Nuevo impulso al distrito barcelonés

El nuevo 22@ de Barcelona: más verde, más barrio y más economía

Vista del 22@

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Natàlia Farré

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La modificación del Plan General Metropolitano (PGM) del 22@ ha dado un paso más este miércoles con la presentación del proyecto definitivo por parte del ayuntamiento para impulsar y consolidar el barrio. El de ahora no es sustancialmente diferente al explicado en septiembre del 2020 -cuando se presentó el proyecto inicial-, sino todo lo contrario. Si entonces se hablaba de más vivienda, más verde, más mixtura de usos, más techo dedicado a la actividad económica y más diversidad empresarial; hoy también. Y si entonces se anunciaba la recuperación de una oficina para gestionar de forma ágil los trámites necesarios para saber el qué, el cómo y el cuándo del 22@, hoy también.

Pero no están los tiempos municipales como para pasar por alto la presentación de un proyecto que el consistorio tilda de histórico -como también lo hizo en 2020-, así que lo suyo es repetir lo dicho con los añadidos arañados por las 77 alegaciones presentadas al nuevo planeamiento, que según Janet Sanz, concejala de Urbanismo, se resumen en incidir en la intención de “pasar de ser un barrio donde solo se trabajaba a ser un barrio donde se pueda vivir y trabajar”. 

Así, uno de los cambios que recoge el proyecto final es el número de viviendas que acabará sumando el nuevo 22@, nuevo porque lo que pretende la modificación del PGM es poner las normas de juego para activar el suelo de la zona pendiente de desarrollo, un 40% del total. De los 15.800 pisos que se aseguraba en 2020 acabaría reuniendo la zona se ha pasado a los 17.000 actuales, de los cuales dos terceras partes serán asequibles y protegidos. Una diferencia de 1.200 viviendas que se ganan, sobre todo, consolidando un millar ya existente y que el planeamiento del 2000 -año en que Joan Clos puso en marcha el 22@- preveía destruir. Del total de las 17.000 previstas quedan por levantar unas 7.000 que se reparten en obra de nueva construcción y las remontas de edificios que podrán agotar su edificabilidad hasta llegar a la planta baja más cinco pisos. 

El proyecto prevé crear 60.000 nuevos puestos de trabajo y un barrio sostenible y resilente con 12 ejes y 15 plazas verdes 

Diversificación de usos

Más novedades respecto a lo dicho hace poco más de un año y estrechamente ligado con la idea de hacer un barrio más humano es la conservación de la memoria histórica de esta parte de Barcelona que a finales del siglo XIX y durante buena parte del siglo XX concentró el potencial industrial de la ciudad. Así, se procederá a la protección de 450 fincas que deberán incluirse en el catálogo pero que el consistorio no ha querido detallar su ubicación más allá de que “están distribuidas por todo el 22@” y que las calles Marià Aguló y Pere IV concentran algunas. También se protegerán los 20 pasajes que dan personalidad al barrio y que exigían las asociaciones de vecinos.

Otra cosa que crece respecto al proyecto inicial es el techo dedicado a la actividad económica, si en 2020 se proyectaron 800.000 metros cuadrados ahora se llega al millón. Esta es, se supone, la parte más importante del melón, o sea del planeamiento, pues la etiqueta que luce el 22@ es la de polo de atracción de empresas tecnológicas, calificativo que aspira a mantener, consolidar y ampliar dando cabida a nuevos usos vinculados con la economía verde, social y solidaria; y dando cobijo a la industria que ya existe y que se mantendrá. En teoría, todo este despliegue de espacio dedicado a oficinas supondrá la creación de 60.000 nuevos puestos de trabajo que deberán sumarse a los 115.000 ya existentes en la zona.   

Reserva para equipamientos

Pero lo dicho, para el nuevo planeamiento tan importante es la economía como los vecinos que acoge o acogerá la zona. Para cubrir sus necesidades están los 35.000 metros cuadrados para levantar equipamientos; y para hacer el barrio sostenible medioambientalmente nada mejor que alargar la trama de ejes verdes del Eixample hasta Sant Martí. De manera que una de cada tres calles horizontales y verticales dejará el asfalto por la vegetación recuperando más de 10 hectáreas para el peatón y la sombra, o lo que es lo mismo: 12 vías dedicadas al transeúnte y 15 nuevas plazas en los cruces de dichas avenidas. Y todo, trufado de "urbanismo feminista, el primero en incorporar esta mirada”, según Sanz, y que consiste en atender las necesidades de toda la población, para ello, por ejemplo, se garantizará la movilidad de las personas dependientes o y se potenciará el mobiliario urbano para las zonas de descanso y encuentro. 

Lo que no se ha dado ni en la presentación de hoy ni en la del 2020 son cifras de inversión. El dinero, como las empresas candidatas a ocupar el espacio, hay que buscarlos, de ahí la reactivación de la oficina del 22@. Sí hay agenda: el próximo martes el proyecto pasará por la Comisión de Urbanismo y el 25 de febrero por el Plenario municipal. Y el nuevo 22@ estará en marcha.