Los 'Comuns' piden a Collboni que asuma el legado de Colau para alcanzar pactos

La ex teniente de alcaldía Janet Sanz, sin Ada Colau ni ningún otro concejal de BComú, ha protagonizado este lunes la primera rueda de prensa del partido como fuerza de la oposición. Y es que los 'Comuns', desde la articulación de la confluencia en 2015, no se habían hallado nunca en este papel dentro del Ayuntamiento de Barcelona.

Sanz, ahora como portavoz adjunta del grupo municipal, ha valorado las primeras decisiones del mandato justo el día que Jaume Collboni cumple un mes como alcalde de Barcelona con un gobierno en solitario del PSC surgido de una investidura de infarto. "Vemos a un gestor, no a un alcalde", ha repetido varias veces Sanz a modo de síntesi. Ha echado en falta una línia de acción más acorde al programa de gobierno que impulsó el bipartito los últimos dos años y le ha exigido "compromiso" con aquel "proyecto de ciudad" para abrirse a hablar de pactos de cualquier tipo, incluido un eventual tripartito de izquierdas después de las elecciones generales de este domingo.

Los de Ada Colau han visto con buenos ojos medidas de corte continuista como la pacificación de la ronda Sant Antoni, la flexibilización de radares o acelerar la reforma de la Rambla. Por el contrario, les disgusta que se ponga en duda la continuidad de la reserva del 30% de vivienda protegida, el cierre forzoso de las discotecas del Front Marítim o la ordenanza de civismo. Ha ironizado sobre su viaje a París deseando que haya regresado "convencido" de las políticas que compartieron Anne Hidalgo y Ada Colau, como el 30%.

Tripartito o geometría variable

Por ello, Sanz ha exigido al nuevo alcalde “clarificar en las próximas semanas” cuál es el “modelo” que defiende para Barcelona, si el que implantó el bipartido u “otro que no se entienda” con políticas y pactos que trasciendan la línea de los dos últimos mandatos. Incluso le ha advertido que su partido “no jugará a la geometría variable” si Collboni aspira a tejer pactos con diferentes partidos según la cuestión a aprobar. También le ha advertido que no podrá dirigir Barcelona “en minoría absoluta”, con solo 10 concejales, como ya constató “en propia piel” Bcomú cuando llegó al poder hace ocho años.

Preguntada varias veces por los periodistas, Sanz ha asegurado que no se ha producido hoy por hoy ninguna reunión ni conversación sobre pactos. Y le ha quitado hierro a lagunas en el organigrama del nuevo ejecutivo municipal, como la ausencia de un concejal específicamente dedicado a Vivienda o a Turismo, que dispararon los rumores sobre el fácil acomodo que supondrían para los de Colau en caso de subir al gobierno en unos meses o semanas.

Sanz ha insistido, eso sí, en la viabilidad de un tripartido PSC-BComú-ERC, que sumaría una mayoría cómoda de 24 ediles: “En modelo de ciudad estos tres partidos nos entendemos y nos hemos entendido”. La iniciativa de abrir conversaciones, ha dicho, corresponde al alcalde y sería posterior a la clarificación que le exigen sobre su modelo de ciudad. No obstante, la exjefa de Urbanismo ha defendido que los ‘Comuns’ sacudieran la investidura con el anuncio, apenas una hora antes, de su voto a Jaume Collboni: “Con Xavier Trias esta posibilidad [un tripartito] no existiría”.