Conflicto en la Boqueria

Juanito dejó antes de morir una nota incendiaria sobre la marca 'Pinotxo' y su sobrino

Su representante legal difunde el comunicado que elaboró con el difunto hace unos días, donde denunciaba haber sido engañado y maltratado y levantaba el puño de guerra. La otra parte lo desmiente todo

Juanito 'Pinotxo', en una imagen de archivo.

Juanito 'Pinotxo', en una imagen de archivo. / ARCHIVO

Patricia Castán

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La muerte este martes de Juan Bayén, Juanito o 'Pinotxo', alma del bar del mismo nombre en el mercado barcelonés de La Boqueria, ha abierto como nunca la caja de los truenos. Tras varias meses de polémica, desde que el anciano se retiró por motivos de salud, hasta que traspasó el negocio por sorpresa sin contar con su sobrino y supuesto copropietario, el afectado nunca había hecho declaraciones. Solo la otra parte de la familia lo había hecho, con un comunicado oficial. Pero ahora ha sido el representante legal de Bayén quien ha optado por difundir una larga nota que pactaron días atrás y que no llegó a hacerse pública al agravarse su estado de salud. En ella se hacen graves acusaciones familiares, de engaño y de malos tratos al difunto. Su publicación ha conmocionado a los aludidos, que desmienten esa versión narrada por el letrado.

El estudio jurídico Enrique Moreno ha explicado que han querido distribuirla ahora, por expreso deseo de su viuda, para que se sepa lo que ellos consideran el relato de lo sucedido con el icónico Pinotxo.

Quién era Juanito Bayén, el mítico Pinotxo de la Boqueria de Barcelona

"'Pinotxo' se ponía en contacto con nosotros puntualmente para referirnos cuál era su situación en el bar, siempre entre lágrimas, y se quejaba amargamente del mal trato que recibía por parte de los familiares que estaban trabajando en su negocio. (...) El temor a sus sobrinos y familiares y la secreta esperanza de que algún día cambiarían su actitud para con él bloqueaba sus decisiones", señala Moreno, que firma el extenso escrito que aquí resumimos.

Entrando en materia, afirma que Juanito "no tenía documentación alguna de su sociedad. Salvo unos borradores, no sabía nada de la marcha cotidiana de la gestión del bar a nivel administrativo y económico, no veía un solo arqueo de caja, no sabía el destino que se le daba a lo recaudado y se le limitaba al cobro de la nómina. No tenía datos de las cuentas bancarias (...), ni tenía constancia del cobro de beneficios". Afirma que sucedía algo similar con su patrimonio inmobiliario.

"Juanito era todo miedo y angustia. Hasta tal punto llegaba el alcance del secuestro emocional. (...). Cuando, por fin, 'Pinotxo' reunió el coraje necesario, pidió que se ejecutara lo que tenía decidido desde hacía años. Él consideraba que su sobrino y familia no eran los sucesores adecuados y decidió escuchar las ofertas que venía teniendo por el bar desde hacía años", prosigue en la nota elaborada antes del fallecimiento con su representante legal.

Grave conflicto y testigos

Se afirma que la relación familiar se deterioró mucho en la última etapa. "Hay decenas, cuando no centenares de personas, que son testimonio de lo que venía ocurriendo en la parada, que, si nos vemos obligados, llamaremos a testificar ante los tribunales", clama. "La eterna sonrisa de 'Pinotxo', su proverbial alegría, su afabilidad, su natural bondad y su capacidad de dar servicio durante años, tenía la cara oculta de la angustia y tristeza que le generaba el trato que recibía, del que el propio letrado firmante ha sido testigo".

Afirma que el bufete fue autorizado a actuar en octubre pasado, y solicitó información de la sociedad. "Descubrimos que el Sr. Asín --el sobrino--, había registrado la marca ‘Pinotxo Bar’ en noviembre de 2011 a su nombre y referenciando su domicilio particular como sede de la marca. Su tío, el único y verdadero ‘'Pinotxo'’, desconocía esta situación, era totalmente ignorante. No hace falta que les destaque el disgusto y la decepción" que este se habría llevado.

"Además, mientras los letrados negociábamos un acuerdo para la liquidación pacífica de la sociedad gestora y la recuperación de la marca por su legítimo titular, esto es, Juan Bayén, que estuvo cerca de lograrse, el Sr. Asín corrió a los medios de comunicación a presentarse como destinatario, sin serlo, de una herencia inigualable: la de un personaje irrepetible, 'Pinotxo', Juan Bayén. Según agregan, el 27 de octubre fue requerida su presencia en el mercado y allí fueron testigos de una "especie de revuelta" contra el anciano, por parte del sobrino.

Bayén quería seguir trabajando, pero no se lo habrían permitido, hasta el punto de quedarse noqueado. Se afirma que tuvieron que llevarlo a Asociación de Comerciantes, "donde se repuso, y luego se trasladó a su casa. Este fue el último día de 'Pinotxo' en su bar", tras ser "echado" supuestamente por su sobrino.

Dos partes y visiones

En este punto cabe recordar que Jordi Asín explicó hace meses que Juanito se fue del mercado tras desvanecerse, después de varios días en que no se encontraba bien y de una progresiva degeneración física. También señalar que no pocos operadores del mercado han destacado estas semanas que la familia Asín-Bayén también sufrió durante años el mal carácter de Juanito en el ámbito privado, así como el hecho de que el grueso del trabajo y la gestión lo realizaban hace años Jordi y familia (incluido su hermano Albert antes de morir). Estos últimos han desmentido este martes, sin entrar en detalles, la larga lista de acusaciones del otro bando.

Porque Moreno ofrece en su largo relato una versión afilada: "Todo por la impaciencia del Sr. Jordi Asín de culminar su estrategia de quedarse con el negocio de su tío", sentencia el letrado. A continuación puntualiza que Bayén "era, y es, dueño absoluto de hacer con sus activos lo que considere, y más tras una vida de trabajo larga y dura". Que "entre sus activos se encontraban las concesiones administrativas de las paradas del mercado que configuraban el bar Pinotxo, que adquirió en parte por herencia de su padre y en parte mediante compra directa", se afirma.

"El Sr. Jordi Asín pretende tener derechos que descansan en una legitimidad moral que ha demostrado no merecer. Y en cuanto a la legitimidad legal de posibles derechos sobre la sociedad gestora del negocio, pretende sustentarla en un documento del que Bayén nunca ha tenido original, sobre cuya autenticidad existen serias dudas", asevera Moreno.

Oferta de venta entre familia

También sostiene que el sobrino habría tenido oportunidad de comprar las concesiones ya que el tío se las ofreció por un precio inferior a del traspaso final. Pero que Asín habría "pretendido y pretende, quedarse todos los activos de su tío vinculados al bar, pagando 36.000€ y una renta vitalicia para “Pinotxo” (a sus 88 años) de 1.353€. Parece obvio que el Sr. Asín persigue beneficiarse de una hipotética venta posterior, quedándose toda la plusvalía que haya podido generar el negocio", lanza.

Jordi Asín y familia en el bar Pinotxo de la Boquería en enero, justo tras la jubilación del mítico Juanito.

Jordi Asín y familia en el bar Pinotxo de la Boquería en enero, justo tras la jubilación del mítico Juanito. / Jordi Cotrina

Enrique Moreno manifiesta también que "no contento con haberse apropiado de la marca a espaldas de su tío, además ahora pretende quedarse la sociedad gestora antes mencionada de la que 'Pinotxo' posee el 50%, cuya disolución se requirió en fecha 25 de enero de este año por razones obvias", añade, acusando a Asín de una estrategia continuada de desprestigio de su tío.

En el escrito se enfatiza que la fundadora del negocio, Catalina (madre de Juanito y abuela de Asín), cedió las paradas al primogénito y no a la madre de Asín, que tenía fruterías. Esta las "vendió" a su hermano "en lugar de cedérselas a sus hijos, Albert y Jordi Asín".

Cualquier inversor debe saber que la marca que dice ostentar el Sr. Asín es litigiosa y que los documentos en los que basa su derecho no son fiables

— Enrique Moreno. Representante legal de Juan Bayén

Se apostilla que "en ningún caso 'Pinotxo' está 'teledirigido' --como opinó el sobrino en la nota enviada hace semanas por su bufete de abogados--. La diferencia está en que, hasta hace poco, el Sr. Jordi Asín lo podía manejar a su antojo. Y ahora, como está asesorado, puede tomar sus decisiones y defender sus legítimos derechos".

"'Pinotxo' no reconoce a su sobrino como continuador de su obra. Su legado descansa en su bondad, su desbordante humanidad, su legendaria simpatía, su entrega al trabajo y su acrisolada lealtad. Se ha publicado que el Sr. Asín piensa, con la ayuda de un inversor, abrir otro bar bajo el rótulo de Bar Pinotxo. Cualquier inversor debe saber que la marca que dice ostentar el Sr. Asín es litigiosa y que los documentos en los que basa su derecho no son fiables", continúa. Y se asegura que la batalla final se librará en los juzgados, y que se espera que su legado continúe con un digno sucesor.