Próximo rodaje

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Decenas de vecinos participan en el primer 'casting' de 'El 47' y rememoran la osadía de Manuel Vital, que aún sienten vigente ante las necesidades del barrio

Casting en el barrio de Torre Baró para una película sobre el secuestro de un autobús en los años 70 para reclamar mejoras en el transporte público del barrio

Casting en el barrio de Torre Baró para una película sobre el secuestro de un autobús en los años 70 para reclamar mejoras en el transporte público del barrio / JORDI COTRINA

Jordi Ribalaygue

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Hay una Barcelona cuesta arriba que no se ha contado suficiente. Eclipsado por los clichés que han estigmatizado a la periferia, el pulso por la dignidad que sostuvieron los barrios de los márgenes en el lento tránsito de la dictadura a la democracia apenas ha merecido atención en el cine. Aun sin películas que la honren, la particular épica que afloró cinco décadas atrás permanece viva en las calles que se asfaltaron, se alumbraron y se dotaron de servicios públicos, conquistados gracias al arrojo de quienes se revolvieron contra la dejadez y la humillación. Ocurrió en muchos lugares, también en Torre Baró, donde se buscan actores y extras estos días para un próximo rodaje en el vecindario colgado sobre Nou Barris. Recreará una historia que es puro orgullo para los vecinos.

El barrio no olvida de qué pasta estaban hechos quienes lo levantaron en pleno franquismo. Hace tiempo que hay quien pide una calle o un monumento a Manuel Vital, héroe en el extrarradio por una osadía que casi le cuesta el puesto: conductor de autobuses, un día de 1978 secuestró sin previo aviso el bus que circulaba entre plaza Catalunya y la Guineueta, uno de la línea 47. Tras finalizar el servicio, se negó a volver a la cochera y ascendió hasta Torre Baró, llenando el vehículo con sus convecinos mientras remontaba las cuestas donde se había negado que el transporte público pudiera transitar para alivio de una Barcelona aislada que era un revoltijo de miserias desatendidas.

Una cola larguísima se formó este lunes en el centro abierto pegado a las curvas donde se cometió la rebeldía. La primera sesión del 'casting' precede a la grabación de ‘El 47’, que produce Mediapro y dirigirá Marcel Barrena, realizador de ‘100 metros’ y ‘Mediterráneo’. “Yo lo viví todo tal como fue”, se precia Salustiano, junto a la multitud que aguarda turno para pasar la prueba. “Vital luchó mucho para que tuviéramos autobús. Tirábamos octavillas, pero no nos hacían caso y el ayuntamiento nos lo negaba. Yo lo vi desde el castillo subiendo con el 47. ‘¡Estás loco! ¿Adónde vas?’, le grité. Me dijo que venía para demostrar que se podía subir y que la gente lo cogía”.

Salustiano y José Manuel hacen cola para un casting para participar en una película sobre el secuestro de un autobús en los años 70 en el barrio

Salustiano y José Manuel hacen cola para un 'casting' para participar en una película sobre el secuestro de un autobús en los años 70 en el barrio / JORDI COTRINA

Lali se ha sumado pronto a la fila de aspirantes. Tenía 26 años cuando el chófer acabó la jornada en comisaría. Como muchos otros, ella tomó el bus en la puerta del bar Descanso, aún abierto y uno de los contadísimos negocios del barrio, si no el único. “Lo viví muy intensamente. Se tuvo que apartar coches para que pudiera subir y el bus se levantó para que pasara una curva”, comenta.

Salustiano recuerda bien el momento crítico. “Suerte que había una caseta de paletas. Cogimos picos y palas y todo el mundo se puso a cavar. Abrimos un hueco de cuatro o cinco metros. Queríamos ir a la plaza Sant Jaume para que nos escucharan en el ayuntamiento”, rememora el hombre, a quien no se le ha borrado la imagen de los grises armados. “En la Meridiana ya nos esperaban con metralletas y apuntándonos”, describe.

En comisaría

El recorrido se prolongó hasta la calle València. Vital fue detenido y algunos pasajeros tuvieron que declarar bien entrada la madrugada, como Serafina Escudero Pérez: “Me preguntaron que por qué habíamos hecho aquella tontería. ‘Pues porque no hay autobuses en el barrio’, contesté”. “Fue el inicio para que nos hicieran caso”, precisa Emilio Doménech. Asocia aquella conjura colectiva -que culminó con los primeros buses llegando a Torre Baró un par de años más tarde- con el empuje con que se empezó a poblar la ladera. “Para construir mi casa, se juntaron 30 y la hicieron en una noche”, evoca.

Casting en el barrio de Torre Baró para una película sobre el secuestro de un autobús en los años 70 para reclamar mejoras en el transporte público del barrio

Casting en el barrio de Torre Baró para una película sobre el secuestro de un autobús en los años 70 para reclamar mejoras en el transporte público del barrio / JORDI COTRINA

“Es que se tenían que hacer así. Si no, venían los guardias y las tiraban al día siguiente”, aclara Laura. Ella también subió al vehículo raptado, con tan solo tres años y acomodada en el regazo de su madre. Le gustaría tomar parte en la película del barrio, que aún cree descuidado, como manifiestan otros participantes del 'casting': “¿Ves comercios, un colegio o un parque en condiciones? Y no tenemos marquesinas en las paradas del bus. Cuando llueve, nos empapamos esperándolo”.

Casi medio siglo después del motín del 47, aún se reclaman mejoras en el transporte público, recalca el vicepresidente de la Asociación de Vecinos de Torre Baró, José Antonio Martínez Vicario. “No hay Nit Bus y, en Torre Baró sur, se quitaron los pases con frecuencia para que el bus fuera a demanda, pero la aplicación para pedirlo da problemas. Lo programas a 15 días vista pero luego tarda 50 o 70 minutos en llegar, cuando aquí dependes de él para ir al médico o ir a comprar”, expresa Vicario, que destaca que el atrevimiento de Vital “sigue siendo muy vigente y un signo de identidad”. "Cuando nos dijeron que harían una película, nos emocionó. Es un reconocimiento de que todo lo hemos conseguido luchando: los postes de la luz, un bus en condiciones, las cañerías... Nunca nadie nos ha regalado nada", deja claro.

Agravios de extrarradio

“Sin lo que hicieron él y nuestros padres, no tendríamos nada”, piensa Toni Ruiz, que asiste al 'casting' con la familia. “Aquí siempre hemos tenido que actuar así para que nos escuchen. Mi padre lo hizo para que asfaltaran la calle y pusieran luz. Yo, en 2012, lo hice para que tuviéramos gas y, hace ocho meses, cortamos la Meridiana por el bus a demanda. Aún nos sentimos marginados. Somos 2.900 vecinos y pocos votos”, espeta.

Casting en el barrio de Torre Baró para una película sobre el secuestro de un autobús en los años 70 para reclamar mejoras en el transporte del barrio

'Casting' en el barrio de Torre Baró para una película sobre el secuestro de un autobús en los años 70 para reclamar mejoras en el transporte del barrio / JORDI COTRINA

“Aún queda mucho para que nos consideren ciudadanos de Barcelona”, comparte María del Valle, que acompaña a Nora, su nieta. “Aquí los colegios y todo se han conseguido cortando carreteras. En Torre Baró, Ciutat Meridiana y Vallbona funciona así. Para pagar impuestos, somos Barcelona pero, a la hora de tener derechos, no somos de primera clase”, lamenta. “Los barrios del extrarradio no son menos que el resto de Barcelona. Queremos que se den cuenta”, completa Nora.

Antes siquiera de grabarse, el filme ya posee la virtud de haber descubierto la hazaña de Vital a los jóvenes del barrio, atraídos por la llamada de los productores. “Este mediodía me la ha contado mi abuelo. No subía el bus porque no pudiera, sino por vagancia y porque no querían que subiera”, resume Nelba. Pedro tiene casi la edad con que su abuela se embarcó en el bus del que el conductor se apoderó. “Si no hubiese sido por el 'casting', no sabría la historia”, admite el chico, que luce melena, barba y bigote. Al estilo de la época en que todo se tuvo que pelear.

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