BASADA EN UN CASO REAL

Rovira y Elejalde se ponen serios

Los dos actores ruedan '100 metros', filme sobre la historia de superación de Ramón Arroyo, enfermo de esclerosis múltiple que completó un 'ironman'

Dani Rovira y  Karra Elejalde en una imagen de la película '100 metros', que ruedan en Sant Just Desvern.

Dani Rovira y Karra Elejalde en una imagen de la película '100 metros', que ruedan en Sant Just Desvern. / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / SANT JUST DESVERN

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El popular Dani Rovira ha decidido dar bastante pronto ese giro con el que tantos actores cómicos se deciden a demostrar su potencial dramático. En la película que rueda actualmente en diversas localizaciones de Catalunya interpreta a Ramón Arroyo, el hombre que se propuso completar un triatlón de larga distancia -la prueba conocida como 'ironman'- para combatir el decaimiento físico y psicológico producto de la esclerosis múltiple recurrente que le diagnosticaron con 32 años. Es una enfermedad que conlleva secuelas de todo tipo (motores, visuales y sensitivas) y que se manifiesta cómo y cuando quiere, lo que sume al paciente en la incertidumbre.

El título del filme, '100 metros', hace referencia a la respuesta que Arroyo recibió de un doctor cuando preguntó si con esta enfermedad iba a poder hacer ejercicio. "No vas a poder correr ni 100 metros", le dijeron. Pero en la competición Challenge Barcelona-Maresme del 2013 hizo más que eso: 3.800 metros de natación en aguas abiertas, 180 kilómetros en bicicleta y, a modo de tortura final, los 42 kilómetros y 195 metros de un maratón. 

La historia de Arroyo alcanzó una notable popularidad tras ser contada, con su tacto y buenas formas visuales habituales, por el programa 'Informe Robinson'. Ahora, la ambiciosa producción de Filmax solo hará algo más grande el aura legendaria alrededor de este luchador.

EN LA CASA

El pasado viernes EL PERIÓDICO asistió al 'set' de rodaje de la película en Sant Just Desvern. Allí se ha creado el hogar de los Arroyo, un piso amplio y confortable, con parquet de lo que parece arce claro, su buen salón, su bonita cocina americana o el ensoñador despacho donde el protagonista reúne -es licencia de la película- toda su 'memorabilia' de superhéroes, en particular de... Iron Man.

Rovira no rodaba ese día pero se acercó a saludar y a contestar preguntas con toda afabilidad. Los que sí estaban eran Karra Elejalde y Alexandra Jiménez, padre e hija en la ficción. Ella es la mujer de Ramón; él, su suegro y entrenador, ambas cosas al principio con mucha reticencia y después, un poco menos. "No siento empatía por este hombre, no lo quiero para mi hija", explica Elejalde, "pero poco a poco se va ganando mi respeto. Si al principio solo me despierta desprecio, al final siento admiración".

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La escena que ensayan es bastante minimalista: esencialmente, consiste en Alexandra / Inma acercándose a la puerta cerrada de una habitación en la que, presuntamente, está Dani / Ramón y llamando sin éxito a su marido. Poco más que eso. Pero el 'teaser' que se proyecta a la prensa avanza tensión dramática y bastante acción espectacular, con Rovira transformado físicamente para su papel. 

"Está muy fuerte", confirma el director Marcel Barrena, quien ha sumado gags al drama y la acción para hacer una película, en su propia definición, "''feelgood'". 'Buenrollera'. Lágrimas pero también risas y un mensaje, ante todo, inspirador. "Nadie cuenta las cosas bonitas. Y si tengo que pasar cuatro o cinco años haciendo una película, prefiero hacer una que me pueda mejorar como ser humano". 

La anterior, 'Món petit', contaba en clave documental la aventura de Albert Casals, joven barcelonés que viajó desde Esparreguera hasta East Cape, Nueva Zelanda, en silla de ruedas. "Pero es casualidad que acabe rodando estas historias de superación. La gente que vea lo que hago pensará que soy un hippy, pero soy todo lo contrario; soy un catalán pesimista".

"ECHARLE COJONES"

Casi catalán, aunque nunca pesimista, parece también ya Rovira, quien encadena proyectos rodados en Catalunya: antes de '100 metros' pasó por 'Ahora o nunca' y 'Ocho apellidos catalanes'. Su próximo proyecto importante por aquí no es una película: es el medio 'ironman' de Calella, que se celebra el 22 de mayo y que se ha propuesto completar con Ramón Arroyo. "Nos vino la idea dos o tres semanas antes de empezar el rodaje. Puedo decir que Ramón y yo hemos forjado una amistad bastante bonita. Estamos todo el tiempo en comunicación. Gracias a él he podido llegar a entender cómo se comportaría una persona con esclerosis".

Según Rovira, el objetivo de la película, que todavía no tiene fecha de estreno, no es tocar la fibra: "El objetivo es que cada espectador salga del cine con ganas de echarle cojones a la vida. Emocionar, va a emocionar, porque es como si metieras el corazón en una coctelera y le metieras cuatro zumbidos. Pero será ese tipo de película que la gente recomendará no solo por ser buena sino por terapéutica".