Residuos cancerígenos

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Unos bañistas se cuelan en la playa del Litoral de Sant Adrià de Besòs, cerrada al público por la detección de antiguos residuos industriales insalubres.

Unos bañistas se cuelan en la playa del Litoral de Sant Adrià de Besòs, cerrada al público por la detección de antiguos residuos industriales insalubres. / RICARD CUGAT

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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Ya ha vuelto la maquinaria que, ahora sí, se supone que debe extirpar los residuos potencialmente cancerígenos que mantienen cerrada la playa del Litoral de Sant Adrià de Besòs, vallada desde hace ya dos años y medio al aflorar desechos que las fábricas que se afincaban en las inmediaciones vertieron al subsuelo. Se temía que la excavadora facultada para la labor se demorara, movilizada como estaba en la reconstrucción del Camp Nou. No obstante, regresó este miércoles para cumplir el requerimiento de la Generalitat, que ha detectado rastros de metales pesados de nuevo a nivel superficial tras los trabajos promovidos por el Ministerio de Transición Ecológica para descontaminar la arena. Las obras, acabadas en agosto, costaron 1,19 millones de euros. 

Disuelta la inquietud de que el vehículo se hiciera de rogar, el Ayuntamiento de Sant Adrià confía en que los plazos para que la orilla sea accesible se acorten sobre la previsión de la Agència de Residus de Catalunya. El organismo dependiente del Departament d’Acció Climàtica pospone la reapertura entre cuatro y seis meses, con lo que cabría esperar a 2024. La alcaldesa de Sant Adrià, Filo Cañete, explica que las tareas que la Generalitat ha instado a retomar se completarán este mismo jueves y el viernes se tomarán muestras de arena para ser analizadas. 

La edil confía en que la empresa pública a la que se ha confiado el encargo, Emgrisa, no tarde más de “una semana o 10 días” en traspasar la responsabilidad a la Agència de Residus, quien debe comprobar que el terreno está limpio de riesgo antes de que el Ayuntamiento decrete que se levanta la reja. Cañete añade que el órgano de la Generalitat ha avisado que costará entre “uno y dos meses” elaborar el dictamen definitivo. De ser satisfactorio, ahora ya sí no habría obstáculo para levantar la veda en la franja litoral, de 29.000 metros cuadrados.  

“En principio, y a no ser que salga otra cosa, debe ser la última actuación -señala la alcaldesa-. Son trabajos que se están priorizando. El ministerio ya no tiene que dar más pasos y se tratará de que Emgrisa envíe un informe a la Agència de Residus para que actúe. Entonces, ya dependerá de lo que la agencia tarde en tener el resultado de las analíticas. Nos dicen que harán todo lo posible para acabarlo lo más rápido posible”. 

Exceso de precaución

Cañete reconoce que la Agència de Residus notificó al Ayuntamiento esta semana que calculaba que la reapertura de la playa podía retrasarse hasta medio año. La estimación es desalentadora, dado que ya se desbarataron los pronósticos que dieron por seguro que la playa recibiría bañistas justo antes de Semana Santa, luego en julio y, al final, en agosto. Ninguno se cumplió.  

“No sabemos de dónde sale ahora la previsión de cuatro a seis meses de la Generalitat. En una reunión reciente con la Agència de Residus y el ministerio, no se habló en ningún momento de dilatar tanto el término”, replica la alcaldesa. Opina que el cálculo acusa exceso de precaución para no pillarse los dedos en caso de que una predicción más optimista vuelva a resultar fallida. 

De todas formas, Cañete afirma que la reapertura “no se debe dilatar tanto como se ha podido trasladar”. “Como ya no es época de playa, se ha podido pensar en que no pasa nada por que se retrase medio año, pero esta playa es de uso continuo para los vecinos. No es de uso exclusivo para el verano ni para turistas. Nos interesa que esté abierta todo el año”, esgrime la edil.

Aunque da a entender que debería ser antes de 2024, Cañete prefiere no aventurar cuándo se retirará el vallado que envuelve la línea de costa, colindante a la icónica central desmantelada de las Tres Xemeneies. El Ministerio de Transición Ecológica tampoco pone ahora fechas. En ese sentido, aún no ha respondido a la consulta de EL PERIÓDICO, tampoco cuando se le ha requerido cómo se explica que aún existan restos tóxicos en la playa tras darse por acabadas las tareas de descontaminación. Cañete ha indicado que el rastro se ha localizado en la zona de tránsito de los vehículos que trasegaban con la arena tóxica.