La familia georgiana con menores refugiada en Barcelona seguirá en su hostal del Raval

La familia georgiana con menores refugiada en Barcelona que debía dejar hoy su hostal de Ciutat Vella, donde se alojan desde hace seis meses con la ayuda de Cruz Roja y del ayuntamiento, seguirán allí mientras se haga el seguimiento social. Fuentes municipales han explicado que, como la familia no es solicitante de asilo en España, no tiene acceso a los servicios que se otorgan desde el plan estatal de protección a los refugiados de la invasión rusa de Ucrania, "porque llevan años por Europa". El recurso de estancia temporal y de urgencia donde se alojan actualmente está "condicionado a un seguimiento que hay que cumplir, y que implica asistir a las entrevistas periódicas", han señalado.

Desde el consistorio, han explicado que Cruz Roja y SAIER, el servicio municipal de atención a personas inmigradas o refugiadas que llegan a Barcelona, "han vuelto a citar a la familia por cuarta vez para intentar hacer un seguimiento social de su situación. Mientras, contarán con el recurso habitacional actual", han precisado. "En cualquier caso, y siendo familia con menores, se tendrá en cuenta su atención a través de otros servicios municipales", informa el ayuntamiento en respuesta a la denuncia de la asamblea de vivienda Raval Rebel.

Esta entidad aseguró que el ayuntamiento había comunicado a la familia de Lela y Omar, con tres menores, que hoy lunes debían abandonar la pensión. Por ello, una veintena de personas se han concentrado hoy frente al hostal donde vive la familia para evitar el desalojo y pedir al consistorio una alternativa de alojamiento "respetando los derechos y la dignidad de la familia". Los afectados entregaron el pasado viernes un documento para mostrar la predisposición a seguir cualquier programa que favorezca cambiar su situación de vulnerabilidad.

A mediados de agosto, la familia georgiana denunció en un comunicado que la administración les dejaba en la calle sin ninguna alternativa habitacional. También aseguraban que la convivencia en el hostal había sido "lamentable" y que, incluso, había "una plaga de cucarachas que afecta a todo el edificio". Además, aseguraron que el SAIER "ha negado a Omar la estancia en el hostal por lo que, cuando no ha encontrado la alternativa adecuada, ha tenido que dormir en la calle".