Una decisión esperada

Josep Bou, el concejal de los 12 apellidos catalanes, anuncia que no repetirá como alcaldable del PP en Barcelona

El edil, que era un hombre de Pablo Casado, será recordado por episodios grotescos pero también por salvar por 45 votos la presencia de los populares en el ayuntamiento

Josep Bou durante su presentación como alcaldable en Barcelona.

Josep Bou durante su presentación como alcaldable en Barcelona. / periodico

Toni Sust

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Han pasado tres años y siete meses desde que el mundo asistió atónito a la presentación de Josep Bou como alcaldable del PP en Barcelona. El acto tuvo lugar el 16 de diciembre de 2018 en el World Trade Center, ante la plana mayor del partido, con su entonces líder, Pablo Casado, a la cabeza. Las imágenes triunfaron por lo grotesco. Bou saltando eufórico mientras esgrimía a gritos sus 12 apellidos catalanes: “Yo me llamo Josep Bou y Vila y Costa y Font y Barceló y Fontarnau  y Pujals y Sendra y Soler y Berenguer y Solà y Puigdesens. ¡Yo soy catalán! ¡Que somos catalanes y españoles!”. También aludió al 'caganer' y la sardana, entre otros símbolos de la catalanidad.

Ha sumado numerosas polémicas, del despido de colaboradores a las acusaciones por un incendio en su coche, a un tono cordial y dialogante con sus rivales  

Cuarenta y tres meses después, cuando faltan 10 para las elecciones municipales de mayo de 2023, Bou ha anunciado lo que ya se daba por hecho hace tiempo: no repetirá como alcaldable en Barcelona, como ha avanzado Europa Press. "Renuncio y descarto al PP, no quiero ser una piedra en el camino", ha declarado. Ha justificado su decisión para que el partido “pueda decidir con calma el nombre para encabezar la lista". Este miércoles dará más explicaciones.

El partido y el concejal se distanciaron hace tiempo en Catalunya. Pero Bou tenía como valedor a Casado, y a eso se aferró. Cuando el líder cayó, era cuestión de tiempo que él, tan aficionado a la escalada, se viera arrastrado pendiente abajo.

Apagando incendios

Bou podrá decir siempre que tuvo un papel clave en la historia del PP barcelonés: cuando todos daban por hecho que los populares se quedarían sin representación en el ayuntamiento por primera vez desde 1979, el empresario panificador salvó los muebles por los pelos. Su candidatura estuvo a 45 votos de quedarse fuera del consistorio.

Al final, la lista logró dos plazas, la de Bou y la de Óscar Ramírez, compañero de grupo del empresario, aunque no es fácil definirlos como un equipo, porque Bou ha ignorado a Ramírez por sistema. A principio de mandato le llamaba a menudo Óscar Martínez.

Bou, en la plaza de Sant Felip Neri.

Bou, en la plaza de Sant Felip Neri. / FERRAN NADEU

“No quiero ser un político profesional, soy independiente y no estoy afiliado a ningún partido”, advertía Bou como alcaldable. Otro vídeo le hizo más famoso: uno en el que se subía a una bastida para apagar el incendio de una pizzeria anexa a la sede del PP, en la calle de Urgell, el 8 de mayo de 2019, 18 días antes de las elecciones. Dicen que resultó decisivo para que lograra representación municipal.

Paracaidista

Como todos los símiles sobre políica y paracaídismo estaban ya gastados en artículos sobre la candidatura de Manuel Valls, a Bou no se le definió tanto con esta figura clásica en la política, cuando de hecho él fue realmente parcaídista”. “Fui voluntario en la Brigada Paracaidista porque quería ir a la Marcha Verde. Pero lo del Sáhara duró dos meses y se entregó. Me supo muy mal”, declaró a este diario.

El antecedente que le llevó a la lista popular fue su condición de actor del ‘procés’, en el bando constitiucionalista. Fue presidente de la entidad Empresaris de Catalunya, a raíz del fallecimiento de su antecesor en el cargo, Mariano Ganduxer.

Es un crítico pertinaz del papel del nacionalismo catalán: se la escuchado afirmar que el ‘procés’ empezó en 1980, cuando Jordi Pujol llegó a la presidencia de la Generalitat. Se le acusó de haber sido miembro de Fuerza Nueva, pero solo admitió haber integrado la Organización Juvenil Española, que dependendía de la Secretaría General del Movimiento. En todo caso, no esconde haber tenido sólidas simpatías por el franquismo.

Los cerdos muertos

Bou tiene 67 años. Nació el 2 de febrero de 1955 en Vic e inicialmente residió con su familia en la cercana localidad de Santa Eugènia de Berga. Pero fue poco tiempo, porque los Bou decidieron irse a Barcelona a buscar mejor fortuna.

El todavía concejal recuerda una escena a la que asistió con poco más de tres años que resume la situación y el porqué de la emigración a la capital catalana: “Fue la primera vez que vi llorar a mi padre. Cuando se le murieron todos los cerdos. Era un hombre muy pobre y muy sencillo. Los mató una enfermedad en unos días, cuando ya estaban engordados”.

Y la madre dijo basta: “Nos vamos a Barcelona”. Antes de largarse a la ciudad, vendieron la vaca que les quedaba y la pequeña casa en la que vivían. “En Santa Eugènia de Berga, todos hablaban en catalán. Nunca escuché a nadie hablando en castellano allí”. Se trasladaron al barrio de Verdum, en Nou Barris. Y con los años, Bou prosperó.

El edil más rico

Seis décadas después, asumió su plaza de concejal siendo el edil más rico del Ayuntamiento de Barcelona. Como es preceptivo, declaró sus bienes, que sumaban casi 10 millones de euros en participaciones empresariales: “He trabajado mucho”, declaró.

Ha sido, como se esperaba, de los concejales más atípicos. En sus primeros días en el consistorio, se enteró de que los ediles podían comer en restaurantes sin abonar personalmente la consumición, solo firmando una tarjeta de visita que indica su condición. Casi lleva el tema al debate político, de la sorpresa que le causó. En el desaparecido restaurante ‘El gran cafe’, en la calle de Avinyó, le preguntó al camarero si realmente podía comer gratis, antes de advertirle: “Yo me pagaré lo mío”.

En los plenos, no ha sido el látigo de nadie. Siempre ha sido cordial con el resto de grupos, incluso con la alcaldesa, Ada Colau, de quien no puede estar más lejos ideológicamente. Quizá no es una paradoja, porque se sabe que los políticos suelen tener a los verdaderos enemigos en su propio partido (y si son independientes, más todavía). Si ha sido duro con alguien es con miembros del PP.

Imagen del coche calcinado de Josep Bou, concejal del PP en Barcelona

Imagen del coche calcinado de Josep Bou, concejal del PP en Barcelona / ACN

El coche quemado

Se le acusó de acometer despidos sin motivo -varios fueron los caídos-,de fiarlo todo a algunos colaboradores estrechos, entre ellos uno al que se acusa de venir del chavismo. Está distanciado desde hace mucho de la dirección que encabeza Alejandro Fernández. No está claro todavía quién le sustituirá. Ha sonado el nombre de la exministra Dolors Montserrat, hija de la exdiputada en el Parlament Dolors Monserrat.

La última polémica de Bou se dio a raíz de un incendio en su coche. Un fuego tras el que él vio la mano de alguno de sus detractores. Los Mossos concluyeron que las llamas prendieron en el vehículo por un accidente.

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