Galardón municipal

Los mejores comercios de Barcelona 2022: una droguería, un bar-lavandería y una granja centenaria

El ayuntamiento recupera el premio a los mejores establecimientos tras dos años de parón. También tienen galardón una tienda de graneles sostenibles y una frutería de mercado que permite la venta en 'streaming'

Patricia Castán

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¿Qué tienen en común una lavandería donde tomar algo mientras se hace la colada, una droguería de barrio, la centenaria Granja Viader, una frutería de mercado que vende online con videos en directo y una gran tienda de graneles donde el comprador va provisto de envases reutilizables? Todos ellos están en Barcelona y esta noche de miércoles se han convertido en ganadores de los Premios Comerç de Barcelona 2022 tras dos años de parón por la pandemia. Sus protagonistas, junto a otros seis establecimientos o entidades, se han impuesto en las diferentes categorías con las que el ayuntamiento reconoce a un sector que tras sufrir los efectos de la crisis sanitaria, lidia ahora con un difícil incremento de precios en sus productos y suministros.

En esencia, el objetivo de esta iniciativa que comenzó en 1997 es reconocer la labor quienes están tras los mostradores de los miles de negocios de la ciudad día tras días, seleccionando a los "mejores" del año. La gala de la 23ª edición en las Drassanes Reials, ha permitido volver a juntar a numerosos comerciantes, asociaciones y representantes del sector, con el incentivo de que se agregaban nuevos galardones, como el de Comercio Emblemático. No ha podido acudir a última hora la alcaldesa Colau, pero sí lo han hecho el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, y la concejala de Comercio, Montse Ballarín.

El equipo de la droguería Rovira, en Sant Gervasi, premio al Comercio de Proximidad.

El equipo de la droguería Rovira, en Sant Gervasi, premio al Comercio de Proximidad. / Robert Ramos

Impulsar a los emblemáticos es de justicia, teniendo en cuenta la particular guerra por la supervivencia que viven los negocios con más solera de la ciudad y que se ha cobrado no pocas bajas durante la pandemia. El elegido este año ha sido la Granja Viader de la calle de Xuclà, cuya historia comenzó en 1870 cuando Rafaela Coma abrió una lechería que acabaría siendo una granja icónica. De allí salió el Cacaolat patentado en 1931 por Marc Viader, (fundador de Letona), pero además el local ha amenizado incontables encuentros endulzados con un suizo durante generaciones.

Precisamente, Mercè Casademunt Viader y su hijo Marc Espunya, cuarta y quinta generación, mantienen vivas esas tradiciones, para llevar o consumir in situ. No solo lácteos y derivados, sino también algunas delicatessen. El premio les ha compensando un poco los estragos de la crisis, cuando tuvieron que cerrar temporalmente.

En evolución y nuevos

En la modalidad de Comercio de Proximidad se ha impuesto la droguería Rovira, muy conocida en la zona de Galvany, en Sant Gervasi. Lleva desde 1940 en la calle de Madrazo, aunque pero había tenido emplazamientos previos desde 1910. Presumen de ofrecer remedios a cualquier necesidad de higiene y doméstica, de tintes a insecticidas. Pero acaso el verdadero mérito haya sido sobrevivir a los cambios de costumbres en el consumo y la compra, evolucionando hasta alcanzar las 30.000 referencias. Sus propietarios se mantienen "obstinados" en "solucionar problemas a cualquiera que entre por la puerta", han confesado tras su elección, y como paradigma de la atención personalizada en las tiendas de barrio.

En el mismo apartado ha merecido una mención especial el Colmado Casa Buendía que ha arraigado en Fort Pienc, tras abrir en 2015 pero con un 'look' de antiguo colmado con encanto.

Como no solo de tradición vive el comercio local, el consistorio ha premiado también la categoría de Innovación, que se ha llevado LaBar-Laundry Bar, que como su nombre indica es un establecimiento pionero en la ciudad que combina la actividad de lavandería con la de cafetería en el Eixample (Fort Pienc). Mientras uno espera que se haga su colada de la semana puede tomarse una caña, e incluso disfrutar música en directo. Pero también se puede ir solamente a tomar algo o trabajar en sus grandes mesas, gracias a la iniciativa de Gerard Navas y Marta Pérez.

Interior de LaBar-Laundry Bar, que combina las actividades de lavandería y bar en Consell de Cent, 442.

Interior de LaBar-Laundry Bar, que combina las actividades de lavandería y bar en Consell de Cent, 442. / EP

Otra asignatura imprescindible en estos días es la Sostenibilidad, donde ha resultado vencedor Yes Future Positive Supermarket. Se trata de un súper libre de plásticos. Un edén de los graneles, impulsado por los jóvenes emprendedores (procedentes del sector de la moda) Olga Rodríguez y Alejandro Martínez, adonde acuden los compradores con sus propios envases para no generar residuos y donde se alinean una interminable oferta de productos biodegradables y ecológicos. No solo abrieron en 2017 en la calle de Viladomat, sino que ya han dado paso también a una franquicia en el Poblenou, explican a este diario. Despachan más de 800 referencias, desde alimentación a limpieza. "Todo lo que vendemos se prueba antes", afirman.

Alma de mercado

Los mercados municipales, tan arraigados a los barrios de Barcelona, también merecen desde hace unos pocos años su momento de gloria, que en esta ocasión ha recaído en un puesto muy singular, como Mejor Iniciativa individual. Se trata de la Fruiteria Moreno, que este año ha cumplido medio siglo en el mercado del Carmel, y no solo es muy popular sino que ha aprovechado su aniversario para estrenar tienda online con elementos añadidos: ocho cámaras muestran en 'streaming' el producto para que la experiencia de compra sea casi como en persona. También despliegan un blog de recetas y realizan sus envíos a domicilio a través de una iniciativa social que da oportunidades laborales a personas en riesgo de exclusión social, y sin emisiones de contaminantes en el reparto. Y encima todo lo que venden es sano.

La Fruiteria Moreno del mercado del Carmel, que permite la compra online con cámaras para ver el género.

La Fruiteria Moreno del mercado del Carmel, que permite la compra online con cámaras para ver el género. / Robert Ramos

La Mejor iniciativa colectiva la ha ganado la Associació de Venedors del Mercat de Sants, reformado en 2104 y que no ha dejado de impulsar actividades integradoras en el barrio y de divulgación, como el aula gastronómica.

La gala también ha contado con menciones especiales para la Òptica Cottet, fundada en 1902, por su continua evolución hasta convertirse en referente sectorial; y como iniciativa colectiva, a las asociaciones de vendedores de los mercados, por esfuerzo en el abastecimiento de la ciudadanía durante la pandemia con las máximas garantías sanitarias.

El Premio Albert González a la contribución a la promoción, innovación y conocimiento del sector ha sido para la Fundació Barcelona Comerç, que aglutina a 23 ejes comerciales de barrio, por su papel vertebrador durante la pandemia, y también por las múltiples iniciativas dinamizadoras que despliega en todos los distritos. La mención especial ha recaído en Evaristo Sender Borrell, de 87 años, hijo de comerciantes y que en 1970 abrió Confeccions El Rellotge, uno de los primeros puntos de venta de tejanos, que sigue activo en Sant Antoni.