Ada Colau fía el veto comercial del Eixample a una votación sorpresa este viernes

El pleno de Barcelona votará la restricción comercial del Eixample sin la aprobación asegurada. La teniente de alcaldía de urbanismo, Janet Sanz (BComú) ha avanzado este miércoles por la tarde que el plan de usos del mayor distrito de la ciudad se debatirá este viernes sin incorporar ninguna de las peticiones del PSC ni aligerar la restricción en Sant Antoni como pedían entidades de comerciantes. Así, los Comuns escenifican que la negociación con su socio de gobierno sigue sin acuerdo y abren la puerta a buscar otros aliados.

Como avanzó El Periódico este martes, la alcaldesa ha convocado un pleno extraordinario para el viernes a las 11h. El área de urbanismo defiende que ya no queda más margen para negociar porque una aprobación más tardía conllevaría el riesgo de que el plan entrara en vigor pasado el 13 de marzo, fecha en la que se levanta automáticamente la moratoria vigente. Aunque fueran pocos días de diferencia, podría producirse un alud de peticiones de licencia.

Órdago de Colau para desencallar el veto comercial del Eixample este viernes

El texto que se llevará a votación el viernes será prácticamente el mismo que iba a votarse el viernes en el pleno ordinario y que Colau retiró del orden del día en el último momento para que no naufragara. La única variación será la incorporación de una cláusula que propone ERC en forma de Disposición Adicional: mantener ahora la limitación estricta en Sant Antoni y revisarla dentro de un año en función de los resultados.

Esta concesión a los republicanos permitirá a Colau contar con su voto favorable, pero necesitará más apoyos. Una abstención del PSC o de otro grupo político podría desencallar el plan. “Ya no se puede retirar la votación. Sí se puede no aprobar… Espero que todo el mundo sea más responsable que la semana pasada”, ha zanjado Sanz, al ser preguntada por el factor sorpresa.

Des de las filas socialistas, discreción sobre su posicionamiento final por ahora: “La prioridad es que el Eixample tenga plan de usos, hay que hacer compatible el descanso de los vecinos con la protección del pequeño comercio y los puestos de trabajo”. “Ahora tenemos una propuesta sobre la mesa y estamos evaluando si genera el consenso necesario”, concluyen.