6.000 desalojados en el primer viernes sin toque de queda en Barcelona

Si el jueves, cuando dejó de estar vigente el toque de queda en Barcelona, ya se produjeron aglomeraciones en las playas y en las fiestas de Gràcia con más de 4.000 desalojados, la noche del viernes no iba a ser una excepción. Como ya vaticinó el sector del ocio nocturno, el fin de semana ha empezado con concentraciones masivas de jóvenes, sin distancia ni mascarilla, y botellones en las calles de Gràcia. "Parece la Barcelona del 2019", decían satisfechos algunos de estos jóvenes.

Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han desalojado a 6.000 personas. Según han explicado fuentes municipales a Europa Press, de las 6.000 personas desalojadas, unas 3.500 estaban en las plazas de Gràcia, coincidiendo con la fiesta mayor del barrio, mientras que las demás se han producido en espacios habituales de concentración de personas, como las playas o el paseo del Born. Las personas han sido desalojadas por no cumplir con las medidas de protección y prevención ante el covid-19, como la distancia de seguridad y el uso de la mascarilla.

Los vecinos de Gràcia, por su parte, han denunciado el ambiente "enloquecido" y han reclamado a las autoridades "más control". Al Govern, tras el revés del TSJC a su solicitud de prorrogar el toque de queda, le preocupa especialmente la situación de Barcelona y ha apelado a un pacto político para mantener el toque de queda en la capital catalana.

Las aglomeraciones más importantes se han producido en las calles adyacentes a las principales plazas del barrio donde se celebraban conciertos. En un principio las plazas estaban acordonadas y vigiladas por la Guardia Urbana y personal de seguridad y solo se permitía el acceso a vecinos de la zona, artistas y personal de la limpieza. A partir de las 01.30 horas de la madrugada, los controles se han levantado y el acceso a las plazas ha quedado libre.

"Las calles, a reventar"

Entre los que paseaban por la zona había disparidad de opiniones. Tomás y Valentina, que asistían por primera vez a las fiestas de Gràcia, opinaban que "el ambiente es una maravilla". También Sergio, vecino del barrio, señalaba que "tras la pandemia la gente necesitaba sacar toda la energía. Las fiestas de Gràcia son una forma de socializar". Admitía que "mucha gente" no respetaba las distancias de seguridad ni llevaba mascarilla.

Por el contrario, Andreu, vecino del barrio de toda la vida, opinaba que la situación era "muy desordenada". "Hay mucha gente sin mascarilla. Las calles están a reventar, impacta un poco", describía. Erika, otra barcelonesa, señalaba que el desorden que ha visto esta noche en Gràcia ha sido de "otro nivel". "La gente va muy borracha. Hay desorden por todos lados", lamentaba antes de volver a casa a la medianoche. "La fiesta mayor de Gràcia ha pasado de ser un acto cultural a ser un acto totalmente desbordado", ha añadido antes de criticar que se haya eliminado el toque de queda. Y advertía de que lo mismo pasará la semana que viene en Sants, cuando empiecen las fiestas de este barrio.

A la espera de una nueva resolución del TSJC

Tras el rechazo del TSJC a la solicitud del Govern de mantener el toque de queda --solo lo ha autorizado en 19 municipios con una incidencia de 250 casos por 100.000 habitantes--, el Ejecutivo catalán ha planteado otra propuesta: ampliarlo a municipios de más de 20.000 habitantes con una incidencia superior a 125 casos. Ello afectaría a 62 municipios, entre ellos Barcelona y las otras grandes ciudades de Catalunya.

La medida entraría en vigor una vez la avale el TSJC, que se pronunciará este lunes. Ello supone que este fin de semana, solo hay toque de queda en 19 municipios catalanes.