre el uso real del carril. "reevaluación", dijo, concretamente. Una consultora está en ello. Pero los ciclistas no han querido esperar y, quizás temiéndose lo peor para ellos, han salido una vez más a la calle.

Una bici avanza por el carril ciclista de Via Augusta mientras los coches hacen cola entre Vergós y Mitre, este miércoles

Una bici avanza por el carril ciclista de Via Augusta mientras los coches hacen cola entre Vergós y Mitre, este miércoles / Carlos Márquez Daniel

Al término del paseo, a la altura de la calle del Hort de la Vila (parada de FGC de Sarrià) han leído un manifiesto. "Se ha construido artificialmente un estado de opinión contrario a este carril bici, y no es más que reflejo de un transporte público muy deficitario en nuestro distrito y la imposición por parte de unos grupos de mantener el tráfico motorizado y contaminante en el centro de nuestra movilidad". También han recordado los elevados índices de contaminación que sufre Barcelona y han lamentado que la "eventual reversión del trazado actual de la Via Augusta enviaría un mensaje funesto y desincentivador que daña la participación y la salud democrática de la ciudad".

¿Hay alternativas?

La decisión no debería tardar en llegar. Finales de noviembre o antes de que termine 2023, a más tardar, es cuando la consultora que se hizo con el encargo de estudiar el carril debería presentar sus conclusiones. Una de las posibles alternativas, a la vista de que el tráfico se ve perjudicado, sobre todo, en el tramo túnel de Vallvidrera-Mitre, sería que las bicis fueran a buscar la calle del Rosari (a 70 metros de la Ronda del Mig en dirección a Sarrià) y que luego llegaran a Vergós por Rafael Batlle y continuaran por Major de Sarrià, que sube hasta la Bonanova. Más largo, cierto, pero también más pacificado. En sentido contrario, tocaría adentrarse por Tres Torres. Escoles Pies, por ejemplo, que también viene de la Bonanova.

En cualquier caso, más allá de la opción técnica (todas las alternativas son más lentas y menos directas), está la decisión política; escoger entre incorporar la bicicleta en la red básica de circulación -como se hizo en Aragó, la Diagonal o la Meridiana- o reservarle un papel menor en calles secundarias para que el vehículo privado mantenga su estatus en Barcelona.