Remontada pospandemia

Vuelven los gimnasios llenos en Barcelona con más entrenos virtuales y usuarios jóvenes

Tras una grave pérdida de abonados durante la crisis sanitaria, los usuarios han regresado con ganas a centros privados y municipales

La población flotante de mediana edad que ahora teletrabaja es la clientela menos recuperada

Patricia Castán

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Apenas unos meses de normalidad en los gimnasios de Barcelona separan a sus usuarios de aquellos surrealistas momentos en que hubieron de quemar calorías con la mascarilla colocada (sudando el doble de lo habitual), acceder a los centros deportivos con un detector de fiebre cuyo pitido ocasional desataba el pánico, o limpiar con alcohol (y aprensión) cada máquina que osaban utilizar. Todo parece una lejana pesadilla para los practicantes de actividad física, pero el recuerdo aún genera sudor frío en los operadores del sector, que pasaron por cierres forzosos, ertes, aperturas con aforos restringidos, protocolos casi de quirófano y un alud de bajas que hicieron temblar su viabilidad. A fecha de hoy, los principales centros de la ciudad, tanto privados como de titularidad municipal, han recuperado o mejorado sus cifras de abonados prepandemia, en muchos casos gracias al auge de inscritos muy jóvenes, pero con la estrategia puesta en la digitalización para ofrecer actividad, presencial o virtual, a cualquier hora.

Clase de crossfit en Metropolitan Iradier

Sala de crossfit en Metropolitan Iradier. / JORDI OTIX

Quienes se entregaron a una rutina draconiana para mantenerse en forma incluso durante el confinamiento descubrieron que el improvisado 'gimnasio' de su casa podía abrir 24 horas de la mano de plataformas online de entrenamiento, y adquiriendo el preciado material mediante la compra electrónica. Así que los equipamientos deportivos se esfuerzan ahora en acercarse a esas nuevas necesidades desplegando el máximo de actividades digitalizadas en los centros y vía app, que se suma a al valor presencial, y en modernizar y ampliar instalaciones. Muchos han estimulado a la potencial clientela con atractivas promociones, pero ahora van normalizando sus cuotas, relatan.

Las instalaciones municipales aún están un 17% por debajo de antes de la pandemia pero no pueden recortar gastos ni oferta por su función social

En el caso de la oferta municipal, cuya actividad está en manos de gestores especializados, cabe destacar que los 197.645 abonados a esta red en 2019 pasaron a ser 129.461 en 2020. Desde el año pasado su recuperación había sido progresiva, hasta alcanzar los 167.558 en diciembre pasado (con un pequeño retroceso en los meses previos), que les deja un 17% por debajo de su momento punta. Constatan aquí el crecimiento disparado de socios más jóvenes, de menos de 25 años, y algunas reticencias aún de la población de más edad. Pero su gran lastre es que el precio de los suministros se haya triplicado, dañando sus finanzas, relata Josep Viladot, presidente de Gestiona, la entidad que agrupa a todos estos operadores. Enfatizar que estos espacios municipales son costosos en su mantenimiento, pero no pueden recortar oferta por su "importante función social".

Presencialidad y socialización

Desde el ámbito privado el crecimiento ha sido más acelerado. El líder local del sector, la cadena de gimnasios y centros de yoga DiR, vivió la pérdida transitoria del 40% de sus abonados durante la pandemia. En la ciudad suman 37 centros (22 DiR --de mayor tamaño-- y BDir, y 15 YogaOne, además de decenas de franquicias en el resto de Catalunya). En el sector hubo mucho miedo a un cambio de hábitos definitivo, pero la vuelta a la normalidad ha revelado que el usuario prefiere los espacios con amplio equipamiento, oportunidades de entreno, socialización, ayuda técnica y comodidad. Por ello, en octubre ya habían rebasado los 93.000 abonados previos a la crisis. ¿Los mismos clientes que se borraron? Pues una parte sí, pero la otra parte está integrada sobre todo por nuevos usuarios de entre 16 y 28 años que "se incorporan a la actividad física", detalla un portavoz.

Una clase matutina de actividades dirigidas en DiR Diagonal que se retransmite por 'streaming' a otros clubes y por app para sus socios.

Una clase matutina de actividades dirigidas en DiR Diagonal que se retransmite por 'streaming' a otros clubes y por app para sus socios. / ÀNGEL GARCÍA

Quienes no han regresado aún del todo son una parte de los perdidos en la franja entre 35 y 50 que residen fuera de la ciudad pero trabajaban en ella y aprovechaban los mediodías u otros momentos para ir al gimnasio que les quedase más cerca. Se trata de personas que ahora teletrabajan varios días y han cambiado sus rutinas. Por contra, en su caso, la población de más edad, que tan fiel es a algunos DiR históricos (Castillejos, Maragall, Avenida de Madrid...) en determinados horarios, regresó con ilusión, consciente de que mantenerse activo es fundamental para mejorar su inmunidad y salud mental. En la actualidad se pueden seguir reservando clases desde su aplicación, aunque no es imprescindible salvo puntas de gran demanda.

La reserva sí se ha hecho imprescindible para poder acceder a los 21 centros 'low cost' en Barcelona de Viva Gym (hace tres años adquirió e incorporó los 13 que tenía Duet Fit), ya que muchos alcanzan el aforo completo por las tardes.

Los pesos libres ganan adeptos, tras el confinamiento, y triunfan actividades de gran intensidad como crossfit y boxeo, y de bienestar, como el yoga

En Metropolitan, con un total de seis centros en la capital catalana, más uno en Badalona y una próxima gran apertura en Sant Just Desvern (4.000 metros cuadrados, tres salas de actividades dirigidas, zona 'outdoor', spa, área de 'coworking' y otros, con una inversión de cuatro millones de euros) han vivido la misma eclosión de socios jóvenes, acaso los que menos miedo sentían en regresar lo antes posible a la normalidad. Rafael Cagigos, director general de Operaciones, explica que tras sufrir un 35% de bajas, ya han remontado las cifras pospandemia y en algunos de sus clubes tienen lista de espera. También han logrado aumentar un 20% la facturación, y desplegado recursos digitales para hacer mejor seguimiento de los gustos y preferencias de sus abonados: si logran cumplir sus objetivos al inscribirse, qué les gusta más y en qué momento... "Somos cada vez más tecnológicos", subraya.

Clase de yoga este jueves en DiR Diagonal.

Clase de yoga este jueves en DiR Diagonal. / ÀNGEL GARCÍA

Para el gigante privado del sector, DiR, cumplido el objetivo de volver a llenar sus centros de vida, llega el momento de lanzarse a por dos estrategias. Una es visible ya en sus recintos, las grandes pantallas se abren paso cada vez más para abarcar los horarios de punta a punta con muchas sesiones en 'streaming' que se suelen compartir en horas valle a múltiples salas de toda la ciudad a partir de las presenciales en grandes centros como Diagonal. "El covid hizo acelerar herramientas que ahora se generalizarán", apunta la misma fuente. Detalla que la cadena ofrece ahora 56 tipos de actividades, que suman la friolera de 25.200 clases al mes. De estas, más de 9.000 son presenciales, sobre todo en las horas punta, con técnico in situ.

La presión de los costes energéticos

El otro reto apunta a incrementar medidas de sosteniblidad. El sector de los gimnasios, pese a tener su epicentro en Barcelona (con más practicantes que ninguna otra ciudad del Estado) ha sufrido en los últimos años la presión de un IVA que consideran excesivo y deja sus márgenes en mínimos, los efectos del covid-19, y en la actualidad el impacto de los costes energéticos. En DiR estiman que, con 83.000 metros cuadrados de instalaciones, los gastos de gas y luz se han triplicado. Por ello, han iniciado una inversión en nueva iluminación, climatización y demás. Entre las mejoras figura ampliar el DiR Up&Down con la incorporación de un espacio 'boutique' anexo para actividades dirigidas.

Clase de crossfit en Metropolitan Iradier

Entrenamiento de crossfit en Metropolitan Iradier. / JORDI OTIX

En Metropolitan también habrá inversiones en Barcelona, como la renovación y la ampliación de mil metros cuadrados en su centro de Galileu, con una inversión de 1,5 millones. Su apuesta son también las áreas diferenciadas para disciplinas concretas, como Hiit, Cross, HBX, Yoga, danza o pilates, subrayan. Las actividades tipo crossfit, de corta duración pero alta intensidad, junto con el boxeo son súper tendencia. En DiR también han habilitado espacios muy especializados al respecto, como en Tuset. Las actividades vinculadas al bienestar y de pesos libres (herencia de los entrenamientos en casa, sin máquinas), viven también un gran apogeo.

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