Nou Barris

El rescate parcial de un 'parking fantasma' en Barcelona

El Ayuntamiento alquilará 56 de las 176 plazas recuperadas el año pasado, mientras que los vecinos reclaman más diálogo y consenso

Entrada del 'parking fantasma' en la plaza dels Eucaliptus de Torre Baró

Entrada del 'parking fantasma' en la plaza dels Eucaliptus de Torre Baró / ZOWY VOETEN

David Garcia Mateu

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 Vecinos sin prácticamente dónde aparcar y un parking subterráneo con 176 plazas sin inaugurar desde hace una década. Esta es la paradoja con la que conviven los vecinos de Torre Baró (Nou Barris), fruto de una enrevesada historia. El pecado original de este parking fantasma es la extinción de la promotora del edificio, la empresa pública Regesa. Al quebrar, el inmueble ubicado en la plaza dels Eucaliptus quedó cerrado a cal y canto a pesar de comportar un coste de 2,7 millones de euros a las arcas públicas. Una sinrazón a la cual hace un año el Ayuntamiento de Barcelona trató de poner fin con el rescate de 176 plazas, que hoy siguen cerradas. ¿Por mucho más tiempo? Según el consistorio no, pero el método elegido no gusta a los vecinos.

Según han explicado los responsables del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona en el último Consell de Barri, la intención es hacer una puesta a punto a la planta -1 y ofertar en alquiler 56 plazas (dos de ellas, de movilidad reducida) de cara a febrero o marzo. Según han explicado fuentes municipales a EL PERIÓDICO, la apertura “por fases” busca “agilizar la apertura sin tener que esperar a que esté todo recuperado”.

De hecho, a lo largo de estos meses la administración no solamente tendrá que ultimar el cambio de titularidad, sino también legalizar el ascensor y modificar la potencia eléctrica contratada. Además debe dar de alta los suministros, asegurar la finca y contratar los equipos de mantenimiento, limpieza y de extinción de incendios.

Los vecinos no se fían

A pesar del anuncio del consistorio, las entidades de la Zona Nord de Nou Barris desconfían: “No hay ningún movimiento, pasamos por aquí bastante a menudo y las únicas obras que hay son las del CAP; parece que se les haya ocurrido ahora lo de las plazas porque están de precampaña y tienen que hacer ver que por aquí se mueve alguna cosa”, denuncia sarcástico el presidente de la AVV Ciutat Meridiana, Filiberto Bravo. Y, en cualquier caso, tal como añade el vicepresidente de la AVV Torre Baró, José Martínez, “esta cincuentena de plazas son totalmente insuficientes y tampoco se cumple con la única petición de los vecinos: reservar 15 plazas para que se puedan usar de forma rotativa y así dar un sitio donde aparcar a los usuarios del CAP”.

Las entidades vecinales rechazan instaurar alquileres fijos para usar las plazas y preferirían un modelo de estacionamiento gratuito más en sintonía con la economía de uno de los vecindarios de Barcelona que sobrevive con rentas per cápita más bajas. Por el contrario, el consistorio defiende que “las plazas no pueden ser gratuitas porque su mantenimiento tiene unos costes que cubrir”. En todo caso, el mismo ayuntamiento abre la puerta a estudiar “la posibilidad que algunas de las plazas puedan ser por fracción de tiempo, para facilitar el aparcamiento a las personas que tienen visita médica en el CAP”, aunque “no prevén” ofrecer esta opción de inmediato.

La misión imposible de aparcar en la calle

“Día tras día estamos más asfixiados, cada día nos quitan más plazas para aparcar en la calle y aquí los edificios apenas tienen plantas subterráneas, a las 20 horas de la tarde aquí ya no hay quien pueda aparcar y ya se empiezan a ver coches encima de las aceras, en los pasos de peatones…”, denuncia Bravo. “Es imposible, antes por lo menos teníamos dos descampados detrás de los edificios de la plaza, pero como han empezado a hacer dos bloques de vivienda ya nos hemos quedado sin poder dejar el coche allí”, añade la presidenta de la AVV Torre Baró, Micaela Rodríguez.

Es por esta razón que las asociaciones de vecinos preferirían que el actual parking fantasma se destinara en su totalidad a los pacientes y profesionales del CAP y a los usuarios de las estaciones de metro y tren a modo de park & ride. “Por este motivo decimos que las 15 plazas rotativas son nuestra petición de mínimos”, sintetiza Martínez, quien critica la “falta de información y diálogo constante” del Ayuntamiento. En caso de no cumplirse, la AVV Ciutat Meridiana advierte que los vecinos podrían asaltar el resto de las plazas que van a seguir, por ahora, enterradas: “Para nosotros sería una solución abrirlas y meternos ahí, porque lo que queremos es que se normalice esto ya de una vez”.

No fue el único pecado de Regesa

Cabe destacar que las 176 plazas que ha rescatado el Ayuntamiento de los restos que aún perduran de la empresa pública Regesa no son las únicas que hay bajo la plaza dels Eucaliptus. Hay otras 32 plazas que estaban reservadas para los inquilinos y trabajadores del bloque de la Fundació Solidaritat de la Universitat de Barcelona. Estos, sin embargo, seguirán todavía sin poder hacer uso de ellas.

Vista del barrio de Torre Baró, en Barcelona.

Vista del barrio de Torre Baró, en Barcelona. / ARCHIVO / JOSEP GARCIA

Un contrasentido al que hay que sumar el hecho de que Torre Baró también contara durante toda esta última década con bajos comerciales y pisos tapiados promovidos, en su día, por la administración pública. Sin embargo, a diciembre de 2022 ya hay proyecto para dos de estos locales: uno será un espacio para jóvenes del barrio y el otro acogerá a finales de 2023 un punto fijo de ambulancias, para dar una respuesta más rápida a las urgencias de todo el sector norte de Barcelona. “Esperamos que el casal de jóvenes esté listo para 2024, porque si el parking está tan hecho polvo es porque los chavales no han encontrado ningún espacio alternativo para ellos y algunos se han dedicado a reventar la puerta y hacer botellones dentro”, explica José Martínez.

Por último, el consistorio también ha empezado a trabajar para poner a disposición del parque público de vivienda los 13 pisos también vacíos de uno de los bloques adyacentes de Regesa. Según han detallado, tres ya tienen adjudicatario, dos están en manos del Consorci de l’Habitatge de Barcelona para adjudicarlos y otros ocho siguen tapiados. Según admitieron los propios responsables municipales en el último Consell de Barri, todo el proceso será “un poco largo”.

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