Aprobación este viernes

Una pirueta de Junts precipita el sí del PSC al plan del Eixample

PSC anuncia su voto a favor después de que Junts lanzara una oferta de abstención que abría la puerta a una aritmética inesperada

Una terraza en la calle Sepúlveda de Barcelona

Una terraza en la calle Sepúlveda de Barcelona / Zowy Voeten

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un giro de guion ha precipitado, en apenas una hora, un desenlace inesperado para el plan de usos del Eixample. Esta restricción a los bares y tiendas del mayor distrito de Barcelona se aprobará finalmente este viernes por la mañana en un pleno extraordinario, tras dos semanas de intensa confrontación entre los dos socios de gobierno, BComú y PSC.

A media tarde de este jueves el grupo de Junts ha anunciado que ofrecía una abstención crucial a la alcaldesa Ada Colau, que se sumaría a la que había ofrecido dos días antes ERC a cambio de una revisión del plan dentro de un año. La enmienda de Junts son dos medidas de transparencia y dinamización cultural que no alteran las restricciones del plan, línea roja para los Comuns. Las abstenciones de Junts y la de ERC, pues, abrían la puerta a que los Comuns prescindieran del PSC y salvaran solos el plan del que teóricamente ambos son coimpulsores.

El PSC, ahora a favor

Una tentación que el PSC ha impedido al anunciar rápidamente su voto favorable al proyecto "por responsabilidad", pese a que no incorpora ninguna de las correcciones que pedían este enero de los socialistas. Reclamaban por ejemplo relajar las limitaciones comerciales en el barrio de Sant Antoni, en especial en la calle Sepúlveda. Finalmente no será así, puesto que se mantendrá intacto el plan que tiene vigente este vecindario de la ciudad.

No obstante, la teniente de alcaldía Laia Bonet ha avanzado en un tuit que apoyará el plan este viernes y ha puesto en valor la suavización general de las restricciones que han negociado el último año Comuns y PSC. “Gracias al PSC, el plan que aprobaremos será mejor que el de hace un año: respecta el descanso de los vecinos, protege el comercio y regula de forma diferente realidades diferentes”, ha argumentado.

“Con este acuerdo nos damos un año para alcanzar nuevos consensos para todo el Eixample”, ha añadido, en relación a la cláusula de revisión dentro de un año que introdujo ERC este martes. La posibilidad de reabrir el debate en 2024 ha sido determinante para salvar el plan, puesto que de facto ofrece margen de maniobra a quien gane las próximas elecciones municipales y discrepe del plan aprobado.

Satisfacción de Junts

El concejal Jordi Martí Galbis (Junts) se ha explayado al presentar su propuesta, consciente que estaba cambiando por completo el escenario. “La irresponsabilidad del gobierno municipal nos ha llevado a que estemos en tiempo de descuento”, ha criticado, en referencia a la finalización automática de la moratoria vigente el próximo 13 de marzo. Si el plan no se aprobaba a tiempo para esta fecha, el consistorio temía un alud de peticiones de licencia que no podría denegar.

La enmienda de Junts consiste en un doble compromiso municipal. Por un lado reservar un presupuesto –sin cuantificar y al margen del plan– para “dinamización cultural e impulso del tejido comercial” en Sant Antoni “porque hay zonas y calles que están deprimidas”.  Y, por otro lado, crear “un grupo de trabajo que incluya las principales entidades vecinales, comerciales, grupos municipales y áreas del consistorio implicadas” y se encargue del seguimiento y revisión del plan. “Dentro de 11 meses”, ha advertido Martí.