Movilidad

Uno de cada tres viajeros del transporte público de Barcelona ya usa la T-Mobilitat

La T-Mobilitat acumula ya casi 160 millones de euros invertidos en 40 contratos distintos

El cobro por distancia recorrida: así está el largo camino pendiente de la T-Mobilitat

La ATM destina otros cinco millones a la T-Mobilitat para crear un nuevo cerebro tecnológico

t-mobilitat

t-mobilitat / Jordi Cotrina

Carlos Márquez Daniel

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La T-Mobilitat ha dejado atrás las turbulencias y a día de hoy avanza sin excesivos sobresaltos. Podría decirse que se consolida según el calendario previsto, pero sería un poco tramposo. Lo justo sería afirmar que cumple con lo avanzado hace justo un año, cuando se anunció que en 2024 ya estaría desplegada al 100% en las seis coronas de Barcelona. Uno de cada tres viajeros del transporte público de la provincia ya están usando el nuevo título de transporte, que registra 1,2 millones de validaciones diarias. Así lo han anunciado este miércoles los responsables de la empresa SocMobilitat, que en 2014 se hizo con el contrato para sacar adelante el plan.

Belén Rodríguez y Javier Isern, directora general corporativa y director general de proyecto de la compañía, respectivamente, han desgranado la actualidad de la T-Mobilitat en una charla organizada por la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), concretamente, en el estand que este organismo ha tenido instalado estos días en el Global Public Transport Summit. Ambos han descrito los desafíos del proyecto y, como es obvio, se han centrado más en el presente y el futuro que en el sinuoso pasado.

Una usuaria de la T-Mobilitat, en la parada de metro de la L1 de Arc de Triomf.

Una usuaria de la T-Mobilitat, en la parada de metro de la L1 de Arc de Triomf / Ricard Cugat

La T-Mobilitat empezó a probarse en 2021. La idea era que la estrenaran los visitantes de la edición de ese año del Mobile World Congress, pero alguien con un buen sentido de la previsión convenció a los responsables de que, en caso de fallo, la imagen del proyecto, de la ciudad y del país iba a quedar por los suelos. Se cató, pero con unos 4.000 ciudadanos voluntarios. Los fallos en la web -filtración de datos incluida por la que Indra fue sancionada- y en las validadoras pusieron muy difícil que la T-Mobilitat pasara la prueba del algodón. Pero a base de caer y volverse a levantar, la tarjeta fue consolidándose y absorbiendo los títulos más habituales, como la T-Usual, la T-16 o la T-Casual. A día de hoy, solo falta incorporar la T-Verda, la que obtienes de manera gratuita durante tres años cuando desguazas un coche sin etiqueta ambiental.

Los operadores

La T-Mobilitat ya puede usarse en 297 municipios, 2.652 autobuses, 368 estaciones de metro y tren y 41 tranvías. En total, más de 50 operadores en los que ha sido necesario modificar más de 16.000 puntos de validación. En estos dos años ya se han dispensado 650.000 tarjetas que generan 1,2 millones de validaciones diarias y que ahorran un montón de dinero, pues tal y como admitió la ATM, el gasto en cartón (los títulos desechables) es de seis millones anuales.

Todo esto, según ha explicado la directora general corporativa, conlleva un gran despliegue en materia de comunicación e información. Solo en 2022 se registraron 120.000 llamadas al teléfono de información (900 928 900), en la web se rellenaron 8.000 formularios con preguntas y en las redes sociales se respondió a 20.000 mensajes.  

Si no hay más imprevistos, el año que viene la T-Mobilitat ya será el título de transporte que impere en toda la red. Faltará por desarrollar todo el despliegue en Girona, Lleida y Tarragona, negociado que trasciende al contrato de SocMobilitat y que debe encargarse directamente el Departament de Territori. Esa fase no tiene por ahora calendario. Y tampoco lo tiene el hecho realmente diferencial del invento: el cobro por distancia y las bonificaciones en función de la concurrencia.