Más suciedad en la calle

La basura que esquiva el 'puerta a puerta' de Sant Andreu (Barcelona) se dispara de 3 a 5 toneladas semanales

La cantidad de desechos arrojados fuera de los puntos de recogida ha crecido a lo largo de 2022 en este vecindario de Barcelona

Jordi Ribalaygue

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Las quejas de los vecinos de Sant Andreu de Palomar precedieron al frenazo en la expansión a más zonas de Barcelona del sistema Puerta a puerta, en que la basura debe dejarse en la entrada de casa y en depósitos habilitados para ser recogida. El malestar obligó también a incrementar la retirada de bolsas sacadas a la calle y dar marcha atrás en el procedimiento limitado a tres días por semana para desprenderse de los residuos orgánicos en el barrio. El gobierno de la alcaldesa Ada Colau introdujo cambios como estos a finales de 2021 para reconducir un inicio accidentado, pero igualmente ha ido creciendo la basura mal abandonada en la calle. En tan solo un año, los desechos lanzados fuera de los espacios reservados al efecto se han disparado alrededor de un 66% en Sant Andreu, a tenor de los datos del consistorio requeridos por EL PERIÓDICO. 

El ayuntamiento admite que la cantidad de desperdicios abandonados en las calles donde rige el Puerta a puerta ha crecido de poco más de 3 toneladas retiradas por semana a principios de 2022 a unas 5 toneladas de desechos a finales de año. El aumento supone que la brigada de limpieza halla últimamente más residuos desperdigados fuera de los portales y de los contenedores inteligentes y buzones de materia orgánica instalados en Sant Andreu, donde deben echarse las bolsas y cubos marcados con un código. La identificación permite premiar con bonificaciones a quienes más reciclen. En todo caso, la Autoritat Catalana de Protecció de Dades ha impuesto dos amonestaciones al consistorio por tres infracciones en el despliegue del modelo de recogida.

El ejecutivo municipal explica que la cantidad de basura arrojada donde no se permite hacerlo “ha ido oscilando” a lo largo de 2022 en el vecindario donde se aplica la recogida individualizada. “Ahora se está estancando sobre unas cinco toneladas”, estima el gobierno local, que sostiene que no hay una única razón que motive por qué esta parte de los vertidos ha crecido. En todo caso, no aventura posibles causas. Sí enfatiza que el caso de Sant Andreu “va en consonancia con lo que pasa en el conjunto de la ciudad” tras levantarse las restricciones para contener el covid.

En ese sentido, el ayuntamiento esgrime que “la recogida de residuos se ha incrementado cerca de un 4%” dentro del perímetro del Puerta a puerta. “Coincide con los datos globales de Barcelona donde, después del período de pandemia y pospandemia, la generación de residuos también ha aumentado”, aduce.

"Está agotando a la gente"

Para el movimiento vecinal crítico con el Puerta a puerta, el incremento de basura desparramada en la vía pública revela debilidades en el sistema, como la imposición de un horario que delimita cuándo se debe tirar cada clase de desperdicios. “Está agotando a la gente y no se está siguiendo masivamente”, observa Claudia Casanova, miembro de la Asociación de Vecinos de Sant Andreu Sud.

Dos bolsas de basura fuera de una papelera, en Sant Andreu.

Dos bolsas de basura fuera de una papelera, en Sant Andreu. / ZOWY VOETEN

En cambio, la concejalía de Transición Ecológica -encabezada por Eloi Badia- subraya que el Puerta a puerta ha desencallado la tasa estancada de reciclaje y la ha elevado al 78% en Sant Andreu. Es “la más alta de cualquier barrio de Barcelona”, elogia.

“La versión idílica del ayuntamiento contrasta con la realidad del día a día que vivimos", opone Casanova, quien opina que "se trabajó mal y deprisa, sin debatir ampliamente sobre el sistema, con una disfunción detrás de otra que hace que sea altamente imperfecto". "Ahora tenemos calles peligrosas para invidentes y personas con movilidad reducida -sostiene-. Varios de ellos nos han dicho que se han caído en más de una ocasión, porque no se controla donde se dejan las bolsas”. 

Comisión de seguimiento

El repunte de los vertidos saltó a la palestra en una reciente comisión de seguimiento sobre el Puerta a puerta, a la que asisten las entidades vecinales. El ayuntamiento indica que, sobre ese asunto y otros, el comité no solicitó medidas correctoras, “más allá de alguna actuación de refuerzo comunicativo”, agrega. “Pueden parecer asumibles, pero cinco toneladas de basura abandonada impactan muchísimo en la calidad de vida del barrio”, advierte Casanova. Así, alerta de que “las idas y venidas” del gobierno sobre la retirada selectiva a prueba en Sant Andreu “han hecho daño a la causa de la separación de residuos”. 

Por su parte, el ejecutivo local recalca que la proporción de basura que ahora se recupera en Sant Andreu “permite cumplir con lo que establece la normativa europea", que exige alcanzar un 65% de desechos reciclados en 2035. Los residuos que acaban de forma errónea en los depósitos de materia orgánica han subido de un 2,3% en los cubos individuales usados hasta finales de 2021 a una media del 3,4%, si bien el ayuntamiento destaca que se mantiene lejos del tope del 20% exigido por ley. Protección de Datos ha instado al ayuntamiento a evaluar los riesgos de intrusión a la intimidad que detecta, como la posibilidad de que personas ajenas a los equipos de limpieza husmeen en las bolsas dejadas en la calle o que los códigos de identificación sean descifrados.

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