Polémica entre admnistraciones

La Generalitat asegura que Barcelona conoce desde 2014 el impacto de las obras de FGC en el parque de Joan Miró

El Govern recalca que el consistorio conoce los planes desde 2013 y que Parques y Jardines precisó qué hacer con al arbolado

La ocupación de la instalación para almacenar tierra y dovelas supondrá la retirada de 178 árboles, de los que solo 41 se pueden replantar

Parque Joan Miró de Barcelona

Parque Joan Miró de Barcelona / Ajuntament de Barcelona

Jordi Ribalaygue
Toni Sust
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las protestas vecinales por la afectación que el parque de Joan Miró sufrirá a raíz de las obras de conexión de las estaciones de plaza de Espanya y Gràcia de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), que se iniciarán en septiembre próximo, no sorprenden al Gobierno de la Generalitat, porque es habitual que se den en estos casos. Pero lo que no comprenden en el Ejecutivo catalán es que el Ayuntamiento de Barcelona se sume a esas protestas y que encienda la alarma por lo que se vivirá en el parque en los próximos años.

Porque fuentes de Territori subrayan que el consistorio conoce el proceso desde que se empezó a estudiar cómo afrontar esos trabajos, en 2013. Y porque el procedimiento en estos casos siempre pasa porque sea el ayuntamiento el que señale cómo se concretan las afectaciones de los trabajos en superficie.

Consenso imprescindible

En cualquier caso, dicen las mismas fuentes, es impensable que la Generalitat emprenda una obra de esta envergadura sin consensuarla con el consistorio. Y señalan que cuando empezó todo, se tuvo que buscar un lugar en el que colocar las tierras que se extraen por donde va pasando la tuneladora que trabajará en Gran Via y las dovelas necesarias para la ejecución de la obra.

Son tierras que no pueden retirarse de inmediato en camiones a otra zona, porque van con líquido y deben reposar un tiempo para perderlo. Por eso deben acumularse un tiempo en una zona cercana, y no se encontró una opción mejor que la del parque. Una cinta transportadora que irá de la Gran Via al parque por debajo de la calle de Llançà llevara la tierra a su punto de almacenamiento. Además, es necesario que una parte del terreno acoja las dovelas, elementos constructivos que se irán colocando en el túnel. Porque tiene que haber un número de ellas que garantice el trabajo de tres o cuatro días.

Una hectárea

En el momento de mayor ritmo de la obra, cuando se esté ejecutando la obra del túnel, la afectación será de una hectárea. Es un periodo de un año en principio, que llegará en 2025. Por todo lo relatado, se descartó ubicar la campa donde irán la tierra y las dovelas en Maria Cristina o Paral·lel. Y en 2014 ya estaba claro que el lugar elegido sería el parque de Joan Miró.

Entonces, hubo un proceso de exposición pública y el ayuntamiento no presentó ninguna alegación. Pero es obvio, insisten en Territori, que la elección del parque era un hecho. En 2021 se llevó de nuevo a información pública un proyecto básico actualizado, y Parques y Jardines presentó una alegación abogando por la posibilidad de buscar una alternativa al parque. La Generalitat mantuvo su plan, porque sostiene que no existe esa alternativa.

Los árboles

Siempre según las fuentes de Territori, en mayo de 2022 el ayuntamiento elaboró un informe final sobre el asunto en el que recopiló todos los sectoriales. Entre ellos, uno de Parques y Jardines en el que se concreta que de los 178 árboles afectados, 41 tienen que ir a vivero, porque se podrán replantar, en tanto que en el caso del resto se precisa qué especies hay que plantar cuando llegue el día.

A la vista de todo esto, sorprende a Territori que la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, cuestionara los planes y advirtiera de que el Gobierno de Ada Colau no va a permitir que el parque “sea destrozado”. También el PSC, por boca de su alcaldable y primer teniente de alcalde en este mandato, Jaume Collboni, ha pedido buscar una alternativa al parque.

Disputa en el ayuntamiento

La polémica por la arboleda del parc Joan Miró ha enfrentado a los grupos municipales del Ayuntamiento de Barcelona este martes. Los comunes han defendido una propuesta en la comisión de Urbanismo contra la tala y la contaminación que atribuyen a los futuros trabajos de unión de la red de ferrocarril. Aunque la moción se ha aprobado por unanimidad, la oposición en bloque ha acusado a Sanz de obviar que el consistorio es responsable en última instancia de permitir las obras.

"Preservar el parque depende de usted y, de su gobierno, depende proponer y autorizar si la intervención se puede hacer en ese espacio público o en otro", ha enfatizado la concejal Eva Baró (ERC), que ha señalado que es Sanz quien tiene "la sartén por el mango" sobre dónde se acaba abriendo la zanja. En cambio, Sanz ha esgrimido que "el ayuntamiento no puede impedir" las obras ni, en consecuencia, frenar que se pierda vegetación y que una tercera parte del parque quede ocupado por las obras "durante años".

"Queremos más transporte público y la conexión del ferrocarril, pero sin que las obras vayan en perjuicio del parque, como quieren los vecinos", ha esgrimido la responsable de Urbanismo, que ha asegurado que el Govern desestimó las alegaciones que el consistorio presentó en ese sentido en 2021. En cambio, Baró ha negado que se vayan a cortar árboles -ha afirmado que se trasladarán ejemplares- y ha acusado al bipartito de comunes y PSC de haber ordenado la tala de 66 árboles en la calle Galileu, 69 en el Poblenou, otros 15 en la Via Augusta y cuatro junto a una promoción de "vivienda de lujo" en Sant Andreu.

Por su parte, Junts ha culpado de cinismo a Sanz, Cs, de "escenificación" y el PP, de querer "blanquear la incompetencia del gobierno". Aunque el PSC ha coincidido con el posicionamiento con los comunes en pedir que se contenga la amenaza sobre la arboleda, la socialista Laia Bonet ha reprochado falta de comunicación y de participación vecinal a la Generalitat y la concejalía de Ecología Urbana, en manos de Sanz.

Elecciones municipales

En la Generalitat subrayan que, aunque hay tiempo para dialogar, no ven opción de cambiar de lugar. Sí de tratar de minimizar el impacto en el parque, algo, dicen, que se podrá concretar cuando haya contratista, algo que sucederá en verano, cuando los trabajos estén adjudicados.

La afectación será considerabler, no solo en el parque. Cada día, cuando se esté excavando el túnel, de 100 a 150 camiones saldrán del parque por Diputació. En los días de más actividad serán 300. Y la Gran Via, cuyo lateral lado mar quedará ocupado, tendrá tres carriles operativos (uno para bus) y en algunos puntos, dos. Sin duda, todo este debate será algo más sencillo en junio, cuando hayan pasado las elecciones municipales del 28 de mayo.

Suscríbete para seguir leyendo