Contaminación del agua del mar

Las playas de Badalona se han contaminado este año en cuatro ocasiones con aguas residuales

En lo que llevamos de 2023 la red de alcantarillado de Badalona ha tenido que liberar agua con residuos domésticos al exterior en 26 ocasiones

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Un ciclista circula sobre el colector de Llevant, que transporta aguas residuales desde Montgat hasta Sant Adrià por la línea de costa

Un ciclista circula sobre el colector de Llevant, que transporta aguas residuales desde Montgat hasta Sant Adrià por la línea de costa / JORDI COTRINA

Jordi Ribalaygue
Gerardo Santos
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Aunque el problema del vertido de aguas residuales domésticas al exterior (ya sea al mar, o a una riera que da al mar) es común en todo el litoral urbanizado de Catalunya, en Badalona hace años que vecinos y entidades ponen el grito en el cielo y denuncian inacción por parte de las administraciones. Solo es necesario un episodio de lluvia modesto y relativamente continuado para que el sistema de saneamiento se colapse, y se vea obligado a descargar al exterior para que la presión del caudal no produzca roturas en la red, o que alguna tapa de alcantarilla salte por los aires en la vía pública.

En lo que llevamos de año, la red de saneamiento de Badalona y Sant Adrià ha tenido que liberar agua con residuos domésticos en 26 ocasiones, según datos facilitados por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). De esas 26, nueve han ocurrido durante los meses de junio, julio y agosto, según datos facilitados por la Agència Catalana del Agua (ACA).

Y, más al detalle, en cuatro ocasiones esos vertidos han llegado al mar, según informa el Ayuntamiento de Badalona. Fueron los días 25 de mayo, 1 de junio (ambos, antes de empezar la temporada de baño, motivo por el cual no se izaron banderas rojas), 30 de junio y 27 de agosto. En la temporada de baño de 2022 fueron seis las veces que la presencia de residuos domésticos en las aguas dejó ver la bandera roja.

El cúmulo de situaciones que propicia el vertido de aguas residuales domésticas se explica por una suerte de efecto dominó. Desde la vetusta red de alcantarillado y saneamiento, pasando por la carencia de depósitos pluviales y la poca conciencia de quienes tiran al váter toallitas u otros residuos sólidos, para acabar por la falta de permeabilidad del suelo urbano, estas son las claves que explican por qué el agua de las playas de Badalona se siguen ensuciando con residuos fecales desde hace décadas.

La red de saneamiento no está separada y no da abasto

Lo más normal en los núcleos urbanos (excepto en los más modernos) es que la red de saneamiento sea unitaria. Es decir, que además de transportar regularmente el agua residual doméstica e industrial también les toca cargar con el agua de lluvia. Este es el primer problema y, en el fondo, el que provoca que todo el castillo de naipes caiga. Si la red fuese separativa, cualquier aguacero podría ser canalizado y llevado hasta el mar, sin causar más problema.

Una vez sale de nuestras casas y entra al alcantarillado municipal, el agua residual doméstica viaja por las tuberías, que funcionan como las ramas de un árbol. Llegado un punto, las aguas residuales se unen en el colector de Llevant, que transcurre por la línea de la costa desde Montgat hasta Sant Adrià y recoge las aguas residuales de esos dos municipios, además de las de Tiana y, obviamente, Badalona.

El traslado de ese colector lleva años sobre la mesa de las administraciones ya que los temporales de levante lo han destrozado en un par de ocasiones. "Durante 2023 y el primer semestre de 2024 se harán los trabajos de redacción de los proyectos del traslado del colector hacia el interior. Durante el segundo semestre del 2024 se abordarán los trámites de aprobación de los proyectos con el objetivo de iniciar las obras en el 2025", informan desde la Agència Catalana del Aigua (ACA). Todo ello, con un presupuesto estimado de unos 18 millones de euros.

Sin embargo, "las características técnicas del nuevo colector en cuanto a la capacidad de transporte de agua serán las mismas que ahora. No va a llevar más agua porque la capacidad es la correcta", explica el director de Serveis del área de Cicle de l'Aigua del AMB, Fernando Cabello.

La depuradora no puede tratar el agua si su contenido de residuos está demasiado diluido

La capacidad del agua del colector actual es la "correcta", tal y como mencionaba Fernando Cabello, porque la depuradora, que es donde descarga el agua el colector, no está preparada para trabajar con tan poca cantidad de residuos.

Es decir, en episodios de lluvia intensa, como la red de saneamiento ha de transportar mucha más agua de lluvia que no agua residual, el resultante está muy diluido, tanto, que en palabras de Cabello, "no tendría sentido depurarla". "La EDAR Besòs, para poder funcionar, necesita un mínimo de materia orgánica en el agua", resume el director del área de Cicle de l'Aigua.

Además, los costes de construcción y mantenimiento de la depuradora no serían razonables. "Aunque se construyese una red de saneamiento y de depuradora para trabajar a diez veces más capacidad de lo normal, una lluvia intensa causaría el mismo problema que hasta ahora. ¿Por qué? Porque una lluvia moderada puede significar 50 u 80 veces el caudal de lluvia en relación al caudal de agua residual", justifica Cabello, desde el AMB.

Solo hay un depósito de agua pluvial

En Badalona hay un solo depósito pluvial. Lo inauguró el alcalde Albiol durante su primer mandato, en 2013, y tiene una capacidad de 30 millones de litros. Aunque se llegó a plantear que hubiese más de una decena, actualmente sobre la mesa se prevé la construcción de solamente tres más. "En julio se mantuvieron varias reuniones en la sede de la Unión Europea con el objetivo de financiar los tres nuevos depósitos con fondos Next Generation", explican fuentes municipales.

En el AMB consideran que los depósitos suponen una solución puntual para reducir el impacto de las descargas: "Al fin y al cabo, toda el agua que sea capaz de acumularse en los depósitos, es agua que no pasaría, por el momento, a la red", asegura el director del área de Cicle de l'Aigua del AMB.

Ahora bien, el depósito hay que vaciarlo una vez se llene, y ese agua ha de pasar por la depuradora igualmente. "Se trataría de un agua con una concentración de residuos muy baja, y volveríamos a tener problemas en la EDAR, que no está preparada para niveles tan diluidos de residuos en el agua", insiste Cabello. 

El depósito pluvial de la Estrella, en Badalona

El depósito pluvial de la Estrella, en Badalona / AJUNTAMENT DE BADALONA

No se puede evitar que el agua residual llegue al mar, pero sí al menos que llegue sin residuos sólidos

Si la depuradora no puede tratar el caudal de agua que la red de saneamiento transporta en episodios de lluvia, no cabe otra que reducir el caudal que transporta el sistema para evitar que la red explote por su punto más débil. Para hacerlo, los colectores disponen de aliviaderos, orificios en la conducción que abren el paso de agua al exterior (normalmente a una riera o al mar).

"La solución, en un clima mediterráneo de lluvias escasas pero torrenciales, no ha de pasar por intentar recoger toda el agua de lluvia para reducir el impacto, sino por retener los sólidos, que es lo que verdaderamente tiene impacto medioambiental, y que el resto acabe en el mar". Dicho de otra manera: que la red deje escapar agua con residuos domésticos antes de ser tratada en la depuradora en episodios de lluvia es el correcto funcionamiento de la red.

Ahora bien, lo que sí se puede evitar es que lleguen al mar los residuos sólidos que lanzamos al váter como toallitas, compresas o cualquier otro elemento plástico no biodegradable. Para eso, el AMB ha realizado diferentes pruebas durante los últimos meses consistentes en la colocación de nuevos sistemas de retención de residuos sólidos: "De las pruebas hemos concluido que la cantidad de residuos que somos capaces de extraer en tiempo de lluvia ha aumentado en un 350%, 2,5 veces más que antes", detalla Cabello.

Uno de los aliviaderos de Badalona, con un sistema de retención de sólidos

Uno de los aliviaderos de Badalona, con un sistema de retención de sólidos / AJUNTAMENT DE BADALONA

El urbanismo del cemento provoca la poca permeabilidad del suelo

No se puede forzar a la depuradora para que trate todo el caudal de agua de los días de lluvia. Tampoco se puede pretender que el sistema retenga toda el agua de la lluvia, de manera que los aliviaderos han de dejar ir litros y litros de agua contaminada al medio natural. Entonces, ¿de qué manera se puede acabar con este problema?

Para Fernando Cabello, es necesario revertir la impermeabilización de los suelos urbanos: "Hace 20 o 30 años había más parques y menos asfalto. Cuando llovía, mucha agua se filtraba por todo el terreno, ahora el hormigón ha ido ganando terreno en el tejido urbano y una gota caída en la ciudad es una gota que corre".

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