40 kilos

Barcelona volverá a retirar amianto tras aflorar nuevos restos en torno a los búnkers del Carmel

La FAVB considera que la medida es ineficaz y pide confinar los restos de la sustancia tóxica soterrados en el cerro  

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Restos de amianto en el Turó de la Rovira, en Barcelona.

Restos de amianto en el Turó de la Rovira, en Barcelona. / ELISENDA PONS

ACN
Jordi Ribalaygue
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El Ayuntamiento de Barcelona vuelve a ordenar una nueva batida para retirar amianto aflorado en el Turó de la Rovira. A petición del distrito de Horta-Guinardó, una brigada de trabajadores rastreará el cerro otra vez para desbrozarlo de trozos de fibrocemento a partir del lunes.

Los hallazgos de la sustancia tóxica, que se prohíbe comercializar en España desde 2002, son habituales en torno a los búnkers del Carmel. Son vestigios de las barracas que poblaron el enclave donde las baterías antiaeréas republicanas trataban de ahuyentar las incursiones de la aviación fascista durante la Guerra Civil. La comisión contra el amianto de la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB) considera que la medida es "poco efectiva" para zanjar el problema recurrente con el amianto en la zona.

El gobierno municipal del PSC señala que las fuertes lluvias, en especial en verano, han contribuido a que emergieran restos soterrados de la época del chabolismo en el Turó de la Rovira. De ahí que el consistorio contratase a una empresa especializada para que inspeccionara el lugar.

El concejal de Horta-Guinardó, Lluís Rabell, ha asegurado esta mañana que se han localizado unos 40 kilos de amianto, menos que en otras ocasiones en que las precipitaciones han hecho que asomara la sustancia, nociva al deteriorarse. El polvo que desprende al deshacerse es causante potencial de cánceres pulmonares y otras enfermedades crónicas respiratorias, que suelen aparecer décadas después de exponerse a la uralita, el antiguo nombre comercial del popular material de construcción del siglo XX con que se le sigue conociendo.

"Ningún resultado positivo"

La erradicación del amianto aún instalado, peligroso con el desgaste que acusa por envejecimiento, es una de las banderas del movimiento vecinal de Barcelona. La FAVB se declara escéptica con las limpias puntuales de la sustancia. "La recogida de trozos de uralita en el Turó de la Rovira se viene haciendo desde 2017 sin ningún resultado positivo, porque continúan aflorando", cuestiona José Ramón Carme, miembro de la comisión contra el amianto de la FAVB y de la Plataforma Can Baró.

El representante vecinal menciona que el remedio conlleva un gasto oneroso y estéril. "A la anterior concejal del distrito, Rosa Alarcón, ya le dijimos que no gastase un duro más en estas intervenciones -recuerda-. No son efectivas, porque el amianto vuelve a salir a causa de la erosión".

Carme expone que, en vez de espigar astillas de fibrocemento, la Plataforma Can Baró aboga por "una actuación seria de confinamiento del amianto" en el Turó de la Rovira, que incluya la reforestación del monte. El distrito de Horta-Guinardó señala que estudia la posibilidad de naturalizar el paraje para tratar de poner fin a la molestia.

"El amianto es indestructible e irán saliendo recortes viejos, que van soltando fibras. La única forma de contenerlo en sitios como el Turó de la Rovira es el confinamiento", postula Carme. "Cambiaría la estética de la montaña -defiende-. Si se coloca una red que mantenga la tierra vegetal, se reforesta con plantas adecuadas a la zona y se mantiene al menos durante un año, se contendría la erosión y quedaría soterrado definitivamente".

Localizado en las baterías

La empresa contratada por el Ayuntamiento ha geolocalizado fragmentos de amianto a lo largo de septiembre, tras identificarlo en diferentes puntos del entorno de las baterías antiaéreas y la calle de Marià Labernia. Carme atestigua que la presencia de amianto era "escandalosa" a finales de agosto, visible desde los caminos transitados por vecinos y visitantes. "Es necesario señalizar la presencia de amianto para que la gente sea más consecuente. Por ahí corren niños y perros", advierte.

Una proporción considerable de los residuos se concentran en las baterías antiaéreas, sobre todo en la vertiente norte. En los búnkers, se han desenterrado tuberías y otras piezas que contienen amianto y que, tras un aguacero reciente, han quedado a la intemperie. El Ayuntamiento sostiene que no suponen un riesgo ahora, pero podrían serlo en el futuro. Las bajantes de fibrocemento serán sustituidas por otras de PVC.